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Channel: EL COCHE DE SAN FERNANDO
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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar
 la relación de rutas realizadas por mi 
que tienen track. Algunas de ellas tienen además
 la descripción completa de la ruta y los 
datos técnicos, otras están pendientes de 
poder dedicarles un "ratico". Espero sean 
de ayuda si decides realizarlas. Las condiciones 
en que se realizaron pueden cambiar 
cuando decidas ir, por lo tanto recomiendo 
un estudio exhaustivo con datos actualizados. 
En caso de encontrar algún error, ruego 
comunicarlo mediante la pestaña CONTACTO  
con el fin de subsanarlo lo más rápidamente posible.


RUTAS "OFICIALES Y SEÑALIZADAS

PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE CAZORLA SEGURA Y LAS VILLAS

PARQUE NATURAL DE DESPEÑAPERROS

PARQUE NATURAL DE SIERRA MÁGINA

PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE ANDÚJAR

GR - 247 BOSQUES DEL SUR (TRACK DE LAS ETAPAS)

PR - DE LA PROVINCIA DE JAÉN

SENDEROS SANTIAGO - PONTONES




Los  tracks y los comentarios  deben ser tomados como información adicional y de ayuda, derivado de la práctica de un deporte aficionado que nunca debe sustituir a la preparación minuciosa con mapas recientes e información actualizada y minuciosa obtenida de organismos oficiales, 
ya que las condiciones de realización  podrían haber cambiado.




Photobucket


















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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): LANCHA DE LA CIGARRA (ESPINARES)

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La sierra está viva, 
la sierra late, 
tras años de trasiego, 
de andar de allá para acá, 
buscando en cada revuelta, 
hurgando en cada recodo, 
al fin, encontré lo que seguía. 
Pronto supe que me hallaba en el corazón, 
simplemente porque escuché como latía ... 




 Descripción de la ruta completa



EL VIDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
LANCHA DE LA CIGARRA
Fecha
25.04.15
Itinerario
Área recreativa Gil Cobo-cerrada de San Ginés-"prao" de los espinares-collado Perenoso-lancha de la Cigarra-pino de la Cigarra-cotijo de la paridera (espinares)-cerrada de San Ginés-Área recreativa Gil Cobo
Acceso
Accedemos a la carretera transversal de las Villas por cualquiera de sus accesos. En el km 29 contando desde Mogón, se encuentra el área recreativa de Gil Cobo perteneciente al ayuntamiento de Villacarrillo donde dejamos el vehículo e iniciamos la ruta
Inicio
Área recreativa de Gil Cobo
Fin
Área recreativa de Gil Cobo
Tipo de trayecto
Circular (en rabo de sartén)
Tipo de firme
Pista, Senda y sin ellas.
Estación
Otoño/primavera/verano (a horas tempranas/ En invierno las condiciones del medio cambian sustancialmente. 
Distancia
10,12 kmts
Dificultad
Moderado 
Tiempo estimado
5 horas 
Cota mínima
1.252 mts
Cota máxima
1.617 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 468 mts.    Bajando: 468 mts.
Perfil
Sugerencias
Llevar agua suficiente según época del año, fuentes al inicio (área recreativa, cerrada de San Ginés y, pasado el "prao" de los espinares, en la fuente de la teja). No abandonar basura. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura movistar en algunos puntos del filo de la lancha que dan a la carretera transversal
Earth
La ruta en el FORO

Fuentes y
Referencias
El Gran libro de la sierra de las Villas. Gómez Muñoz, J. Ed. Bubok
Experiencia propia. 



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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar
 la relación de rutas realizadas por mi 
que tienen track. Algunas de ellas tienen además
 la descripción completa de la ruta y los 
datos técnicos, otras están pendientes de 
poder dedicarles un "ratico". Espero sean 
de ayuda si decides realizarlas. Las condiciones 
en que se realizaron pueden cambiar 
cuando decidas ir, por lo tanto recomiendo 
un estudio exhaustivo con datos actualizados. 
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RUTAS "OFICIALES Y SEÑALIZADAS

PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE CAZORLA SEGURA Y LAS VILLAS

PARQUE NATURAL DE DESPEÑAPERROS

PARQUE NATURAL DE SIERRA MÁGINA

PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE ANDÚJAR

GR - 247 BOSQUES DEL SUR (TRACK DE LAS ETAPAS)

PR - DE LA PROVINCIA DE JAÉN

SENDEROS SANTIAGO - PONTONES




Los  tracks y los comentarios  deben ser tomados como información adicional y de ayuda, derivado de la práctica de un deporte aficionado que nunca debe sustituir a la preparación minuciosa con mapas recientes e información actualizada y minuciosa obtenida de organismos oficiales, 
ya que las condiciones de realización  podrían haber cambiado.




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VILCHES (JAÉN): POR LOS CERROS DE... VILCHES

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VILCHES Y SUS CERROS



NO SOLO ÚBEDA PUEDE PRESUMIR DE CERROS...



Tras la primera incursión en el milenario pueblo de Vilches, nos quedó la sensación de que aún guardaba alguna que otra agradable sorpresa. Lo pudimos descubrir recientemente, y fue por casualidad, como la mayoría de las sorpresas. No llevábamos un plan establecido, bueno, en honor a la verdad el rumbo que teníamos previsto era repetir la ruta que nos subió hacía un año al cerro Mortero que descubrimos y publicamos en el blog. Nuestro buen amigo PacoUbeda, recopilador de vértices, nos propuso repetirla para añadirlo a la colección.  





Y en esa nos vimos, una mañana tonta de domingo en la que por diversos motivos no salimos a la sierra, fue propicia para este relamido paseo. Gustosamente lo cederíamos a JJ Frias para su senderismo familiar si mitigáramos la fuerte pendiente de subida al cerro Mortero, aunque visto lo visto últimamente... 






Vilches es un pueblo de cerros, construidoy modelado entre cerros. Esto es fácil de apreciar desde cualquiera de las atalayas que lo rodean. Su urbanismo se ha ido gestando en torno a un collado existente entre los cerros de la Serrana, de San Sebastián y del Castillo. Allí, en el collado intermedio, se ubica la Iglesia, su plaza y el inicio y fin de nuestro periplo.




Pero no solo esto es Vilches. Dicen que es el pueblo con más litoral interior de España. Desconozco el alcance y certeza de tal aseveración, pero si no lo fuera sería por poco. Las cuencas hidrográficas del Guadalen, Guarrizas y Guadalimar han conformado tres sendos embalses, bien visibles desde las alturas que recorreremos dando un plus a las panorámicas que se nos presentan.

Y sus casas cueva. Los cerros que recorremos fueron horadados en su día en busca de un refugio, la roca caliza que los conforma ha permitido preservar un patrimonio etnográfico habitado hasta no hace muchos años.





Pues todo eso andaremos. Comenzaremos, como en su día, circundando y subiendo al vértice del peculiar cerro Mortero. De regreso a Vilches nos entretendremos por su urbanismo ganando los cerros de la Serrana o de los marteños como también se le conoce en las inmediaciones, por una familias originarias de la ciudad del aceite que allí tenían propiedades , o como los jóvenes lo describen, de las antenas, por los artilugios electrónicos allí colocados. Más tarde, atravesando el collado del que hablábamos pasaremos al cerro de enfrente, el del Castillo o de la Virgen para tras recorrer y visitar las casas cueva que allí se sitúan y la ermita, volver a la plaza de la Iglesia, nuestro punto de partida.





LA RUTA





No me entretendré mucho en la descripción detallada del recorrido ya que es muy simple y sin pérdida alguna. En todo caso, el de la primera parte, la del cerro Mortero se encuentra completamente descrita y desarrollada en otra entrada.









curioso bloque labrado existente en la cima del cerro Mortero y del que desconocemos su utilidad



La Carolina y el horizonte de sierra Morena 



la impertérrita chimenea de La Cruz marcando el paraje de Paño Pico



embalse de Guadalén, Arquillos y la loma de los Ronceles o Donceles, según fuente



Jarabancil al fondo, robusto, y los cerros de la Serrana (antenas), Castillos (ermita) y San Sebastián 
más próximo sin identificación característica



molino de viento en la fuente y cueva de la Atalaya



en la fuente de la Atalaya



la fuente del Algarrobo



y la fuente vieja, en la umbría invernal, a la que reza la coplilla

En las noches del invierno 
la fuente de la Atalaya 
a la fuente del Algarrobo 
le suele comentar 
que la fuente vieja 
tiene mucho frío de verdad 
porque el sol solo la besa en verano 
y nada más...








de regreso a Vilches, encarando la calle del zahorí, bonito nombre para una calle



Desde el cerro de la serrana o de los marteños o de las antenas...




casa señorial en en casco urbano de Vilches


San Sebastián en su coqueta capilla, en plena subida al cerro del Castillo





fachada de las casas cueva existentes en el cerro del Castillo






llegando a la cima
















tuvimos la suerte que nos abrieran la ermita de Nuestra Señora del Castillo




fauna local...


un gran deporte además de andar...MIRAR!!!!!!!



Una de las puertas de acceso al antiguo castillo



la Iglesia de San Miguel Arcangel. Llegamos tarde para verla. Dentro se conservan reliquias que dicen corresponden a la batalla de las navas de Tolosa, las cadenas que protegían el palenque de Al-Nasir, un pendón y la cruz arzobispal de Domingo Pascual.




y como no, rematando...







EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
POR LOS CERROS DE ... VILCHES
Fecha
17/11/13
Itinerario
Vilches (plaza de la Iglesia) - camino de la atalaya - cerro Mortero - fuente de la atalaya - fuente del algarrobo - fuente vieja - Vilches - cerro de la Serrana - cerro del castillo (cuevas y ermita de Nuestra Señora del Castillo) - plaza de la Iglesia.
Acceso
Todo el recorrido se encuentra muy cercano a la localidad de Vilches
Inicio
Plaza de la Iglesia
Fin
Plaza de la iglesia
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista, senda y sin ella (en la subida al cerro Mortero)
Estación
Primavera/Otoño/Invierno
Distancia
10,24 kmts
Dificultad
Facil
Tiempo estimado
3 h    
Cota mínima
452 mts
Cota máxima
627 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 352 mts.    Bajando: 352 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en cualquiera de las tres fuentes  del recorrido o en la propia localidad. Si encontramos la ermita cerrada, podemos pedirle a la santera que nos la muestre. Precaución en la zona de la fuente del algarrobo pues existe riesgo de precipitación al vacío. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura movistar en toda la ruta
Mapa
La ruta en el FORO
Referencias
Experiencia propia


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SIERRA DE ALCARAZ (ALBACETE): RUTA DEL PERNALES

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EL PERNALES Y LAS FUENTES DEL GUADALIMAR


Sierra de Alcaraz, la SIERRA para entendernos, porque la sierra no sabe de política.




Por donde cuentan acabaron con las tropelías de dos de los últimos bandoleros de nuestra reciente historia con permiso de "Pasos Largos". El Pernales y su fiel acompañante el niño del Arahal, al parecer dos sanguinarios personajes cuyo fin acabó celebrado por unos y convertido en leyenda por una gran mayoría que veía en ellos lo que muchos anhelaban y no se atrevían, enfrentarse con el poderoso. De Estepa vinieron a morir aquí, a las fuentes del Guadalimar, a los pies de la Sarga, curioso destino.




Parece que buscaban mejores aíres, allende los mares porque aquí ya se lo ponían difícil. La Benemérita se había profesionalizado y el cerco se estrechaba. En un apartado rincón de la sierra, donde solo si allí se acude podrá comprobarse lo fácil que resulta la emboscada, pudieron acabar con ellos; y no hizo falta un gran despliegue,...





Cuentan que a los de la zona dejaron de hablarles o eran malmirados por haber sido de aquél lugar quién detectó su presencia y lo denunció. En las cercanías de la vecina aldea de El Bellotar, bajo la piedra del Cambrón, se firmó su sentencia y unos kilómetros más allá se ejecutó.





No nos extenderemos en los lances y andanzas de este facineroso idolatrado en vida y tras su muerte, muy buenas reseñas hay en el apartado de referencias. Curiosamente, su espíritu se ha hecho inmortal y cuentan las lenguas de la comarca que continúa persiguiendo a los poderosos y avaros, de hecho a su tumba en Alcaraz no le faltan flores... de quienes temen su presencia.




Pero no debe el Pernales ocultar la otra cuestión de lo que buscábamos, el origen y las fuentes de uno de los ríos esenciales de nuestro medio, Guadalimar, río muy nuestro, rio "colorao", de Puente Mocho y de Giribaile y hasta de Cástulo donde cuentan tuvo puerto fluvial. Y las tuvimos a nuestro alrededor, en las faldas de la SARGA por donde tocamos la nieve por primera vez esta temporada.





Geografía e historia de la mano, ¿quién da más?...




LA RUTA


Si hay una ruta cierta de los últimos pasos de Pernales, es inversa a la que nosotros realizamos. Según las fuentes consultadas, parece que desde El Bellotar, lugar por donde se les vio y surgió la denuncia que dio pie a su muerte y captura, pudieron ascender a los Picarazos por una antigua senda que está muy perdida o inexistente en la actualidad. De allí descendieron probablemente por las proximidades a la pista de tierra que existe por las fuentes del Guadalimar, cruzando el arroyo del Tejo y el barranco del judío, para almorzar en alguno de los cortijos de los aledaños y tomar la senda de los collados por prado Rosinda, accediendo por el portillo al lugar donde fueron abatidos hoy conocido como la cruz del Pernales.


Nuestra primera intención era visitar desde Villaverde del Guadalimar el lugar donde fueron abatidos los bandoleros, pero contábamos con el GPS y un track confiable de nuestro blog amigo Conocer Jaén descargado la noche anterior pero casi sin revisar. La decisión de los compañeros de ruta hizo lo demás, no hubo ni que debatir y nos encontramos con una asombrosa circular por un lugar desconocido que puede ser origen de numerosas escapadas. Lo mejor fue tener una perspectiva distinta de la sierra, ¡como cambia la silueta del horizonte conocido!!! Nos costó situar y reconocer lugares esenciales en nuestros trasiegos y todo por cuestión de perspectiva...


Para acceder a la cruz del Pernales, partimos de la localidad serrano-manchega de Villaverde del Guadalimar, donde realmente toma nombre este río resultado de la unificación de numerosos arroyos pudiendo erigirse en fundamental el del Tejo que cruzaremos un par de ocasiones.





Salimos del pueblo y caminamos por una cómoda pista ascendente que se dirige a los Picarazos. Al principio la piedra de El Cambrón nos escolta la marcha





el recorrido está magníficamente señalizado








conforme tomamos altura ganamos la panorámica del valle de Villaverde





pronto llegamos a un idílico rincón convertido en un área recreativa














retomada la pista rozamos un humedal en la ladera, nos llama la atención por los chuzos que adorna el rincón, sin embargo notando el detalle parece un habitat de grasilla (Pinguicula vallisneriifolia), que los expertos nos corrijan...










cómoda y constantemente seguimos ganando altura y el valle se engrandece





un desvío a la derecha nos indica la dirección de lo que venimos buscando primero, dejamos la pista para tomar una antigua senda que primero por prado Rosinda y después por un tranco conocido como el portillo nos coloca directamente en la cruz del Pernales.

















el regreso hasta donde nos desviamos de la pista nos deja espectaculares vistas de la Sarga y de los Picarazos, nuestro próximo destino








antes pasaremos junto a los cortijos de la fuente del Tejo (también figuran en los mapas como de Toño y Julián), uno de los lugares donde se pudieron tomar el último almuerzo nuestro personajes, no muy lejos de donde acabaron emboscados













y ahora, a por los frailes...





pronto se hace visible el calar del mundo





con los picarazos bien altos aún, empieza a hacerse presente la nieve por la cota de los 1100 mts








el Padroncillo con sus características antenas se encargará desde ahora de darnos las referencias





por fin!!!, el centenario tejo que nos marca probablemente la cercanía del origen del Guadalimar





y súbitamente, saliendo de entre el pinar, nos vemos rodeados de "frailes"... los Picarazos!!!!

















en este punto iniciamos la aventura, abandonamos la pista buscando las ruinas de lo que fue el cortijo de los picarazos atravesando los huertos vigilados por estas curiosas formaciones pétreas







allí comemos, con buenos aíres, el cielo empieza a disgustarnos y tenemos por delante un camino lleno de incertidumbre... 

Sin embargo el track era bueno, muy bueno, al poco de abandonar el cortijo se nos presenta una senda limpia y cómoda, preciosa y agradable para andar, que nos desciende vertiginosamente, en apenas una hora, hasta nuestro lugar de inicio, Villaverde, disfrutando en el recorrido de un atardecer otoñal en el valle que como colofón, quedará en el recuerdo.
































EL VÍDEO








DATOS TÉCNICOS


Denominación
RUTA DEL PERNALES
Fecha
30/11/13
Itinerario
Villaverde del Guadalimar - Hoya Quemada - (abandonamos la pista) - Prado Rosinda - el portillo - El Masegar (Cruz del Pernales) - (regreso a pista) - Fuente del tejo - Cortijo de la fuente del Tejo o de Toño y Julio (ruinas) - cabecera del arroyo del Tejo - los Picarazos - cortijo de los picarazos - Villaverda del Guadalimar
Acceso
Podemos acceder desde la localidad de Siles, tomando la CM-3204 dirección Riopar, aproximadamente a unos diez kilómetros encontraremos el desvío a Villaverde del Guadalimar, inicio y fin de la ruta. También podemos acceder desde la N-322, tomando el desvio a Bienservida y de allí por la CM-3205 a la aldea de El Bellotar y Villaverde.
Inicio
Villaverde del Guadalimar
Fin
Villaverde del Guadalimar
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista y senda 
Estación
Primavera/otoño/invierno/verano
Distancia
19,62 kmts
Dificultad
Moderada
Tiempo estimado
7 horas    
Cota mínima
710 mts
Cota máxima
1.447 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 864 mts.    Bajando: 864 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en Villaverde y en la fuente del Tejo, junto a los cortijos de Toño y Julio. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura movistar en varios puntos de la ruta
Mapa
La ruta en el FORO
+ Fotos
Fotografías de Nali Veztamon
Fotografías de Basi Puertas
Fotografías de Juan Manuel Chova
Fuentes y
Referencias
Blog Conocer Jaén de Javier Rojas
Amplio estudio sobre el Pernales. Diputación de Albacete 
Otra historia muy completa
La versión de la Benemérita  


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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): MACIZO DE NAVAZALTO (III). POR LAS CUMBRES DE NAVAZALTO

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CUMBRES DE NAVAZALTO






Dobleces tiene la sierra...
Parece que allí donde daba todo por concluido, se me está mostrando, gota a gota, uno de los parajes más grandiosos de esta sierra de las Villas. 





Y todo fruto de la casualidad, un paseo por los "tranquillos" de Navazalto, encontrar la vieja senda y un devenir de descubrimientos, aderezado de un torrente de lugares con nombre propio conforme a lo humanizado que aquello estuvo y que aún continúa, aunque los serranos sean de otra casta.





Lo bueno, que el trabajo ya estaba hecho. Lo mejor, que estaba por descubrir, por nominar, por situar en el espacio el derroche literario-serrano de Gómez Muñoz. Entre este y lo que pude "pillar al vuelo" en una conversación con un nacido por Guarondo voy encajando las piezas de este puzzle, entretenimiento y diversión al fin y al cabo para propia satisfacción y para el conocimiento de los amantes de nuestra sierra.





Probablemente no esté todo en su lugar, sin duda alguna pieza no encajará, pero no es poco para que uno de los lugares más visitados de la sierra de las Villas no se quede en una vulgar caseta de fogoneros
El doblez que este rincón esconde es un órdago al descubrimiento en toda regla.  





Y no es que Navazalto tenga cumbres significativas, me refiero al macizo completo, al que ya concreté en otra entrada y no solo al lugar con el que se ha asimilado turísticamente. El título viene al pelo por la sucesión de picachos y puntales que aquí se dan, parejos en altura y alineados en tres niveles, donde el superior, el correspondiente al filo, a esa ola pétrea que se paró justo encima del cortijo del Bigarral, es el que nos proponemos hoy descubrir para situar algunas piezas del puzzle, para confirmar o descartar algunas hipótesis realizadas sobre los mapas y, ¡que demonios!, para disfrutar de una espléndida mañana de domingo con Trufa.     




LA RUTA


La idea primigenia era netamente acceder al filo del macizo y recorrerlo, entrar por el NE y salir por el SW, partiendo del inicio del carril de la Nava del Vilano (Milano). Lo bonito y emocionante de la montaña es que a veces, te lleva a otros sitios; una traza, un detalle te decanta por alterar los planes, aunque básicamente se cumplió lo previsto con un par de matices sabrosos.





Para llegar al inicio de la ruta, pasamos Guarondo y tras la Fresnedilla, a 5oo mts de esta,arrancamos a patear. 




Por el carril de la Nava del Vilano (Milano), rozamos las casas de la fuente y nos detuvimos en el manantial 



Casas de la fuente del Vilano (Milano)



fuente del Vilano (Milano)


Pasada la fuente divisamos el inicio del cresteo que llevábamos preparado, el puntal del Filo, coronando las casas de la Nava del Vilano (Milano)







Nava del Vilano (Milano)



Pasada la segunda casa de la Nava, abandonamos la senda de las Cebadillas para buscar la cresta allá por donde estos mojones llaman nuestra atención






En ese lugar ya vemos el chorro de las buitreras y la casa alta de las Cebadillas





Y la casa baja...





Comenzamos a ascender buscando coronar el puntal y a la altura del tranco por el que pasamos el día que vinimos de completar el cinto del Bigarralo Poyo Angosto nos asomamos al collado de los Blanquizares y entendemos fácilmente la razón del topónimo






En un periquete ganamos la cima del Puntal del Filo (1.346 mts), segunda altura de esta bonita cresta que recorre el macizo



En la cima del Puntal del Filo


Y toca, como siempre en estas ciscunstancias, MIRARRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!



Caballo del Torraso y Hermanillos de las Villas






Cortijo del Bigarral (ruinas)



Bigarrales del SW






Nava del Vilano (Milano)


Después de henchirnos sensorialmente comenzamos a desfilar por esta fabulosa cresta, dejando atrás el puntal









A medio camino, atisbo una depresión en la cresta montañosa, justo donde se emplaza una mojonera. Desde la distancia se adivina una ténue sendilla descendente que se introduce en dirección a poyo angosto












En esta posición se aprecian nítidamente las cuatro Villas





He aquí la primera sorpresa del día, un precioso tranco que invita a la irresistible averiguación 









Trufa lo tiene clarísimo, por tanto...









En un plisplas estamos en poyo angosto, en el nivel intermedio de este grandioso barranco





Si nos giramos en el sentido que llevamos ya se atisba el collado con su monolito, peñón partio y el puntal de las cuevas, nuestra próxima parada





Imposible resistirse a volver la vista mil veces. ¡Que grande es esto!!!!!!!!





Enseguida divisamos a nuestro alcance el Puntal de las Cuevas y peñón "partio" 





Inigualable contemplación del Bigarral, tanto que nos quedamos petrificados...









Antes de llegar al puntal de las cuevas, por "peñón partio" encontramos una sendilla "sospechosa" y alehop!!!, allí está la segunda sorpresa del día: las cuevas de Navazalto.
Recapacito sobre ¡como una cosa, lleva a la otra!, si no me decido a bajar por el tranco del Bigarral, no encuentro las cuevas y, de nuevo, gracias a Trufa.  
















De nuevo arriba, de momento recorremos ese puntal amesetado, gran puntal, que toma el nombre de las cuevas que resguarda. La panorámica cambia, pero continua siendo grandiosa.



peñón de Navazalto o del tesoro



caballo del torraso



Navazalto y el puntal de la cuna



cerro o morrón de Santa María



"Torafe"


Cruzo el amplio navazo y me voy derecho buscando la cresta de nuevo, para ello asciendo entre el pinar de repoblación en dirección a la caseta, antes de llegar a ella me encaramo en el puntal de la cuna ganando una fenomenal panorámica de 360º





la caseta me queda cerca






la morra de chorrogil y peña corva



Guarondo (embalse de Aguascebas)



morra de los cerezos



Pedro Miguel (Blanquillo)



en el navazo llama la atención lo que parece ser un hoyo de la nieve o tal vez un "sorbior" 





avanzamos ahora en dirección NE, por la cresta, buscando el punto por donde la abandonamos anteriormente, pasando primero por los toriles al pie del puntal de la cuna



toriles



la fresnedilla



el corral de Bastián, bajo el puntal de Yescas



Peña Corva, altiva sobre Jabalcaballo


atrás dejamos el puntal de la cuna y más lejana la caseta





por el filo, llegamos por fin de nuevo al tranco del Bigarral, habiendo completado el aristeo completo de esta cuerda de Navazalto. Ahora queda descencer, la intuición me venía diciendo que si había un tranco, debía haber una senda y no tardé en reconocerla, ahora a seguirla para comprobar donde nos lleva...











¡como no!!! a la misma fuente del Vilano (Milano). Este lugar debió suponer en su día un importante cruce de caminos donde confluian la senda del Bigarral, la de navazalto, la de las Cebadillas y la que partía camino de Guarondo por la cañada del arroyo del Torno, una genuina "puerta del sol" serrana.





De allí, nos dejamos caer hasta el carril de Navazalto para salir a la carretera y finalizar donde iniciamos la ruta.













EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
 CUMBRES DE NAVAZALTO
Fecha
13/10/13
Itinerario
Carril de la fuente del Vilano (Milano) - fuente del Vilano (Milano) - Nava del Vilano (Milano) - senda de las Cebadillas - puntal del filo (1.375 mts) - cuerda del Bigarral - tranco del Bigarral - poyo angosto - monolito - peñón "partio" - cuevas - puntal de las cuevas - caseta de Navazalto - puntal de la cuna - puntal de yescas - cruz de yescas - tranco del Bigarral - fuente del Vilano (Milano) - carril de la Nava del Vilano (Milano).
Acceso
Carretera trnsversal de la sierra de las Villas. Se puede acceder bien desde Mogón, bien desde el puente de los Agustines, cerca del área recreativa del charco del aceite. 
Inicio
Carril a la Nava del Vilano (Milano)
Fin
Carril a la Nava del Vilano (Milano)
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Pista - Senda  y sin ella
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/
Distancia
9,79 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
4 h 30 min   
Cota mínima
1.100 mts
Cota máxima
1.375 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 528 mts.    Bajando: 528 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en la fuente del Vilano (Milano).  Precaución  con viento, riesgo de precipitación. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en la cresta de Navazalto.
Mapa
Foro
LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias


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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (IV). SENDA DE LA CUESTA DE NAVAZALTO (tramo de olivar) - LAS ALBARIZAS

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UNA GRAN PUERTA DE ENTRADA A LA SIERRA (VILLASGATE)

Como he leído en algún lugar MOGÓN es el primer pueblo con entidad con el que se topa el río Grande en su recorrido, por eso algunos consideran este lugar como el fin del tramo serrano de nuestro Guadalquivir. Y tiene sentido pues a excepción de las aguas del Cañamares y Cerezuelo que las recibe algo más adelante aquí termina de henchirse de agua serrana. Los Aguascebas, el grande y el chico, se descuelgan abruptamente desde la sierra profunda para aportarle sus torrentes diamantinos antes de que, ya mansamente, se encamine hacia la campiña. MOGÓN nació al amparo del río, así lo muestra en su característica distribución urbana, pero también lo hizo al de la sierra como una de las grandes puertas de la misma.

Pero esta puerta es rotunda, abismal, de Mogón partía la antígua senda de Navazalto, en la fuente de la Nava del Vilano encontraba fin, más bien terminaba para seguir ramificándose por el valle de Guarondo y llegar a todo sitios. En apenas once kilómetros es necesario ganar mil metros de altura, parece demencial, así dicho, una senda que salve tanto desnivel en tan poco trayecto, pero cuando se recorre la cuesta de Navazalto comprendemos que no hacían falta demasiados conceptos teóricos para ejecutar una imponente vía de comunicación.





Pues bien, nos faltaba inspeccionar la zona baja, la del valle del Aguascebas, el tramo de olivar como lo llama Gómez Muñoz (GM). Necesitábamos conocer con precisión el tramo amable de esta vía fundamental de comunicación entre la vega y el corazón de la sierra. Encontramos y reconocimos en su día el tramo alto, el duro tramo que nos emboca en el Navazo Alto y nos disponemos a hacer lo propio con este, no por menos exento de dureza y desnivel.





Como era una tarde y andábamos cortos de luz, decidimos ahorrarnos seis kilómetros que nos vendrían bien para detenernos en la zona que necesitábamos. Por ello en lugar de partir de Mogón, lo hicimos desde donde acaba el asfalto, a la altura del cortijo de Rubiales, donde los Aguascebas Chico y Grande se abrazan; tras recorrer esos tres primeros kilómetros en coche desde el cruce del Molinillo en Mogón, hasta el puente donde el camino de desdobla, a la derecha para la Osera y a la izquierda para la Huerta del Cura pasando por los antiguos baños del Saladillo dejamos el coche junto al puente, en la puerta del cortijo de las Monjas.



LA RUTA





Desde el puente del cortijo de las Monjas avanzamos sobre el camino de la huerta del cura. De momento cruzamos la cortijada de Rubiales, buen emporio agrícola debe ser debiendo estar lleno de vida en su día. Continuamos por el buen carril con la vista puesta en los grandes picachos y farallones que se alzan por nuestra derecha.








El Aguascebas grande corre en sentido contrario al nuestro, sosegando sus impulsivos aíres montañeros. despreciamos un vado que se desprende a nuestra derecha





continuando hasta la altura del cortijo de la canastera, donde unos metros más adelante se encuentra el puente de la huerta del cura que cruzaremos abandonando el carril que nos ha traído para encarar decididamente el barranco de Navazalto





Tras el puente, un carril olivarero nos eleva por la primera loma, la que viene desparramandose desde el puntal de las cuevas, rozamos un cortijo que GM lo nombra como cortijo de "Ologio" ahora en rehabilitación y tras una curva a la izquierda nos encontramos con el arroyo de Navazalto, el que nace en el Navazo y labra el barranco. Entre olivos avanzamos por una larga e interminable recta con la vigilancia constante del gran peñón de Navazalto. Superamos la "pasá del granaillo" llegando al cortijo del barranco, ¡cuantos trasiegos y devenires habrá presenciado en silencio este viejo cortijo!!!








Por aquí la recta adquiere una pendiente que repercute en el aliento pero nos anima que cerca se visualiza el fin del olivar. Efectívamente, en menos de un kilómetro el carril hace un brusco giro impuesto por el paredón rocoso con el que se topa, a la izquierda en lo alto el cortijo de la Fernanda nos saluda pero no se le entra por aquí sino más arriba.








Está claro, es el lugar donde debemos abandonar el carril, unas rodadas a mitad de la curva nos invitan a introducirnos en lo que seguro es el inicio del tramo de monte de esta cuesta. Aquí mismo regresaremos más tarde.





Iniciamos este reconfortante sendero despues del cansino carril olivarero encontrando en el incio, la entrada al cortijo de la Fernanda. La senda se ajusta al recorrido del arroyo ascendiendo por donde este le deja, pronto, en un rellano encontramos un cambio de vegetación, nos introducimos y nos reconforta porque se trata de la fuente de abajo, una de las dos que existen en la cuesta y mientras la otra, la de arriba la encontramos seca, a esta le corre el agua; curiosamente no se encuentra catalogada.





Continuamos el ascenso por un tramo bastante deteriorado por las correnterías del arroyo. Súbitamente salimos a un carril y reconocemos el lugar, hasta aquí bajamos desde Navazalto buscando el trayecto de la vieja senda, por tanto nos sentimos satisfechos al haber realizado la conexión.










Nos debatimos entre regresar por donde vinimos o... como aún nos queda algo de luz "trastear" algo la zona y fue un acierto, desde el carril en que nos encontramos, en apenas quince minutos nos plantamos en el collado y cortijo de las Albarizas (en algunos mapas figura como de los Almagreros), lo vimos desde arriba, desde la cima del peñón, porque ahora estamos sobre la loma que cae desde este, y reconocimos el topónimo fácilmente por el tono que la tierra adquiere aquí.








Al otro lado del collado, barranco oscuro nos llevaría al abrupto paraje de la Osera, pero eso será otro día, ahora toca reorganizar el regreso porque el sol se encuentra bostezando.





Nos lanzamos en una semimarcha atletica por la pista de servicio del cortijo que al día siguiente no pasó desapercibida, la pista es la misma que nos subió por lo que al llegar al cortijo de la Fernanda el camino es común





Otra pieza del puzzle de Navazalto, lo que parecía ser una caseta de fogoneros con buenas vistas...








EL VÍDEO







DATOS TÉCNICOS


Denominación
SENDA DE LA CUESTA A NAVAZALTO (TRAMO DE OLIVAR)
Fecha
17/10/13
Itinerario
Puente del cortijo de las monjas - cortijo de los Rubiales - camino de la huerta del cura - puente del cortijo del cura - senda de Navazalto (tramo de olivar) - cortijo de la Fernanda - senda de navazalto (tramo de montaña) - cortijo de las Albarizas (Almagreros) - senda de Navazalto - regreso.
Acceso
Desde Mogón, tomamos la pista asfaltada que se dirige a la Osera. Donde acaba el asfalto, hay un puente que cruza el Aguascebas Chico, ese es el punto de partida.
Inicio
Puente junto al cortijo de las monjas
Fin
Puente junto al cortijo de las monjas
Tipo de trayecto
Lineal, solo circula el tramo de las Albarizas
Tipo de firme
Pista - Senda  
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/
Distancia
14,64 kmts (ida y vuelta con el pequeño tramo circular)
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
4 horas   
Cota mínima
430 mts
Cota máxima
886 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 476 mts.    Bajando: 476 mts.
Perfil



Sugerencias
Abastecimiento de agua en la fuente de abajo, junto a la senda de Navazalto donde comienza el tramo de montaña. No encender fuego. No arrojar basura. Usar zapatos de montaña
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en parte de la ruta.
Mapa


Referencias


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SIERRA SUR (JAÉN): JABALCUZ Y CRESTA DEL DIABLO DESDE EL PORTICHUELO

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CRESTEO ENTRE UN "PENAERO" Y EL LABERINTO DE BELCEBÚ


Perdidos andábamos el amigo Paco y yo los días previos. Ni por asomo se nos hubiera pasado por la imaginación lo que el destino nos deparaba el fin de semana. La casualidad (¿destino?) hizo lo suyo, cruzarme con Fernando compartiendo tareas domésticas desencadenó los acontecimientos; dos horas después sabíamos que Jabalcuz nos esperaba “amistosamente”.





Jabalcuz, yabal al-kuz, monte de la alcuza, una tesis etimológica libre pendiente de contrastar pero con visos de estar muy cercana. Montaña solitaria, nítidamente identificable desde la lejanía, seductora prominencia que imana el pensamiento, enigmáticas entrañas que vomitan agua ardiendo, bastión montañero, entrañable y familiar por su cercanía con los urbanitas pero esencialmente bucólica y salvaje. Al igual que otras montañas señeras, solitarias, aisladas de su cordel natural como Aznaitín, Caballo del Torraso, Yelmo, emana una singular atracción. Este Jabalcuz que se pone la “montera” para anunciar inequívocamente el aguacero, vigía y faro de la comarca y preludio de la infravalorada Sierra Sur se nos ponía a tiro, a sabiendas de que íbamos de buena mano.





La propuesta se vislumbraba ambiciosa. Como corresponde a una solitaria montaña se simplificaba en tres reconocibles partes: ascenso – aristeo – descenso, la esencia montañera. Lo que no estaba escrito, como suele pasar, es la sensación propia, la personal y la que emana colectivamente, de la que uno bebe y se contagia inevitablemente.





Tendré un largo recuerdo de este itinerario, seguro, y por diversos motivos. Por ser mi primer contacto con esta sierra sur, por cumplir un deseo perseguido desde los inicios en que me dio por esto de subir y bajar cerros, por las anécdotas vividas en el recorrido...





y por la dureza de la ascensión, seguro que el camino de la fuente de cardear no la hicieron serranos de los de antes, seguro que la trazaron para subir con los Land Rover o con los Nissan Patrol, ¡Dios que “pechaco”!!!!!!! Como nos recordó al Mojoque...





Y finalmente por la incertidumbre del descenso, un camino (por llamarlo de alguna manera) con esencias de Belcebú, endemoniado, metidos en su umbría más sinuosa, el demonio añadía trabas a cada paso, efluvios y unturas resbalosas pusieron en jaque el remate de una vistosa, dura y satisfactoria jornada, pero al final ¡VENCIMOS AL DIABLO!!!!! (Al menos, así lo convenimos...).







LA RUTA


Iniciamos el camino en la zona conocida como el Portichuelo, en la carretera de Jaén a los Villares. De aquí avanzamos un par de cientos de metros por el arcen de la carretera para cruzarla y tomar un carril que se introduce en un denso pinar tras salvar una puerta ya que vamos a progresar por el interior de una finca privada.








Un fuerte ascenso nos permite ganar pronto vistas extraordinarias 








continuamos el ascenso que por momentos se suaviza








nos situamos en el carril de la fuente del cardear donde empieza el "penaero" del día








el grupo empieza a estirarse...





por fin en el collado, donde muere el carril, se abre el panorama con buena visual de la Tiñosa cordobesa





de Jaén, de su peña, de la cantera y media provincia





Por allí cerca, junto a la sima, hacemos un alto para reponernos de la subida e iniciar el definitivo asalto de la cresta de Jabalcuz








a mitad de camino encontramos los restos de una explotación minera, habrá que andar con precaución por los alrededores debido al gran número de simas y catas mineras existentes





cada vez que nos giramos es para emocionarnos, no es para menos...





volvemos a la cresta donde encontramos un collado (puede corresponderse con el portillo del lobo de Jabalcuz referido por JJ Frias en su ruta de investigación previa con Pepe Camel) que nos permite divisar claramente la otra loma de la montaña valorando desde aquí la dimensión de la subida realizada





de lejos veníamos escuchando el eco de gritos que nos sonaban a improperios, cada vez se percibían más cercanos, hasta que definitivamente descubrimos el origen. El pastor subía presurosamente despotricando (nunca mejor dicho) de nuestra presencia, nos temíamos lo peor. No obstante cuando llegó a la altura de la avanzadilla fue disuadido de la idea que traía, hasta el punto que departió amablemente e invitó a montar en su mula a alguna que le cayó bien... 













comentando la anécdota subimos sin sentir el último tramo, pronto la piedra del muerto estaba a tiro de eso...







poco pudimos mirar, si acaso una visual y la foto de rigor y desmontando campamento pues el biruje que corría en la cima no invitaba a la estancia





la Navidad ya se había instalado por la cumbre








al iniciar el descenso Mágina, espléndida, capta la atención





y la sierra de la Grana





mientras descendemos vamos desentrañando el horizonte más cercano











después de comer en el puerto del aire, encrucijada de caminos de Jabalcuz, tomamos inexorablemente el cortafuegos que abandonamos a la izquierda al finalizar los pinos para encarar el portillo del lobo (de la cresta del diablo) 








entramos decididamente en la umbría, ¡extraño! el averno se presenta frío...








sin demasiada complicación encontramos los tornajos metálicos de la fuente del tesoro, 





por encima de la fuente transita una preciosa senda que nos ilusiona, pero pronto ve fin y requiere de un cónclave para analizar las posibilidades del remate





el barranco del Reguchillo nos separa de la mella, que por cierto nos recuerda a una formación similar en las Villas con nombre más escatológico... 





Belcebu nos enseñó su cara más fiera, en pleno barranco, descendiendo, con la piedra húmeda de la umbría nos vimos encajonados en una senda de cabras buscando un posible pero incierto paso para salir de aquél atolladero 





el único paso posible, una mella en la cresta estaba exquisitamente complicada por la humedad





gracias al brazo poderoso de Lobo Rojo (por cierto, el izquierdo) pudimos ir salvando la trampa que nos había tendido Satán







otro más nos quedaba, aunque este ya nos resultó un bombón





por fin, asomados al portillo de la lancha vemos con alegría la cara amable de Jabalcuz





aún nos quedaba ganarnos el premio, primero descender un canuto de esos infames...








llegados a la pista, tomamos el paseo de descenso como un auténtico relax, algunos continuaron para cerrar lo previsto. Llegados a la urbanización Bellavista, teníamos un coche que nos llevó al portichuelo, lugar de partida en la mañana, dejé el GPS encendido para grabar los exiguos dos kilómetros por si alguien quiere ejecutar la circular completa.











EL VÍDEO





DATOS TÉCNICOS


Denominación
 JABALCUZ Y LA CRESTA DEL DIABLO
Fecha
23/12/13
Itinerario
Portichuelo-fuente cardear-cresta de Jabalcuz-piedra del muerto (cima de Jabalcuz)-puerto del aíre-portillo del lobo-fuente del tesoro-umbría de la cresta del diablo-portillo de la lancha-pista de Jabalcuz-urbanización Bellavista - Portichuelo
Acceso
Carretera de Jaén a los Villares
Inicio
Portichuelo 
Fin
Portichuelo
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Asfalto - Pista - Senda  y sin ella
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/
Distancia
17,83 kmts
Dificultad
Dificil - Muy Dificil (según condiciones del terreno)
Tiempo estimado
7 h aproximadamente   
Cota mínima
617 mts
Cota máxima
1.626 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1.214 mts.    Bajando: 1.214 mts.
Perfil
Sugerencias
Solo encontramos agua en la fuente del Tesoro, la fuente del Cardear estaba seca en esta época. Mejor, llevas agua para el camino.  Posibilidad de viento intenso en la cumbre. Riesgo de precipitación en varios puntos de la ruta. Evitarla con heladas o nieve, especialmente la umbría de la cresta del diablo. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en bastantes puntos de la ruta.
Mapa
Foro
LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias


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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): CUENCA DE ARROYO CHILLAR

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ARROYO CHILLAR, ARROYO DE VIDA




Esta entrada, una de las que más cariño le pongo, 
se la dedico a los serranos de entonces, 
los que trazaron las sendas que hoy podemos recorrer, 
y a los serranos de hoy, 
que las mantienen vivas y permiten transitarlas. 
Gracias Manuel, entre otros.









En plena Sierra de las Villas, relegado a un segundo plano por la fuerte personalidad de los llamados Aguascebas, nace y sucumbe el arroyo Chillar, en adelante lo llamaré royo Chillar porque fue así como lo llamaron ellos, los que nacieron, vivieron y murieron con él, los que lo mimaron y aprovecharon sus aguas permanentes y constantes para vivir en un lugar peliagudo y arriscado.



Morrones alto (cerro de Santa María) , bajo, solana y barranco de royo Cucharas,
una de las fuentes del Chillar



Fue por tanto el royo y su flujo el que convirtió esta cuenca, esta gran solana, en un lugar de vida, en uno de los territorios más humanizados de esta difícil sierra. De ello dan fe los numerosos vestigios, cortijos y tapuelas existentes, algunos de porte señorial para los tiempos que andaban...



cortijo de Agua los Perros



otros, sencillos y humildes, destinados a dar básicamente cobijo y calor en los momentos necesarios



humilde cortijo de Amador



cortijos empoyetados muchos de ellos, de difícil acceso, pero con amplias y esplendidas vistas desde su modesto porche o su era, aún presentes



cortijo del Puntal y el Puntal de la escalera en primer término, al fondo los morrones



hundidos otros junto al cauce del royo, aprovechando pequeños huertos, peazos arañados al monte y estabilizados con paratas delatoras aún de que ellos estuvieron por aquí.



ruinas del cortijo-molino del Cuco



No he encontrado nadie en mi trasiego, tan solo al pastor del Ojuelo que por temporadas sigue ocupando el cortijo nuevo, el que hay en el collado, porque el viejo, pura ruina, lo tienen para encerrar ganado.



CUENCA DEL CHILLAR



El Chillar, un corto afluente del Gran Río, de los primeros en entregarle sus aguas tras el freno que le imponen en el Tranco, aporta en sus apenas ocho kilómetros de cuenca una gran riqueza natural. Desde su comienzo allí por los collados de los morrones de SantaMaría y del Ojuelo y por los Tableros y el Hoyo y la lancha del Cagadero y las Correderas hasta su desembocadura generando una serie de rápidos apreciados por aquellos que se tiran en canoa desde el puente de los Agustines, conforma una cuenca singular, que a efectos prácticos, solo para lo que aquí nos interesa y sin pretensiones científicas, voy a dividirla en alta, media y baja.



mapa con las tres zonas de la cuenca del Chillar.
En rojo la cuenca alta, azul la media y verde la cuenca baja





1. Cuenca baja


En diferentes ocasiones he recorrido parcialmente la cuenca baja desde el puente Rompecalzas, allá por la venta de Melquíades o del Cardaor, desde el mirador que hicieron y llamaron del Tobón, a pie de la carretera que lleva de Villanueva del Arzobispo al Tranco y permite divisar el amplio valle de Chincolla.


puente Rompecalzas o de la Venta de Melquiades o del Cardaor

Un cómodo camino nos mete y asciende por el margen izquierdo orográfico hasta el cortijo del Tamborcillo. Allí empieza a complicarse, tiene que venirse para el Guadalquivir porque se topa con la Lancha del Pueblo y el macizo de los Altos del Chillar. A pesar de ello, es posible introducirse un buen tramo en lo más abrupto de su cañón por una sendilla que parte de este Tamborcillo definida por una antigua acequia, ahora goma negra de esas que inundan nuestro olivares, incluso tal vez sea posible llegar hasta el final del barranco allá por donde lo de los Riberas, yo no lo logré al encontrar deslizamientos de la ladera.



acequia en el cañón del Chillar, por debajo de lo de los Riberas

También desde el Tamborcillo es posible alcanzar la cumbre de esa agreste Lancha del Pueblo por una senda medio perdida, de gran pendiente y difícil de andar que parte de un bidón regulador del caudal en el camino de la acequia que se introduce en el cañón. Finalmente, desde el Tamborcillo , por detrás de la casa, podemos descender por un senderillo ya casi perdida hasta un vado y cruzar el Chillar a la altura del cortijo de la Grilla.



cortijo de la Grilla en primer término, al fondo el de los sesteros bajos o de "matojo"

La mujer que lo habitaba, Ramona, según me contaron, se dedicaba además de sus propios quehaceres que no eran pocos y de sol a sol, a ayudar esporádicamente en tareas de lavado de sábanas y mantas por los diversos cortijos de la zona a cambio de algo de viandas y pago en especies (preferentemente ajo harina con niscalos o andrajos). Cuentan que se había luxado o fracturado ambas rodillas al caer de una burra, resuelta espontáneamente en domicilio como sucedía habitualmente quedándole visibles torterones pero, aparentemente, con poco impedimento funcional.

Un poco más arriba un buen cortijo, el de los Sesteros de abajo aún en pie, conservado y habitado por temporadas. El de arriba ya una pura ruina, semioculto por la frondosa vegetación que crece por esta umbría de los Sesteros (de Aguilar para los mapas) que cae desde el Topaero y la loma de la Be.


cortijo de los Sesteros de abajo desde la zona del Tamborcillo



cortijo de los Sesteros de abajo desde su carril de acceso

Desde este paraje de los Sesteros es posible alcanzar la pista forestal hacia los Vadillos por una senda ascendente que se mete por la margen derecha del cañón del Chillar, bastante enmatojada en la actualidad, alcanzando un olivar y desde este la pista.


cañón del Chillar. arriba la lancha Agua de los Perros y, a la derecha, el cortijo de los Riberas

Es por aquí donde más se escucha CHILLAR a este royo Desde el cortijo de los Riberas en el altozano baja chillando y chillando, encajonado por el abrupto y bonito cañón de verticales paredes y covachones. Tal vez por eso lo llamaron así,...


Cañón del Chillar, a la izquierda el cortijo de los Riberas



acantilados que conforman este impresionante cañón labrado por el Chillar




2. Cuenca media


La cuenca media que hemos andorreado es la de la calma, aunque sus tributarios se derramen y retuerzan por angostos y torcidos barrancos. Consideraré como cuenca media la comprendida desde los vadillos del Chillar hasta la hermosa cerrá y pasá del Cuco. En algún lugar he leído que a este tramo se le conocía como Aguascebas del paso del Cuco. A tenor de esto y pendiente de poder contrastarlo con alguna otra fuente, nos dejaría claro que hablaríamos de royo Chillar propiamente dicho a partir de los Vadillos y hasta su desagüe en el Guadalquivir tras recibir los últimos aportes relevantes, es decir, la porción coincidente con la cuenca baja.

Sus tributarios por la izquierda son los arroyos del camino del Chindo y el de la Peraleja y el de Agua de los perros por la derecha. El primero y el tercero dan nombre al lugar donde se juntan al Chillar: los Vadillos del Chillar. Desde aquí el curso de nuestro protagonista se acelera para desparramarse por el cañón anteriormente descrito a la altura del cortijo de los Riberas. Aquí, en los vadillos construyeron dos bonitos cortijos aún en funcionamiento junto al vadillo que hay del lado del camino del Chindo.


Cortijos de los vadillos del Chillar


El royo del camino del Chindo nace arriba, por donde los Cotreras tenían huertos, cerca del collado del mismo nombre a pie del camino del Tranco de las Correderas. Recoge agua estacional de la vertiente que le cae de la lancha del Cagadero y de las Correderas, la del tornajo de los Contreras no pues se la llevan con una goma a la otra vertiente del Gran Río. De ahí baja acompañando al camino, primero suavemente y, tras el estrecho, con más alegría. El otro que conforma estos Vadillos viene desde bien arriba, desde la Albarda. El arroyo de Agua de los perros en su breve trecho, apenas 2 kilómetros, se descuelga desde los 1350 mts de la Albarda hasta los apenas 1000 mts de los Vadillos. Recorre ese buen cortijo que hay arriba y la tapuela del Pequeño. Aunque sus orígenes son estaciónales, la fuente que mana constante a pie de carretera y alguna más le aporta un constante flujo; más abajo se despeña por una cerrada que puede ser bonita de descubrir junto a la cueva agua de los perros, llamada del Romeral en algunos mapas. En tiempos esta cerrá era transitable por las gentes que allí vivían, me faltó un pelín para completarla pero las zarzas y la maleza se opusieron. El tercero, royo de la Peraleja, baja del collado del Chindo y de la lancha del Cagadero directamente por la ladera del Chillar, para unirse a este anunciando la proximidad de lo del Cuco. En el centro de todo, el Chillar o Aguacebas del paso del Cuco marcha parsimonioso, como preparándose para lanzarse a lo loco por la montaña rusa de su barranco, desde la cerrá del Cuco hasta los Vadillos una delicia de paseo para cualquier época del año.


royo Chillar en su zona media, tranquilo y remansado, por los Vadillos



3. Cuenca Alta


La cuenca alta tiene dos partes bien diferenciadas. Una, la más conocida por estar junto a la carretera, y otra selvática, abandonada, por redescubrir. La primera comprende los cauces de royo del Hoyo que nace allá por los Tableros y por ese depósito inagotable que es el Caballo del Torraso, se descuelga por el terreno para alcanzar, ya en la cañada, a su compañero, el royo del Ojuelo. Este, más estacional y tacaño en cuanto al aporte hídrico baja casi desde el mismo collado, de allí donde está el tornajo y el cortijo nuevo del pastor que lo ocupa por temporadas y, sin dilación busca el alivio de su colega, no sin antes ofrecerse a los cortijos del Ojuelo antiguo (Sopalmo Alto) y al de Casparra (Sopalmo bajo). Fluyen remansadamente por los peazos que hay debajo de los cortijos del morro para meterse de lleno en la encantadora cerrá del Cuco. Y no estarán solos, allí los espera por la derecha el royo de Carrales que tras brotar, como no, de las entrañas del mismo Caballo por veneros y por el bonito tornajo que da vida a los noguerones de Carralillos, fluye a ese barranco de Carrales donde la casa forestal y los cortijos de Carrales y la Lancha se benefician de su vida.

Ya estamos en el corazón, en el meollo de este espacio que hemos delimitado virtualmente: la maravillosa cerrá del Cuco.



Cerrá del Cuco. Por arriba, el royo de Carrales se derrama
sobre los de el Hoyo y Ojuelo que ya vienen unidos



Un lugar soberbio porque aquí trazaron en un palmo un lugar de paso, de necesaria comunicación, de ahí que más que hablar de cerrá (que lo es orográficamente) debemos hablar de pasá, acepción más antropológica y que, sin desmerecer a la primera, me parece más acertada para la ocasión. Si nos situamos debajo, donde la cerrá ya se resuelve, podemos hacernos a la idea y admirar la auténtica dimensión de este coqueto rincón. Me refiero donde se encuentra la cascada y el charcón que origina bajo ese peñón que con su musgo perpetuo a mi siempre me ha recordado a la cara de un índio (la percepción humana es rica y la contemplación del ñusco puede ocasionar diversidad de visiones).





Desde aquí casi podemos intuir como se va dotando este royo. Los arroyos del Hoyo y del Ojuelo vienen ya unidos y por la derecha mediante una pequeña cascada se desploma sobre ellos el de Carrales, ya los tres juntos conforman la cascada mayor (la del indio). Por encima, la bonita pasá que labraron en apenas un metro de ancho y a la que se asciende mediante una tonga.



refuerzos para la pasá del Cuco


La segunda parte de esta cuenca, más oculta, abrupta y salvaje es la delimitada por el barranco de royo Cucharas. Desde el collado de los morrones de Santa María se descuelga este royo hasta unos metros más debajo de la cerrá del Cuco para entregarse al Chillar. En su cabecera, debajo del morrón grande, justo donde se empina la cuesta Juliana hicieron el cortijo Terrones, un lugar privilegiado donde colocaron dos cortijos y sus cuadras.


gran chopo de cortijo Terrones. Cuando está "encendido" en otoño
delata la posición de este escondido cortijo


Curiosamente creo que en este cortijo de Terrones he encontrado el chopo que el pasado otoño tanto me llamó la atención desde Carrales, bajo el morrón alto de Santa María.


morrón o cerro de Santa María. Debajo el chopo de cortijo Terrones desde Carrales


Abajo, junto al royo, las huelgas, una sucesión de huertos donde las nogueras sobrevivientes atesoran un pasado de vida. Curso abajo, medio escondido por los pinos que plantaron cuando ellos se fueron está el otro cortijillo, lo he visto descrito como el de royo cucharas, el de Terrones de abajo y como el cortijo del Tío cucharas. Tres paredes quedan de lo que fue. A partir de aquí el royo comienza a conformar una curva a derechas buscando la pasá del Cuco para precipitarse con más brío sobre el Chillar. Allí cerca se alza uno de los cortijos más bonitos que yo he visto por estas sierras, el del Tío Luciano.


cortijo del tío Luciano


Hermoso, dos plantas, vistoso, se aprecia desde casi todos los puntos de esta cuenca y con una panorámica envidiable en un amplio morrete que dio para huertos regados por una buena fuente a tenor de los chortales que encontré y tuve que atravesar para llegar hasta él. Dentro, aún vestigios de los trojes para el grano en el piso superior y la chimenea con su repisa conservada y la pared de azul, ese azul presente en las casas que se pretendían enlujar un poco.






Sin duda, da para mucho esta cuenca del Chillar. Da para admirar la orografía en una escueta pero completa y diversa cuenca. Da para entusiasmarse y recorrer restos de la arquitectura que ellos nos dejaron, cortijos, pegueras, escaleras, trancos, caleras, paratas, ... y una pasá primorosa. Da para disfrutar con las sendas que abrieron, una completa red de comunicaciones en un palmo de terreno, sendas de largo recorrido como la de los albardanos o la de cucharas, sendas de piedra aún reconocibles y sendicas humildes para trochar de cortijo en cortijo.

Solo espero que quién visite y recorra el lugar y le guste, lo cuente bien alto, para que el humilde legado que nos dejaron perdure.








Nota: Algunos topónimos mencionados, aunque existen, pueden estar localizados de manera inexacta. Los numerosos errores en los mapas manejados me hacen dudar en algunos casos, aunque al día de hoy es como tengo configurada la zona que he recorrido. Progresivamente confirmaré tratando de contrastar lo aquí expuesto, rectificando lo erróneo. Abierto queda para los comentarios pertinentes.

SIERRA DE SEGURA (JAÉN): CUERDA DE LOS MIRADORES Y ALDEAS PERDIDAS

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REQUIEM POR LAS ALDEAS PERDIDAS


       Los Centenares existen...
          hace años que quedaron completamente abandonados,
          pero sus casas aún resisten, pudriéndose en silencio,
          en medio del olvido y de la nieve,
          en las montañas de la sierra de Segura...



Quién haya tenido en sus manos La lluvia amarilla (Julio Llamazares, 1988) , entenderá el párrafo anterior...

La primera vez que leí la introducción, ineludiblemente me transportó a los Centenares. 
A menudo sucede que, mientras leo un libro, necesito recrear virtualmente donde discurre la trama, preciso un referente. Y que mejor lugar, los paralelismos son obvios (salvando las distancias geográficas entre el Pirineo oscense y nuestra Sierra). Conforme avanzaba la lectura, Anielle y los Centenares habían estrechado lazos de hermandad en mis neuronas y en mis emociones, estas se trasladaban a los alrededores y Berbusa, Sosín y Oliván tomaban forma en las Canalejas, Miravete, las Huelgas... barrancos, arroyos, cimas y valles tenían su reflejo, de tal guisa que me duró un par de días la lectura.


¿Anielle? ¿Los Centenares?


He disfrutado la lluvia amarilla en muchos rincones de la sierra, los Anchos, Linarejos, el cañón del Segura, arroyo Canales, el valle de Guarondo, la cueva del peinero, la Nava de San Pedro... y anhelaba disfrutarla por el barranco del lobo. Un año con otro los días acortaban en otoño, o llovía, o... total que aplicando el sabio proverbio de que los Centenares estarán allí, pues algún año caerá pero entretanto no quería demorar más el recorrer este rincón humanizado durante años y años, y ahora, yerto, mustio y yermo.





La gran diferencia entre Anielle  y los Centenares reside en que mientras el primero murió de viejo, el segundo acabó en un accidente premeditado, mientras el primero se desangró lenta y pausadamente, el segundo sufrió un quebranto súbito, una cuchillada trapera que le hizo vaciarse fulminantemente.





No he encontrado, por más que lo he perseguido, referencias tangibles sobre el origen del topónimo. La lógica que finalmente ha prevalecido es que debe guardar alguna relación con el centeno, por lo que me sumaré a la tesis de Antonio Vela y Enrique Martín. Probablemente la producción de este gano es la que mejor se adecuó a aquella zona escarpada de montaña, a la que sin embargo le ganaron terreno con numerosos huertos y zonas de cultivo. El centeno suele cultivarse en zonas frías, donde al trigo le cuesta brotar y desarrollarse plenamente. Como he podido leer, “el centeno es de los cereales más usados el más salvaje, más fuerte y en definitiva, más rustico, lo cual lo hace menos delicado y más productivo que el trigo, el cereal más noble”. El pan negro, aquél que se hizo (im)popular por necesidad durante la postguerra en casi toda España, aquí seguramente era bastante común, con y sin conflicto. Al menos posee una ventaja, el pan de centeno dura más que el de trigo. 
Hay otro lugar distante, también serrano y querido, que guarda ciertas similitudes orográficas y toponímicas, El Centenillo, allá por sierra Morena y que igualmente me ha traído de cabeza el origen de su peculiar nombre. Propongamos, por tanto, esta explicación abierta y mejorable en cualquier momento.




La cita estaba en ON, la primavera sobresaliente, al menos sobre el papel, las ganas de disfrutar por estos misteriosos parajes, aldeas perdidas donde los ecos quedaron atrapados en los barrancos, rebotando y amplificando el grito de injusticia donde se cumplió que los intereses de pocos acabara en la diáspora de muchos. Paradójicamente, resulta hilarante que la desgracia de aquellos se haya tornado placer y disfrute para los que ahora husmeamos en los ecos esperando escuchar algunas risas, algún lamento, algún adiós de quién allí dejó su casa, sus campos y hasta sus muertos…









LA RUTA

Largo viaje para iniciar ruta. Arrancamos en un entrañable y recoleto paraje donde aflora el Segura a la vida.


Fuente del Segura


De allí comenzamos pronto a calentar porque en apenas un kilómetro ascendemos cien metros de desnivel, lo que tardamos en llegar a la bifurcación donde, si tomamos el camino de la izquierda en lugar del que llevamos, acabaremos en Don Domingo, o en el Patronato, o perdidos en medio de la nada bajo la amparo del Almorchón.


bifurcación GR7 - GR144


Pero dejaremos esa tentadora cañada de la cruz para otra ocasión, y en esta, nos iremos de cabeza hacia la loma N del Pinar del Risco uno de tantos calares que circundan los Campos. Nos rodeamos de vegetación que contrasta con el paisaje desértico que dejamos atrás por las Fuente Segura y los Pontones.


por el GR7 rodeado de laricios


Otro kilómetro más y divisamos, por la derecha, la tiná de la Loma, detrás queda el barranco de la fuente de la puerca cuyos tornajos divisaremos más adelante también por la derecha, ya que nuestra izquierda el camino se encuentra completamente circundado por laricios. Por encima de los tornajos anuncia el amigo Pepe nuestra salida del barranco del lobo de regreso, aunque avanzo que menos relajados que en estos momentos placenteros, en que un cielo azul sin una nube en el horizonte dirige nuestros ligeros pasos.


Tiná de la loma


tornajos del arroyo de la puerca


También adelanto que llevamos intención de recorrer la cuerda completa de los llamados Miradores, bonito nombre diseñado para los pisapraos que ahora nos aventuramos por allí. Pero ellos no miraban, atajaban por esas riscas a los peazos que tenían arriba en los llanos, y por donde nosotros ahora miramos, ellos se asomaban a vocear, si curioso, pero cuando no había móvil (que es verdad que hubo un tiempo que eso pasaba) los recados se voceaban desde lugares aventajados, mensajes cortos, concisos, que el aíre se encargaba de hacer llegar a su destinatario. Cuando nos asomemos, lo vamos a entender muy fácilmente.





Llevamos aproximadamente unos cinco kilómetros recorridos y la pista comienza a cansinear, encontramos un cruce bien señalizado, porque hasta aquí hemos circulado por el GR 7 ese gran sendero que dicen que llega hasta Estambul y tiene el privilegio de pasar nada menos que por la plaza de Coto Ríos. Aunque no conozco a nadie que haya llegado a Estambul por aquí, si que es sugerente y romántica la propuesta. Bueno, acabemos lo que llevamos que no es poco.





Como decía, en el cruce donde nos quedamos, giramos en dirección que marca Mirador de Juan León, más tarde retomaremos el GR7 con dirección Coto Ríos tras abandonar este la Hoya del Ortigal.


bifurcación del GR7 hacia los miradores


Ya sin vegetación, por los roales de tierra que recuerdan antiguos cultivos, llegamos en un periquete, apenas quinientos metros para el primer gran púlpito oteador.


mirador de Juan León


Al asomarnos la imagen conmueve, al fondo unas casitas aún en pie, muchas con sus tejados saludan agradablemente la retina pero... no se ve nadie, no se oye nadie. Los Centenares llevan muchos años en silencio, si voceáramos desde este torreón privilegiado en el que nos encontráramos, ni siquiera los cuervos responderían pues también se fueron, al no contar ni con grano para alimentarse.


Los Centenares





En este punto comenzaremos el tramo aventurero. Tomamos el filo del escarpe y lo continuamos siguiendo las indicaciones de Antonio Vela y Enrique Martín ganando unas panorámicas asombrosas, propias de las mejores cimas de esta Sierra, Yelmo, Gilillo y su cuerda, Peña Corva, Majal Alto, el Tolaillo y Peñamujo,...


Majal Alto


de izquierda a derecha: Pardal, Peña Corva, Peñón de los Desesperados, y Morra de los Cerezos


Sierra de las Lagunillas y Poyo Segura de Pontones


Peñamujo, el Tolaillo y el Yelmo


Cuando llegamos a la cima aparece la descomunal mole de las Banderillas, estamos tan cerca que las casetas se divisan sin dificultad, los campos del Espino se hacen infinitos cerrados por la cuerda de la Cabrilla y de repente, otra emoción, el inconfundible vallejo de la Hoya de la Albardía, quizás una de las mejores perspectivas que se pueden tener de este bucólico paraje. Los calarejos de los Villares y Nevazos cierran el horizonte de esta mayestática visual.


Banderillas


casetas de fogoneros en las Banderillas


campos del Espino


Hoya de la Albardía


Calarejo de los Villares


Nos entretenemos, como no, con las panorámicas, y en eso un rebaño de cabras triscando por la cumbre que se solivianta ante nuestra presencia.








Toca dejarnos caer a la cañada que desciende de la hoya del Ortigal para enlazar de nuevo con el GR7, casualmente encontramos una senda que por aquí discurría, debiendo ser bien transitada a fe de los resiegos que hay a su vera.


loma que desciende de la cuerda al GR7


gran resiego


Una vez abajo, con Peña Corva de testigo, tomamos un cómodo camino que bordea por encima la preciosa cortijada de la Albardía  y pasando por unos tornajos, nos lleva por un árido camino hasta el collado de los Frailes, volcando después hacia el cortijo de las cabañas por una entrañable senda de piedra seca y pasando junto a donde el arroyo del hombre y el de las grajas ven la luz vigilados desde la distancia por el puntal de las Cabras.





Hoya de la Albardía





collado de los frailes








En nada nos situamos donde se ubicó la CF del prao de la Peguera, lugar en que dejaremos nuestro camino para tomar una trocha más o menos a la altura del mirador-voceador de Juan León donde estuvimos asomados, que nos encajonará en el barranco del lobo, en su inicio, por la ladera de la solana, antiguos campos de cultivo ahora convertidos en pinares de repoblación, con los farallones por donde anduvimos cresteando frente a nosotros.


bifurcación para los Centenares





Súbitamente, tras los pinos se abre una amplia panorámica, hemos llegado, una era nos saluda, desde aquí los Centenares conservan aún la incógnita de descubrir a alguno de sus moradores saliendo a la puerta, con el ánimo pausado de quién espera para dar la bienvenida.




Pronto se torna en un espejismo, la soledad más categórica abunda en esta planicie, ni siquiera aquél que cuentan se ha resistido a perder su territorio, su pequeña parcela en una lucha desnivelada, anda ahora por aquí. Lo cierto es que, a pesar del luminoso día, los colores me aparecen adulterados, predominando un ByN, sepiaceo, impropio del esplendor que nos rodea.





Necesito recorrer estos cortos callejones sin nombre y así lo hago, mirando detrás de las puertas abiertas, en los rincones de los corrales, parece imposible que la soledad más absoluta reine en lugar tan bello, si lugar bello, ahora lo miro con ojos de turista, pero párate y piensa en ellos, como era su día a día, sus largas tardes invernales, sus inviernos de casi seis meses, sus frías noches llenas de incertidumbre para el día siguiente. La conversación de mis compañeros me saca del trance, convenimos parar a reponer fuerzas, abajo, junto a la fuente-lavadero.



















En eso estamos cuando comienzan a arremolinarse confluyendo gropusculos de nubecillas que van borrando el intenso techo azul que nos cubre. Desde donde estamos, reposando tranquila y bucólicamente la ingesta reciente, se atisba a lo lejos el Miravete, otra aldeucha similar que me saca del tedio pensando en su toponimo. Por más vueltas que le doy, mirando desde la lejanía solo se me ocurre un juego de palabras Miravete x Minarete (o al revés) pues un minarete es lo que me parece desde aquí el espigón que planea sobre la pequeña aldea. En fin, dejemos elucubraciones  y reanudemos la marcha a instancias de los compañeros, que perciben, no sin razón,  que la “cosa se pone fea”


El Minarete





Tomamos, más ligeros que pausados, el camino descendente que nos lleva al arroyo del lobo, embarrancados a esa altura comienza a tronar sobre nuestras cabezas, es pasmoso como el vello se transforma en escarpias superando al chascarrillo en una progresión geométrica, lamentablemente no llevamos los útiles para el conjuro (trébedes, tenazas de chimenea y hacha con filo). Entrando en el Miravete comienza el chapuzón.


El Miravete











Felizmente la partera nos ofreció su casa para resguardarnos, dentro pasamos la incertidumbre de si podríamos continuar o tendríamos que pasar la noche con las ánimas autóctonas, afuera el eco del barranco reverberaba con fuerza la queja celeste.








Con paciencia todo pasa, y nuestra tormenta no pasó pero nos dio una tregua y se movió como para otro lado. Por supuesto la primera intención de visitar las Huelgas se pospuso por “absoluta-nimidad”, agradeciendo apresuradamente a quienes desde otra dimensión si habían conjurado la tormenta, “rascamos uñas” para el Miravete (geográfico) por una bonita senda que nos encarama hasta Poyo Serbal, no sin algún esfuerzo que requiere parada de resuello y mirada de asombro hacia lo que abajo dejamos.














Arriba, ya en la planicie, vemos que la tormenta se revuelve hacia nosotros, vamos rozando el límite de la tempestad, cada tronar lo contamos proporcionalmente a la distancia que nos separa de nuestro destino. Finalmente, la intención de llegar a Pontón Alto y de allí volver por Fuentesegura se fue al traste, tomando la diagonal por donde pudimos, por cierto poco recomendable y menos con prisas, para caer directamente al arroyo de la puerca unos cientos de metros antes de abandonarse en Fuentesegura.


Poyo Serbal


abajo el arroyo de la Puerca, al fondo Fuente Segura








Como colofón, tras la penitencia prevista en el siempre agradable Cortijo, realizamos una visita al Cristo de Pontón Bajo, el que rescataron de la fábrica de las lanas cuando la rehabilitaron en el magnífico establecimiento turístico Refugio del Segura y permanece allí, vigilante del Segura y de los viajeros que por delante transitan, fue como una acción de gracias a la contención in extremis de los elementos meteorológicos, bueno, así puede quedar bien, aunque no fue exactamente de esta manera…
















VÍDEO





DATOS TÉCNICOS

Denominación
CUERDA DE LOS MIRADORES Y ALDEAS PERDIDAS 
Fecha
26 /05/2013
Itinerario
Fuente Segura - cuerda de los Miradores - GR7 - collado de los frailes - Cortijo de las Cabañas - Los Centenares - barranco del Lobo - El Miravete - Hoya del poyo Serbal - Fuente Segura
Acceso
Hay que llegar a Pontones. Desde allí, por la pista asfaltada nos desplazaremos hasta el nacimiento del río Segura en Fuente Segura de arriba donde podemos dejar los vehículos. Hay una fuente, un área recreativa y un kiosko que abre durante el buen tiempo.
Inicio
Fuente Segura (nacimiento)
Fin
Fuente Segura (nacimiento)
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Sendero, jorro y pista
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
 20 kmts   
Dificultad
 Moderada-Alta 
Tiempo  estimado
 9 horas   
Cota mínima
 1.217 mts  
Cota máxima
 1.783 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 822 mts.    Bajando: 822 mts.
Perfil

Sugerencias
Agua al inicio en Fuente Segura. En el tornajo del collado del Fraile y en la fuente de los Centenares. 
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar y Vodafone baja en casi todo el recorrido. Bajando a la Hoya del Ortigal puede conectarse con Vodafone y en la fuente de los Centenares con Movistar. En otros puntos depende mucho de la potencia del receptor  
Mapa

Foro
La RUTA en el FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias

  • Las mejores excursiones por las sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Vela Lozano, A Ed. El Senderista 2ª edición, 2008; pp 167-172
  • Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Guía del excursionista. Martín Fernandez, Enrique A. Ed La Serranía.2008
  • La lluvia amarilla. Llamazares, J. 1988.
  • Biodiversidad y conocimiento local. Las variedades cultivadas autóctonas en el entorno de Doñana. Ibancos Nuñez C,  Rodriguez Franco R. Junta de Andalucía, Consejería de agricultura, pesca y desarrollo rural. 2010. pp 295-310. En  
  • Experiencia propia y de los ruteros que me acompañaban.

SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): CUEVA BUENA POR LA VIEJA SENDA DE ARROYO MARIA

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HISTORIA EN LAS CUMBRES


Subir a CUEVA BUENA es un viaje en el tiempo. Subir a CUEVA BUENA es también un viaje en el espacio.


CORTIJO DE CUEVA BUENA


Quienes la encontraron y allí se instalaron sabían que su vida no sería fácil, que en lugares como aquél, ganarle algo a la tierra sería un milagro. Cortadas laderas, profundos barrancos, poyos donde difícilmente se guarda la verticalidad y,sin embargo, ellos creyeron en el lugar, o tal vez no tenían más remedio que creer, tal vez no tenían otro lugar.


Cueva Buena (ladera S-SW)


El caso es que la llamaron CUEVA BUENA, porque es buena de verdad. Encarada al S-SW, al sol de la tarde, y resguardada de las ventiscas del N, en un lugar en que el aire es dueño absoluto del contorno. CUEVA BUENA es una oquedad bien recogida donde cabe un numeroso hato de ganado que entonces daba para mucho, ciento y pico de cabras metían allí.


Cueva Buena (interior)


Pues sobrevivieron y hasta prosperaron. Sobrevivieron como se hacía en la sierra, con el rebaño que fue creciendo, y con poca siembra porque por allí poca agua había. Y tuvieron que acostumbrarse a la soledad del entorno, a la música del viento y al techo de estrellas bien cercano, a brutales tormentas y a caminar distancias para relacionarse con los vecinos más cercanos, los de Prao Chortales, tía Marcela, tío Juan José, tía Silvina, Julio, Lorenzo,... también con los del Tornajuelo y hasta con los del Tosero. Con la “melonera” del Gollizno y, como no, con los de los cortijos de la ermita de la Hoz. Allí, en la Hoz vivía la hermana de tía Gregoria, la tía Josefa, casada con el tío Juanete que fue a morir, cosas de la vida, en Cueva Buena.


paraje de Prao Chortales


CUEVA BUENA es también un cortijo, la casa que construyeron después al abrigo del peñón que cobija a la cueva, en realidad eran dos cortijos, uno para cada hermano, Gregoria e Higinio, separados por el horno compartido.


cortijo de Cueva Buena


Pues subir a CUEVA BUENA es también un viaje en el espacio, desde el río, desde el puente de los Agustines, molino aceitero de los García Franco hay que transportarse más de seiscientos metros de altitud en apenas cinco kilómetros de senda que serpentea por poyos y lastras y que ponen a prueba el físico, el equilibrio y la capacidad de asombro de cada uno al ganarle altura al cañón de royo María primero y al del río Grande más tarde. Por allí subían y bajaban con sus mulos, cuando la senda estaba impecable porque ellos la arreglaban cada vez que pasaban, la necesitaban imperiosamente. La vieja senda de Cueva Buena también la usaban los de Prao Chortales porque era mejor de andar que la suya, la que viene más derecha embarrancada en royo María, sobre todo si llevaban animales.


ultimos tramos del barranco del Guadalquivir desde Cueva Buena.
Abajo la carretera del Tranco de donde procedemos.


Subir a CUEVA BUENA es poner a prueba la verticalidad por esos poyos de Andaragasca (andar-a-gascas o a gatas) donde tenían un puñado de olivas para el aceite del año. Y también encarar la impresionante cuesta del Palancar y rozar Cueva Camarilla y asomarse a la Veleta, picacho despampanante que se alza sobre el charco del aceite y mirador exquisito sobre la junta de royo María con el Grande, enfrente la grandiosa Cañada de los Caballeros y sus cascadas cuando es tiempo y salen.


cañón del Guadalquivir por la junta con royo María


cascadas de los Caballeros junto a la cueva del ermitaño


Subir a CUEVA BUENA supone igualmente tomar conciencia de lo que el fuego se llevó en un plis plas, las laderas descarnadas muestran el dolor y la desolación de la tierra al perder su manto protector que, unido a las inmensas e interminables pistas que construyeron para la limpieza de la zona, acabaron con las viejas sendas y perfilan un estremecedor panorama.





Allí subiremos, a CUEVA BUENA, despacito, sin prisas, resollando lo preciso pero abriendo bien los ojos ante tanta belleza comprimida en tan poco terreno. El cortijo está en el mismo collado. Por la puerta pasaba la senda que subía y bajaba de las Cañaillas, la que les permitía ir al Tranco, mala cuesta esa.





Si te sientas unos minutos y escuchas el aire, que allí hay mucho y limpio, seguramente puedes oírlos. A María, la niña, jugando con sus hermanos y con sus primos, los de tío Higinio. Y a Gregoria, su madre disponiéndole faenas, abriendo Cueva Buena para que saliera mansamente el rebaño precedido de los chotillos blincando cuesta arriba para el collado del aire y otras veces para el poyo de las culebras donde tenían en ocasiones que lavar cuando no había agua suficiente en su fuente. Meterio con su merienda, arriba y abajo por aquellos riscales contando las cabras para que no se perdieran. Y a la noche, otra vez a cueva Buena, a dormir calenticas, y así un día y otro. De vez en cuando a Prao Chortales de visita, o a ayudar a sacar las habichuelas. Otras veces a la Hoz a ver a tía Josefa. Y así pasaron la vida en CUEVA BUENA donde lo dieron todo, hasta que Gregoria enfermó y murió y Fermín, el padre, decidió cambiar de aires, los buenos aires de las cumbres por el rugido del Chillar, la cueva que los amparó por el río gritón, los poyos de andar-a-gascas por la umbría de la loma de la Be. Y se mudaron a los Sesteros dejando media vida en las cumbres.


LA RUTA



Aunque podemos llegar a Cueva Buena por varios itinerarios, en esta ocasión comenzamos en el puente de los Agustines, antigua encrucijada olivarera al estar ubicado el molino aceitero de los García Franco, al pie del camino de El Tranco, el viejo y bonito camino que subía por la cerrada que labró el río Grande para salir de la sierra. Allí, donde un MERMECINOo mejor melmecino se convirtió en protagonista marcando por derecho el lugar, podemos tomar agua en su fuente e iniciar nuestro periplo. También podríamos comenzar un kilómetro más arriba, donde la carretera cruza royo María para brincar el Palancar, pero nos perderíamos un tramo fundamental, una ribera exuberante de vegetación, la confluencia de royo Martín con royo María, unos deliciosos mil metros que solo andando podemos disfrutar como corresponde.


kiosko el mermecino, junto al puente y almazara de los Agustines o García Franco


Cruzamos el puente que arreglaron cuando hicieron la carretera transversal, una antigua barrera alzada nos recuerda que en este lugar se situaba uno de los controles de entrada y salida, el otro en el paraje de los Vilchetes, al otro extremo de la sierra. Junto a la barrera hay un panel de obra que indica el trazado de la carretera y sus lugares más significativos, desgraciadamente en un deplorable estado de conservación y amenaza de desplome. Unos metros delante, por la derecha sale un camino, carril olivarero que acompaña al río Grande por su ribera izquierda, nos lleva hasta la Venta del Pino y hasta el puente de la Gorda si nos lo proponemos. Por aquí han trazado parte de la 6ª etapa del GR Bosques del Sur, la que va desde la hoya de los Trevejiles hasta la fuente de los Cerezos y que otro día recorreremos.



puente de los Agustines, una de los accesos a la sierra de las Villas


El cantar de royo María, de caudal constante nos ayuda a remontar las primeras rampas. Pronto, por la izquierda advertimos una obra forestal, una de esas antiguas tomas de agua que hicieron para los incendios, es la acequia que viene de royo Martín, la que hicieron para mover el molino aceitero de más abajo. Por encima de la toma de agua, la acequia cruza la carretera y se cuela por el surco de royo Martín arriba. Disfrutando con el agua, las sombras que aquí se forman y lo encajonado del camino, nos situamos en el puente de royo María, donde una cerrada curva a derechas nos anuncia la cuesta de los Palancares. Dejaremos el asfalto en este punto para meternos por un rodal que sube acompañando al arroyo, pegado a este hasta el muro de un pequeño embalse que le hicieron para retenerlo y prevenir avenidas. Trepamos al muro por unos escalones y allí es donde ahora se toma la senda vieja.


acequia que cruza royo María proveniente de royo Matín que se dirige a la almazara


Y tenemos que estar bien atentos a su arranque para coger el bueno ya que existen varias trochas de animales y de personas que no han encontrado el inicio. Desde el mismo arroyo arranca fuertemente zigzagueando, separándose de este y ganando altura rápidamente. Busca la pared que cae de los poyos que luego andaremos, se va unas veces para la derecha y otras, tras un giro brusco, para la izquierda hasta que se topa con la pared de la que hablábamos y ya no puede subir más, tomando dirección contraria al caudal del arroyo hasta que sale de la cerrada, abriéndose una amplia panorámica del barranco de este juguetón royo María.


refuerzo en la senda de Cueva Buena


senda de cueva Buena saliendo la bifurcación de cueva fría


barranco de royo María


En este tramo una bonita cascada y algunos saltos más podemos disfrutar. Estamos en el conocido paraje de cueva fría, esta se encuentra en la otra orilla del río, enfrente de nuestra posición, oculta por un tupido zarzal. Aquí la senda se bifurca, un ramal sigue de frente, acompañando primero al arroyo para abandonarlo más adelante y remontar por sitios complicados hasta Prao Chortales. El otro, se va para la izquierda encajonándose primero en el barranco y remontando con brío hasta unos inclinados poyos.


cascada del arroyo de las culebras


cueva fría


Llegar hasta aquí y contemplar lo que nuestro ojos puedan abarcar es ya un hito. Desde Cueva Fría, la senda se encuentra bastante irreconocible, debiendo tener experiencia y paciencia para averiguar el trazado original y no salirse del mismo, los efectos del incendio y el monte bajo crecido con posterioridad han tenido un efecto de borrado sobre la ya tenue senda existente.


senda de cueva buena por los poyos de andaragasca





Tras cruzar los difíciles poyos de andaragasca  sabremos que llevamos buen camino al toparnos con un olivar, descuidado, sin arreglar desde hace muchos años. Lo cruzaremos en su totalidad y, donde se encuentra el último pie debemos buscar bien la senda para dar con ella, pues aquí remonta por la derecha.


olivar de los poyos de andaragasca


No obstante podemos desviarnos brevemente y continuar en la dirección que llevábamos para ganar el puntal de la Veleta (lo que nos costará aproximadamente una hora entre ida y vuelta), ese que claramente nos señala la ubicación del charco del aceite, desde ese gran volaero tendremos una vistas inmejorables del valle del Guadalquivir saliendo de la angostura a la que aquí se ve sometido. Igualmente tendremos unas vistas de privilegio de las cascadas de los caballeros (si estamos en época de lluvias) y de la impresionante cuesta del palancar que nos introduce cómodamente en la sierra mediante vaivenes a derecha e izquierda.  




cuesta del palancar


puntal de la veleta


caseta de fogoneros de la risca del Quijarrón o Guijarrón


Desde este punto, si nos giramos, podemos intuir a donde nos llevará la senda que tendremos que buscar donde la dejamos en el olivar, la pared que cae a plomo frente a nosotros. Así pues, manos a la obra y regresamos al olivar para buscar el arranque de la senda que nos eleve hasta la base del farallón que tenemos frente a nosotros. A duras penas y si logramos encontrar las trazas, esta nos llevará a caballo por la loma hasta que alcanzamos la parte más alta donde se hace más visible y nítida, perfectamente reconocible viniéndose para la izquierda queriendo rodear el paredón que nos corta el paso.


buscando la traza de la senda por el olivar


loma por donde asciende la senda prácticamente perdida


Entonces será cuando tengamos una grata sorpresa, el encuentro con las cuevas Camarilla, unos preciosos abrigos en la roca por los que podremos transitar increíblemente por un buen rodal.











Entretenidos con el paisaje, pronto percibimos la pista que hicieron tras el incendio para los trabajos forestales, bueno una de ellas, la inferior, y a ella nos dirigiremos acercándonos al arroyo que baja de cueva buena tras dejar Camarilla.





Cruzaremos la pista e intentaremos volver a intuir el trazado de la senda, no es fácil pero si alzamos la vista hacia arriba y a la izquierda, distinguiremos el objetivo, nuestra cueva buena y, por tanto, nos servirá de referencia para intuir su dirección. Un poco más adelante, cuando se viene para la izquierda y remonta bravamente, es cuando se hace más reconocible por la piedra suelta delatora de su pavimento en la cuesta.



salida a la pista, enfrente el barranco que hay que subir para llegar a Cueva Buena










arriba Cueva Buena


En nada nos topamos con esta bonita y coqueta cueva que dio nombre al paraje, al collado, al cortijo y a la senda por la que se le accede, comprobando cuanta razón tiene el nombre que le pusieron. Todavía tiene las paredes negras de las fogatas y los cercados de piedra para que los animales no se salieran.

















Por la derecha, un rodal nos indica que es por donde debemos seguir, en nada pasando por algunos peazos estamos en la pista, la del nivel superior, la que hicieron sobre la vieja senda que subía desde el Tranco, por las Cañaillas a Prao Chortales. Allí está lo que fue la casa, aún se adivina su composición, en pleno collado.





Estamos casi en las cumbres de la que vinieron a llamar sierra de las Lagunillas, solo algunas lomas escarpadas nos separan de la cuerda, el día no está para florituras así que convenimos continuar con lo previsto, continuar por este tobogán de pista que por los poyos de las culebras alcanza la cortijada de Prao Chortales.








Llegando a Prao Chortales


Por la zona tenemos una pendiente, averiguar el trazado de la senda que subía a la cumbre para volcar a las Lagunillas. Esa senda debe estar casi invisible ya que la zona escarpada y los efectos del incendio deben haber dejado poco rastro de ella. (Cuando realizamos la ruta, esa era la situación, en la actualidad parte del recorrido de esa senda fue desvelada por el amigo Pepe Cabrera que recientemente anduvo por la zona investigándola).





Nos detenemos poco en las seis o siete casas que formaban el caserío.





Avanzamos por la pista a buen paso porque se nos echan encima las nubes. Aún nos da tiempo a comer allí donde royo María ve sus primeras luces por lo del cortijo del Tejuelo.





Quería haber repasado la zona, creo que por allí hay una antigua peguera, pero otro día será pues una fina e incesante aguachirri empieza a empaparnos, lo que nos obliga a dar el arreón, nos perdemos el impresionante barranco de royo María desde arriba.













En poco tiempo nos colocamos en la lancha del Tosero que atravesamos sin la posibilidad de levantar la vista ni de hacer una fotografía. Salimos por el portillo N para tomar el jorro que nos baja al inicio de la pista de la Albarda, justo en el momento en que comienza a escampar.





Nos queda bajar el palancar trazando su serpenteante carretera, aliviada de vez en cuando con alguna trocha, mientras bajamos los frailes nubosos se van quedando atrapados en las riscas.








Llegamos al puente de royo María y solo nos queda recorrer el atrapador kilómetro que queda hasta el puente de los Agustines sobre el río Grande donde hacemos recuento de los pormenores de esta gran ruta que nos ha elevado a lo más alto de las cumbres.









VÍDEO







DATOS TÉCNICOS

Denominación
CUMBRES DE CUEVA BUENA POR LA VIEJA SENDA
Fecha
25 /03/2013
Itinerario
Puente de los Agustines - royo María - cueva fría - poyo de Andaragasca - cueva Camarilla - cueva Buena - Prao Chortales - cortijo del Tejuelo - lancha del Tosero - pista de la Albarda - cuesta del Palancar - puente de los Agustines
Acceso
Carretera de Villanueva del Arzobispo al Tranco, aproximadamente en el PK 20, junto al charco del aceite.
Inicio
Puente de los Agustines
Fin
Puente de los Agustines
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Sendero, jorro y pista
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
 22,68 kmts   
Dificultad
 Dificil 
Tiempo  estimado
 9 horas   
Cota mínima
 503 mts  
Cota máxima
 1.343 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1.158 mts.    Bajando: 1.158 mts.
Perfil

Sugerencias
Evitar el tramo alto de la senda si se tiene poca experiencia en montaña, es muy facil perder la traza.
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar en la lancha del Tosero
Mapa

Foro
La RUTA en el FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
  • Testimonios y experiencia personal
  • El gran libro de la Sierra de las Villas. Gómez Muñoz J


SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (V). CAÑADA DEL ARROYO DEL TORNO Y EL FILO DEL POYO DEL LENTISCAR

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A LAS BUITRERAS DE NAVAZALTO POR LA CAÑADA DEL ARROYO DEL TORNO 






Si algún lector había pensado que Navazalto estaba escrutado, que se vaya frotando los ojos y el ánimo. Los ojos porque lo que queda por ver en este lugar sigue siendo delicatessen de primera, el ánimo porque la reconversión de la imagen visual en emoción continúa estremeciendo, a pesar de lo pateado que lo tenemos. 


vieja senda de la cuesta de Navazalto por la lancha del lentiscar 


A menudo comentamos que una da la otra. Efectívamente, hemos mirado en Navazalto hasta debajo de la alfombra y hemos descubierto que nos quedaban algunos flecos y el corazón. El corazón, como no, lo dejamos para el final, para rematar y saborear la pulpa de este melón que tan buen regusto nos ha dejado, pero aún debemos apurar la tajada, como decían nuestros padres ¡niño, hasta abajo! ¡hasta la cáscara! Y a eso vamos.


cortijo del arroyo del Torno


Intentaremos dos vías que no habíamos pisado con anterioridad. Una amable, humanizada, testigo de la vida de muchos serranos, la cañada del arroyo del Torno, llena de peazos y cortijos que nos retrotraen algunos años. 


cañada del arroyo del Torno


Otra abrupta, salvaje, donde mirar y caminar simultáneamente están medio reñidas, las buitreras de Navazalto, el filo NE del barranco de la Osera, el poyo del lentiscar, configuran unos precipicios donde los buitres anidan, esos que majestuosamente planean sobre nuestras cabezas, allí junto a la caseta, haciendo que el tiempo se detenga mientras buscamos la instantánea imposible con nuestra cámara. 


Guarondo desde el filo de las buitreras


buitreras de Navazalto y poyo del lentiscar


La conexión, como no, debía ser original. Para ello, buscamos arañando al monte el tramo que nos quedaba averiguar de la vieja senda de la cuesta de Navazalto, la que une la cumbre, la cruz de yescas, con esa encrucijada de caminos situada no casualmente en la preciosa fuente del Vilano.


Fuente del Vilano, nacimiento del arroyo del Torno


refuerzos de la senda de la cuesta de Navazalto

Navazalto, nos sigue cautivando…




LA RUTA


Arrancamos en esta ocasión de Guarondo, el actual embalse de Aguascebas, mientras cruzamos el muro, el camino de regreso de nos insinúa.


Navazalto, buitreras y poyo del lentiscar


Tras la casa forestal, acabando la valla metálica que impide el acceso, remontamos buscando el cauce del arroyo del Torno, que en su último tramo desviaron para que desaguara en el embalse y no en el barranco. Tras una pequeña cerrada salimos a su cauce natural y a unas ramblillas, restos de haber sido usado en cultivos, serán los del cortijo del sordo que más tarde nos servirá de referencia para cerrar la circular. 


casa forestal de Guarondo (Aguascebas)


recanalización parcial del royo del Torno


Poco a poco la cañada se va abriendo por un rodal que no perdemos y que seguro formó parte de este transitado camino. Nos topamos con un cortijo con aspecto de estar en uso, tiene pinta de formar parte de esta red medio comunal de los jipes que se vinieron a este hermoso valle hace bastantes años. Debemos rodearlo por la derecha remontando una loma por donde nos lleva el tenue sendero que, pasando por algunas navillas, desemboca en un buen carril, el cual tomamos en bajada para llegar de nuevo a la altura del arroyo y de la vega que le hicieron a esta hermosa cañada. 


cortijo del royo del Torno


A la altura de la vieja casa del Torno unos cuantos caballos aparecen para agraciar aún más la bella estampa que ya disfrutamos.


cañada del Torno


Volvemos a rodear el arroyo por su izquierda para dejarnos caer a un albercón que recoge el agua de la fuente de la solana que nace cerca del arroyo, a la altura de la casa del tío Adeladio, ahora bien arreglada y  reconvertida en casa rural de la Solana


Fuente de la Solana o del arroyo del Torno (imagen de otra excursión)


antiguo cortijo del Torno


cortijo del tío Adeladio, actualmente casas rurales de la solana


Continuamos cañada arriba para salir al carril que le da servicio a la casa, e inmediatamente después al que asciende a Navazalto, que cruzaremos para meternos de lleno en los huertos de la fuente del Vilano a la cual llegamos en un santiamén. Grande este rincón donde la mano del hombre ha embellecido la naturaleza, bueno, es cuestión de gustos. A esta altura la niebla comienza a cercarnos, nos tememos que vamos a disfrutar de pocas vistas, salvo que escampe.


fuente del Vilano


Alguna idea traía. Sabía que aquí se juntan varias vías de comunicación. La que traemos, que comunicaba Guarondo y los cortijos de la morra y de más allá con Bardazoso a través de las Cebadillas y el poyo del Moro. La que viene del collado del Pocico y se une a esta un poco más arriba, por donde la Nava del Vilano. La que se mete por el tranco del Bigarral y la que buscamos hoy, la vieja senda de la cuesta de Navazalto que aquí tiene uno de los extremos, el otro se encuentra en Mogón.
La buscamos y rápidamente damos con ella, sale de la misma fuente, si te fijas en el terreno no es difícil intuir el arranque del trazado, pronto toma la lancha del lentiscar arriba atravesando algunos peazos que tenían para cultivar donde el terreno se lo permitía y ahora sembrados de pinos. 


senda de la cuesta de Navazalto


refuerzos en la senda


Se viene para la izquierda como buscando la caseta de Navazalto pero pronto vuelve a zigzaguear para encaramarse a la Cruz de Yescas, esa es la cumbre de esta senda, su punto más elevado. Y allí estamos, envueltos por la niebla irremediablemente, aunque atisba un rayo de esperanza, está subiendo, se mueve…


llegando a la Cruz de Yescas


Decidimos continuar el trazado original de la senda por la cuesta de Yescas y bajar a la embocadura por los tranquillos, pasando por los restos de la tapuela que aquí hubo, un puro majano actualmente. 


Navazo Alto


rozamos el collado del mojón, pero de lejos


mojón, desde el navazo alto


recorremos el filo de los tranquillos por entre el cornicabral hasta el fenomenal mirador del peñón que nos queda enfrente, junto a la hermosa panorámica de la campiña de olivar de Villacarrillo.


peñón de Navazalto o del tesoro


Nos vamos para arriba buscando la caseta de fogoneros, la rozamos e iniciamos el descenso por el filo que habíamos previsto. Reconozco que algo de incertidumbre llevaba la empresa, avanzaríamos por un angosto poyo donde termina bruscamente en un largo volaero esta hermosa lancha en la solana que desde el puntal del Filo acompaña todo el recorrido del arroyo del Torno hasta que este se entrega al Aguascebas Chico.


Guarondo desde las buitreras


Osera, portillo y senda del aguardentero


A pesar de la incertidumbre, descubrimos que no es muy mala de andar y, sin embargo, nos regala ya con el día levantado, unas exuberantes panorámicas de Guarondo, su valle, las cimas que lo rodean y la hermosa cañada del Torno que comienza arriba donde la nava del Vilano y termina donde el arroyo se entrega al Aguascebas Chico. 


buitreras de Navazalto, poyo del lentiscar, Guarondo y la morra de Chorrogil al fondo


Tranquilamente, midiendo bien los pasos y parando mil veces para mirar alcanzamos el poyo del Lentiscar, atalaya inverosímil desde donde se ve todo lo visible por esta parte.


poyo del lentiscar y Guarondo (embalse de Aguascebas)


Vilchetes desde el poyo del lentiscar




cañada del Torno, nava del Vilano, puntal del filo y, al fondo, morrón de Santa María


valle de Guarondo


Desde aquí, el filo de la lancha comienza a caer más bruscamente y por tanto la pendiente y la dificultad se extreman. 


por el filo del poyo del lentiscar


Pronto atisbamos lo que queda del cortijo del sordo (por confirmar el topónimo), el último de esta cañada, construido en plena lancha y rodeado de un pedregal imposible, lo buscamos directamente porque sabemos que nos llevará, como así fue, fácilmente al arroyo, por donde ellos tenían los huertos y de allí hasta donde iniciamos la marcha es coser y cantar.  


tapuela de el sordo


Guarondo y la morra de Chorrogil




EL VÍDEO







DATOS TÉCNICOS


Denominación
NAVAZALTO POR LA CAÑADA DEL ARROYO DEL TORNO
Fecha
20/10/13
Itinerario
Guarondo (embalse de Aguascebas) - cañada del arroyo del Torno - ramblillas - cortijo del tío adeladio (cortijos de la solana) - fuente del Vilano (Milano) - senda de navazalto (tramo de la loma del lentiscar) - cruz de Yescas - Navazalto (Navazo Alto) - tranquillos de Navazalto - collado de escuernacabras - caseta de Navazalto - buitreras de Navazalto - poyo del lentiscar - cortijo del sordo - cañada del arroyo del torno - Guarondo
Acceso
Carretera transversal de la sierra de las Villas. Bien desde Mogón, bien desde el puente de los Agustines, junto al área recreativa del charco del aceite.
Inicio
Embalse del Aguascebas (Guarondo)
Fin
Embalse del Aguascebas (Guarondo)
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Pista - Senda  y sin ella
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/
Distancia
10,37 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
5 horas   
Cota mínima
954 mts
Cota máxima
1.346 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 526 mts.    Bajando: 526 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en la fuente del Vilano (Milano).  Descenso delicado por el filo de las buitreras, evitar en días ventosos por riesgo de precipitación. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en parte de la ruta.
Mapa
Advertencia
Algunos topónimos se encuentran pendientes de confirmación
Referencias
Experiencia propia
El gran libro de la sierra de las Villas, Gómez Muñoz, J.


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SIERRA DE SEGURA (JAÉN): INCURSIÓN POR ARROYO MONTERO DESDE LAS CASAS DE CARRASCO

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MONTERO


Cuando nos detuvimos de camino a las cumbres en el mirador del puntal del robledillo, uno de los balcones que le han hecho al nuevo trazado de Hornos a Pontones, intuimos que la empresa que llevábamos se vendería cara. Nuestro silencio contemplando el barranco delataba que arroyo Montero no se dejaría dominar fácilmente. Rugía ferozmente y aunque no se le veía, percibíamos su presencia, sabíamos que estaba ahí, descolgándose con brío, con la fuerza que un arroyo de montaña tiene después de las lluvias y las nieves en las cumbres. 


El plan que los amigos de EL CAMINO habían diseñado era de lo más seductor, no pude resistirme a la invitación, al contrario, agradecido por permitirme acompañarlos en la preparación de una ruta para el grueso del Club.


Detalle en la cortijada de la Agracea


Poco o nada conocía de este arroyo Montero, salvo la desembocadura y las detenciones realizadas en alguna ocasión en La Ballestera, los Goldines y Montalvo, tras la apertura de esta nueva vía asfaltada realizada sobre tramos de caminos antiguos poco sabía de este profundo rincón. MONTERO!!!, hermosa y rotunda denominación, plenamente serrana, a pesar de que su definición induce a especular con lugar salvaje y rústico, es un trayecto bastante humanizado, donde el olivar serrano se define protagonista chorreando por sus laderas ganadas en un pulso ancestral con la tierra que tuvo un lánguido final. 


Aldea de Montalvo


Desde sus fuentes en la cumbres, por encima y entre Montalvo y La Ballestera, bajo las casas de Carrasco, se despeña este arroyo salpicado de cortijos que, en conjunto, tuvieron entidad propia a pesar de la dispersión bajo la “denominación de origen” MONTERO, como si de un bloque se tratara.  

A los mencionados de cabecera, Montalvo y La Ballestera, debemos sumar en dirección descendente los Pradillos, las Zahurdillas, las Huelguecillas, Las Carmonas, El Castellón, El Palancar, el cortijo de Uroz, La Agracea, El Retamar, el cortijo de Enmedio o de las Víboras, Los Plateros, Los Frascos, la Venta Remendá, cortijo del segador (Elíseo), cortijo de la cerrada y cortijo del Madroñal, este último ya en la desembocadura con el Grande, hoy sumergido, y frente a lo que conocemos como ISLA Cabeza de la Viña. Todas estas cortijadas se fundaron a pie de la senda que permitía bajar o subir de las cumbres al valle o del valle a las cumbres, conectando dos lugares esenciales en la red habitada de la Sierra, el Pontón con la antigua “Torre del Juez”, Bujalkaiz o Bujaraiza, que quedó para siempre junto a su vega bajo las aguas de ese gran Guadalquivir. 


Embalse de El Tranco con la zona quemada en 2005 del Monte Poyo Segura


Hoy el Montero se desparrama abiertamente en el embalse que se “ha comido” su cerrada, por donde el arroyo que toma el nombre de esta, que baja del Tolaillo vigorosamente le entraba y ya no le entra, porque lo hace directamente al embalse. Si recibe nuestro Montero de hoy el refuerzo de arroyo Frío que ve la luz por donde el “Artuñío” (Artuñedo) y se le viene a juntar un poquito antes de entregarse al embalse.   


Antenas serranas..., Montalvo y el Yelmo


Visto lo visto, a pesar de las dificultades y la dureza de la jornada, otro goce, otro motivo de satisfacción que nos da esta sierra para volver a escudriñarla, para volver por donde ellos fueron y vinieron.


maquinaria en el viejo molino de los Carmonas



LA RUTA


El planteamiento inicial era partir de las Casas de Carrasco, cruzar la conservada aldea de Montalvo, entrar en arroyo Montero a la altura de las Zahurdillas y acompañarlo durante un buen tramo. Después el “Señol” diría, pues franquear hoy este cauce se vaticinaba faena pareja al cruce del legendario Rubicón… por otros motivos, claro. Así pues, al grito (virtual) de “alea iacta est” (la suerte está echada) arrancamos de la pontonera aldea de Carrasco. 


Casas de Carrasco


Nada más bajar del vehículo, me llamó la atención un tierno Bambi encerrado en una nave a las afueras del caserío, que por cierto está bien equipado, cuenta con Iglesia y cementerio. Tras departir brevemente con el "animaluco" , al girarme, me embelesa la segunda imagen grata del día, la mole de las Banderillas, y todo esto sin haber dado un paso.





inicio de ruta en Casas de Carrasco


Banderillas


Nos ponemos en marcha por un terreno pedregoso, propio de estas cumbres desérticas, caminamos sobre una loma con el barranco de arroyo Frío a la izquierda y el del Montero a la derecha, cuyas fuentes están por debajo de la aldea que hemos dejado atrás, al frente la sierra de las Lagunillas entretiene visualmente nuestro avance.








Sierra de las Lagunillas, monte de poyo Segura y embalse del Tranco


Almagreros


Caballo del Torraso


Pronto la senda de arroyo montero se bifurca, nosotros tomamos a la derecha y asomamos a un buen mirador que domina el barranco donde se asientan La Ballestera, Montalvo, Goldines, La Parrilla,…, aldeas que han resistido el empuje de la desidia y el abandono salvo los Goldines a la que arrasaron sin piedad.


primeras vistas al barranco de arroyo Montero


aldea de Montalvo


Iniciamos un vertiginoso descenso en dirección a Montalvo, primer escalón para entrar en un suntuoso palco que la naturaleza pone a nuestra disposición. Le entramos a la aldea por arriba y lo primero que descubrimos es la simbología de estos nuevos pobladores que no nacieron aquí pero que dan vida a lo que estaba inexorablemente condenado.











Más abajo, junto a la era nos topamos con la fuente de Montalvo, con sus tornajos y alberca, desde aquí cruzamos el caserío. Al otro extremo nos queda una formidable panorámica del barranco que pretendemos con sus abruptas laderas cubiertas del olivar serrano que le ganaron al monte.


fuente y alberca de Montalvo


aldea de Montalvo


Nos vamos para los huertos de Montalvo, los cruzamos por donde una fuente alimenta  el ya sobrado y caudaloso Montero, rodeamos una loma y ¡voilà!, el collado de Martín Caro nos ofrece una de esas balconadas irresistibles de la sierra para sentarse a mirar, el valle de Bujaraiza cubierto por las aguas del Grande y las lomas de Poyo Segura que ascienden descarnadas hacia la cresta lindera de esta sierra de Segura con las Villas, emocionante espectáculo. Por aquí volveremos más tarde, aunque me temo que no tan contemplativos…


malezas de Montalvo


collado de Martín Caro





Tomamos una tenue senda que arranca por la derecha  y que nos va rodeando el cerro Montalvo, algo perdida aunque aún se reconoce. Atravesamos uno de esos cortijos que acompañaron en su día el camino y más tarde una fuente que vuelve a alimentar nuestro cauce.


fuente por encima de la cortijada de las Zahurdillas


Por la zona abandonamos la senda que llevamos y giramos a la derecha en picado hacia el arroyo, por unos peñones que usaron de abrigos y corrales para el ganado. Conforme nos acercamos al cauce los vestigios humanos son más frecuentes hasta que encontramos un cenajo bastante bien conservado, ya estamos en las Zahurdillas, la casa de arriba, la cortijada está al otro lado del “Rubicón”.


Cenajo en las Zahurdillas de arriba


Zahurdillas de arriba


Preciosas  y apacibles huelgas, aún con frutales, choperas, robles,… nos acercamos al arroyo, donde está el paso de siempre, el vado que la senda necesita para irse a la otra “acera”.  Imposible, orilla arriba, orilla abajo, ¡esto hay que cruzarlo con lancha! Ni descalzos tenemos posibilidades. Cuando empieza a rondar en nuestra cabeza la cuesta que nos queda para organizar la derrota que los elementos nos han preparado vemos a Sebas al otro lado ¿…? Su intuición y habilidad ha conseguido engañar al torrente aprovechando una pequeña debilidad.


Ya en el otro lado, recorremos lo que queda de las casas encontramos la senda que acompaña el arroyo por la derecha pero pronto se pierde por corrimientos de tierras, lo que nos hace embarrancarnos por la derecha para salvar la desembocadura de un arroyo y, tras pasar un olivar ya abandonado, volver a retomarla más abajo. 


Zahurdillas de abajo


Zahurdillas de abajo y sus huelgas


Montalvo vigilando el discurrir de arroyo Montero


Muy “enmatojada” pero transitable avanzamos cauce abajo, debiendo cruzar un barranquete donde desagua el arroyo de los Goldines, topándonos pronto con las Huelguecillas, sus recónditos cortijos, el primero enmalezado, el segundo más despejado y, entre ambos, el coqueto chorreón que le entra por la derecha donde el arroyo del Robledillo se entrega con buen gusto.


buscando la senda perdida


las Huelguecillas





chorreón del arroyo de los Goldines





Atravesando tramos de olivar que llegan hasta el cauce encontramos con satisfacción uno de los lugares que hoy buscábamos con ahínco, la almazara de las Carmonas. Poco le queda para sucumbir definitivamente. Aún resiste como esperando a que alguien venga, engrase su maquinaria y la ponga en marcha. La tolva, el sinfín, la prensa, los compresores, las tuberías, los trojes,… todo está como preparado para la próxima campaña, pero no vendrá nadie a moler aceituna, ya hace años que por aquí no vienen más que “pisapraos” como los que hoy rondan este enclave, otrora bullicioso y merecedor de mejor sino, un museo en pleno paraje natural, fácilmente alcanzable desde la carretera que ahora acerca más rápidamente a Pontones, en fin, sigamos lamentándonos, lo dará la tierra…


almazara de Las Carmonas


trojes de Las Carmonas


tolva de la almazara de Las Carmonas


maquinaria














Tras reponer energías y un buen descanso, llenos de satisfacción por llegar hasta aquí, comenzamos en el postre a dilucidar el futuro más inmediato, se nos había olvidado que hay que cruzar de nuevo el Montero y que el vado está frente a nosotros, la senda que sube al Palancar, por donde cruza la acequia para el molino. Aquí arroyo Montero está más crecido si cabe, habiendo recogido aguas de arroyos y torrenteras que le entran animadamente en cada rincón del corto trayecto que le llevamos recorrido.
Decidimos continuar por la margen que traíamos con la intención de buscar otro punto débil y en esas nos vemos. Avanzamos acompañando su curso chillón, rodeados de olivares que nos dan esperanza de algún escape en caso de necesidad. A la altura de la Agracea se hace imperioso saltarlo ¡aunque sea con pértiga!!!!!. De nuevo Sebas, convertido hoy en infalible batidor, encuentra la manera de burlar en dos tiempos este inexpugnable canal. Eso si, un saltillo arriesgado nos cuesta.


Ya en la otra orilla ganamos rápidamente la bonita cortijada de la Agracea, otra más de la inexplicable diáspora que sufrió esta sierra hace cuarenta años. No podemos detenernos lo que quisiéramos ya que vadear el Montero ha consumido tiempo y desgastado energía y nos queda una dura subida. Nos percatamos de las buenas panorámicas que la aldea conserva, de los hornos existentes, del buen caño que hoy tiene la fuente, del olivar abatido por la dejadez.


La Agracea


uno de los hornos de La Agracea


fuente de la Agracea

Abandonamos la aldea comenzando un ascenso que no dejaremos hasta el final. El periplo nos lleva ahora hasta la casa forestal del Haza, asomada al barranco de arroyo Frío, coronado por el Artuñío (Artuñedo, seguramente derivado del ovejero termino  Artuña), orientada al S se despierta y acuesta cada día con la incesante vigilancia de Peñamujo.


senda de arroyo Montero


Peñamujo desde la CF del Haza


Peñamujo

El camino, buen camino ahora, nos embarranca por debajo del collado de Martín Caro, el cual hay que ganar duramente, sosegadamente, pasito a pasito, chino chano como diría un aragonés, por una larga tongada que salva una pared casi vertical. Nos cruzamos con el trazado que llevábamos por la mañana pero como bien intuía con pocas ganas de contemplar. 

El Tranco. Abajo a la derecha desagüe de arroyo Montero


collado de Martín Caro

Solo queda ánimo para un resuello y encaramarnos al siguiente collado, el de la Romana, rozando la tapuela y alcanzando un poco más adelante la bifurcación que a primera hora nos había disociado el trayecto. 


Cortijo de collado Romana


senda de arroyo Montero


El Tolaillo, el "Artuñio" y canal de arroyo Frío

Magnífico regalo finalizando la excursión, el del Almorchón, blanco, con las Casas de carrasco a los pies, una estampa de Belén serrano que cierra esta hermosa y emocionante averiguación para compartirla en el futuro con el club al completo. 


Almorchón y Casas de Carrasco, nuestro destino


¡comando investigador!,...












EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
ARROYO MONTERO
Fecha
06 /04/2013
Itinerario
Casas de Carrasco - Montalvo - collado de Martín Caro - las Zahurdillas - las Huelguecillas - las Carmonas - la Agracea - CF del Haza - collado de Martín Caro - Casas de carrasco
Acceso
Por la carretera de la cumbre, unos tres kilómetros antes de llegar a Pontones está la desviación a Casas de Carrasco, en 500 mts estaremos en la aldea donde dejaremos el vehículo, inicio y fin de la ruta.
Inicio
Casas de Carrasco
Fin
Casas de Carrasco
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista, Sendero y sin él
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/verano 
Distancia
18,36 kmts   
Dificultad
Dificil
Tiempo  estimado
 8 horas   
Cota mínima
 779 mts  
Cota máxima
 1.493 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1002 mts.    Bajando: 1002 mts.
Perfil

Sugerencias
Con el arroyo crecido, es dificil cruzarlo incluso descalzandose por los vados habituales (Zahusdillas, Las Carmonas,...). En caso de poder cruzar bien el arroyo a la altura de la almazara de las Carmonas, es interesante subir al cortijo del Palancar y, desde allí alcanzar la Agracea.
Mapa


Track
Movil
No pude comprobar la cobertura
Mapa



Referencias
El Olivar de Pontones. Jose M Llopis Alguacil. El Arambol año II nº 2 Revista de la Asociación Cultural "Pontones, cuna del Segura. 2002
Web Santiago-Pontones ( (Paco Lorite)

SIERRA DE CAZORLA (JAÉN): LA IRUELA - EL CHORRO - CAÑADA DE LAS FUENTES - CERRADA DE UTRERO

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DE LA IRUELA A LA CERRADA DE UTRERO PASANDO POR LA CAÑADA DE LAS FUENTES EN  4X4

Agradable ruta en coche, no necesariamente 4x4 pues, salvo sorpresa por adversidades climatológicas, la pista por la que discurre está mejor que muchas carreteras asfaltadas de montaña, al menos cuando nosotros la transitamos. Salimos de La Iruela, población aledaña a Cazorla y nos dirigimos a la zona conocida como "los merenderos" desde donde pueden contemplarse unas excepcionales vistas de Cazorla, sus Castillos y la impresionante peña de los halcones. Podemos acercarnos a la Ermita de la Virgen de la Cabeza y postariormente continuar deteniéndonos, como no, a embobarnos en la cascada de la escaleruela. Un par de kilometros más adelante se encuentra el control de Riogazas donde su ubica un bonito hotel de montaña. Desde aquí hasta la localidad de Vadillo-Castril es una incursión a modo de rodeo por el perimetro de la sierra de cazorla, por las faldas de la cuerda del Gilillo primero para introducirnos a la altura del collado zamora en lo profundo de la misma. Pasado puerto Lorente se inicia un pronunciado descenso que nos deja en el nacimiento del río Grande de Andalucía, el Guadalquivir. Continuaremos hasta cruzar el Guadalquivir por el famoso y antiguo Puente de las Herrerías para retomar asfalto que nos llevará hasta la Cerrada de Utrero y cascada de Linarejos, donde puede darse por finalizada la jornada o continuar por el parque en infinidad de direcciones.



Ermita de Nuestra señora de la Cabeza


peña de los halcones


Ermita y castillo de las cinco esquinas








Mágina desde los merenderos


Cazorla


cascada de la escaleruela


CF del Chorro


vigilante,...


collado Zamora


"gente" en la CF de collado zamora


barranco del garbanzal. al fondo sierra nevada











arroyo de la cañada de las fuentes


pista forestal de la cañada de las fuentes


arroyo amarillo


túnel en la pista al puente de las herrerías


poyos de la mesa






EL VÍDEO





DATOS TÉCNICOS

Denominación
LA IRUELA - EL CHORRO - CAÑADA DE LAS FUENTES - CERRADA UTRERO 
Fecha
15 /01/2011
Itinerario
La Iruela-Ermita-Escaleruela-Riogazas-El Chorro-collado Zamora-Puerto Lorente-Cañada de las Fuentes (Nacimiento del Guadalquivir)-Los Rasos-Puente de las Herrerías-Cerrada de Utrero
Acceso
A la Iruela se accede desde Cazorla, a través de la carretera que se dirige a la sierra.
Inicio
La Iruela
Fin
Cerrada de Utrero
Tipo de trayecto
Lineal
Tipo de firme
Pista, carretera
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
 43 kmts   
Dificultad
 Baja
Tiempo  estimado
 3 horas   
Cota mínima
 877 mts  
Cota máxima
 1.573 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 993 mts.    Bajando: 949 mts.


Sugerencias
Agua en varias fuentes al pie del recorrido. 



Track
Movil
Cobertura Movistar por la loma de la cuerda del Gilillo que da a la campiña. Después a partir del Chorro tiende a perderse  
Mapa



Referencias

Experiencia propia

    SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (VI). CIRCULAR AL PUNTAL DE LA CUNA O ALTO DEL NAVAZO

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    PASEO POR LA CUMBRE: CIRCUNDANDO EL PUNTAL DE LA CUNA O ALTO DEL NAVAZO



    navazo alto y puntal de las cuevas, en el horizonte Villacarrillo e Iznatoraf


    Poco va quedando por desentrañar en navazalto. El macizo, que empezó siendo una accesible caseta de fogoneros, ha cumplido de sobra las expectativas, nos ha sorprendido por arriba y abajo, hemos descubierto cuevas, sendas, trancos, puntales – miradores, auténticos púlpitos hacia la campiña, fuentes, corrales, tapuelas, viejos tornajos, historias morbosas y hasta observadores pétreos, impávidos al tiempo, embobados con el abrupto y abigarrado escenario.


    valle de Guarondo, la fresnedilla en el centro


    Tocaba un respiro, un cómodo paseo acompañado de buenos amigos para mostrarles la belleza y hermosura de nuestra Sierra.


    campiña


    Pero como algo siempre tenemos que llevar entre manos, aprovechamos para delimitar nítidamente el tramo de la senda de la cuesta de navazalto que vuelca de la cruz de yescas a la fuente del vilano (milano) y que en la última excursión no pudimos definir en su totalidad.


    puntal de la cuna



    LA RUTA


    valle de Guarondo


    La primera parte de la ruta nos eleva a la caseta de fogoneros desde la fresnedilla por el carril de navazalto con escala en el "prao" de los fresnos para recrearnos con sus tornajos.


    tornajos del "prao" de los fresnos


    poyo del lentiscar y buitreras, al fondo embalse del Aguascebas (Guarondo)


    Disfrutamos después en los alrededores de la caseta de la panorámica que una tarde de otoño nos ofrece, la campiña, guarondo, las buitreras, el navazo,…


    peña corva


    morra de chorrogil


    navazo alto


    Tomamos la perdida senda que bajo el puntal de la cuna y el de Yescas conecta con la vieja senda que sube desde Mogón para introducirse en el corazón de la sierra a la altura de la cruz de Yescas donde el macabro acontecimiento de la muerte de quién le dio nombre al lugar.


    loma del puntal de la cuna


    loma del puntal de la cuna, caseta de fogoneros al fondo


    navazo alto y puntal de las cuevas


    Desde allí encontramos claramente la senda que se lanza ladera abajo zigzagueando, atravesando algún que otro antiguo huerto convertido en  pinar por obra y gracia de la administración de montes. Llegamos al pequeño paraíso,  a la fuente del vilano, otrora bullicioso intersección de caminos, lugar de paso, de cita, de descanso,…


    senda de la cuesta de navazalto por la loma del lentiscar


    encrucijada de caminos en la fuente del Vilano (Milano) 


    fuente del vilano (milano)


    ¡que bien le sienta el otoño a esta tierra!

    Desde allí, en un plis plas alcanzamos el inicio.





    Plis plas...   








    EL VÍDEO








    DATOS TÉCNICOS


    Denominación
    CIRCULAR AL PUNTAL DE LA CUNA O ALTO DEL NAVAZO
    Fecha
    02/11/13
    Itinerario
    Carril de Navazalto - tornajos de Navazalto ("prao" de los fresnos) - caseta de Navazalto - los toriles - corral de Bastián - cruz de yescas - fuente del Vilano (Milano) - carril de Navazalto
    Acceso
    Carretera transversal de la sierra de las Villas, bien desde Mogón bien desde el puente de los Agustines junto al área recreativa del charco del aceite.
    Inicio
    Carril de Navazalto
    Fin
    Carril de Navazalto
    Tipo de trayecto
    Circular 
    Tipo de firme
    Pista - Senda  y sin ella
    Estación
    Primavera/Otoño/Invierno/
    Distancia
    5,78 kmts
    Dificultad
    Facil
    Tiempo estimado
    2 horas   
    Cota mínima
    1.148 mts
    Cota máxima
    1.354 mts
    Desnivel acumulado
    Subiendo: 230 mts.    Bajando: 230 mts.
    Perfil
    Sugerencias
    Abastecimiento de agua en los tornajos del "prao" de los fresnos y en la fuente de Vilano (Milano). cortijo del peñón y en la fuente del roble, subiendo a la carrasca de la seña.  No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña.
    Mapa
    Track
    Movil
    Cobertura Movistar en la zona de la caseta de Navazalto.
    Mapa


    Referencias
    Experiencia propia


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    LINARES (JAÉN): CIRCULAR CORTA A PAÑO PICO

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    DELICIOSO PASEO POR PAÑO PICO


    Grupo San José: Central Eléctrica, hospitalillo y chimenea.



    Paño Pico es un paño de terreno orientado al N más pluscuamperfecto. Imaginariamente, Paño Pico siempre me recordó a un gran buque, un mercante cuya proa navega abriéndose paso entre el valle de las Lagunas a saliente y el Hoyo de San Bartolomé a poniente, intentando mantener el rumbo y evitar la zozobra y colisión con los dos islotes que flanquean su derrota, las Mancebas a estribor y el Chantre a babor. El gran carguero navega ya sin patrón, sus chimeneas dejaron de humear, el rumbo lo mantiene aún estable porque durante muchos años estuvo bien gobernado y aprovecha la deriva del impulso que le dejaron.





    Sentirse proel de este gran buque insignia nada cuesta, un ligero paseo y la paciencia del soñador, imaginando que en cualquier momento la Gran Chimenea volverá a escupir la humareda de otro tiempo, anunciando la puesta en marcha de la sala de maquinas alojada en lo más hondo y plena de energía, comenzará a propulsar e impeler a este gigante apuntando directo al único paso posible, a la grieta que se abre en forma de columnas de Hércules en la lejanía de Despeñaperros. Curiosidades de la naturaleza.


    Cuerda occidental de Despeñaperros. Silueta del "hombre dormido"


    Paño Pico, durante años tiró del carro. Paño Pico fue la punta de flecha de dos grandes venas de riqueza, de dos filones que han dado la vida y también el sufrimiento y la muerte a esta tierra minera: Arrayanes y La Cruz.

    Como minerico bueno
    tempranico me levanto
    y preparo mi barreno
    mientras lo preparo, yo canto 
    ¡Ay!... y no pienso en lo que peno.


    Arrayanes. Pozo San José


    Y allí permanece, impasible, reconocida su grandeza económica del pasado, esperando a voluntariosos proeles que reconozcan la grandeza del presente, su fabulosa riqueza natural y paisajística.





    Si por algo merece la pena asomarse a Paño Pico es a mirar, de cerca y de lejos. En la proximidad, contemplando la riqueza patrimonial de un pasado no muy lejano, su agonía y decadencia porque muy pocos le prestan la atención que merece. En la lejanía porque el balcón natural que presenta todo su perímetro, pero especialmente su punta norte, no tiene nada que envidiar a muchos miradores más altozanos y con mayor fama.  


    Las Lagunas. Grupo de Nuestra Señora del Carmen


    Recorreremos pues la cubierta del mercante, su perímetro, por el caballete del llamado aquí “Ladero(1)”, intentando descubrir los detalles que guarda, las riquezas naturales que atesora. Un paseo donde la historia y la belleza plástica conjugan una completa satisfacción que algunos nativos ya han comprobado con creces, aunque otros muchos aún teniéndolo tan cerca son absolutos desconocedores de esta cercana fuente de satisfacción. No por corta la ruta desilusiona, todo lo contrario, si somos capaces de detenernos y admirar cada elemento de su recorrido seguro que cumplirá con creces las expectativas.


    (1) Ladero: Termino empleado para designar la loma de la meseta de Paño Pico que vuelca al valle de las Lagunas donde se asientan el lavadero de Arrayanes y algunos pozos del Grupo (Fabregas, Zuloeta, San Ignacio). 


    LA RUTA

    Desde que conozco los PR (senderos de pequeño recorrido) del distrito minero, que el colectivo Proyecto Arrayanes propició muy acertadamente con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Linares y la Federación Andaluza de Montañismo, me mostré crítico con el remate que se le dio a algunos de ellos. No soy técnico en senderos y por tanto deseo manifestarme cauto con las razones que les indujo a trazar algunas de estas sendas como lineales. A los "pisapraos" que nos da por esta afición tendemos a circular los recorridos, procurando iniciarlos y terminarlos en el mismo lugar, siempre que se puede claro. Están justificados trayectos lineales en ascensiones a cimas o en travesías, sin embargo en un sendero que casi puede considerarse peri urbano como el de Paño Pico, me llama la atención que no se extendiera cuatro o cinco kilómetros más para hacerlo coincidir con su origen "arrayanero". Desde el final que se propone en La Cruz hay restos mineros hasta Linares merecedores de ser continuados por este magnífico trazado. Pozo Ancho podía haber formado parte del perfil junto con el bonito camino minero que conecta este grupo con el cerco de San Fausto. De los casi 9 Km de la ruta original, pasaríamos a los 13'5, cuestión que los foráneos seguro agradecerían al no tener que manejar varios vehículos, es más, al no existir casi desnivel en estos senderos probablemente el añadido no variaría un ápice la dificultad del mismo.


    sendero de Paño Pico. PR A-260


    Ahora bien, si lo que se proponía era hacer una ruta de menor trazado, se puede recurrir en todo momento a la propuesta que hacemos en esta entrada, una circular corta a paño Pico que desgrana lo más hermoso de la meseta sin dejar de patear en superficie los dos filones más populares de esa parte del Distrito: La Cruz y Arrayanes.





    Imagen antígua del Pozo San José


    Otro aspecto a dilucidar son los gustos, con lo que nunca se complacerá a todos, y me refiero en este caso al sentido de la ruta, al ser circular puede realizarse como convengamos aunque mi propuesta va en la forma que más me satisface realizarla, en el de las agujas del reloj. Y eso porque me gusta toparme súbitamente con Sierra Morena, atisbar repentinamente mi pueblo y, a la vez, afrentar mi otro motivo de entusiasmo, la Sierra de las Villas que en los días limpios se distingue nítidamente en el horizonte al llegar a Paño Pico, sobre la loma y sus pueblos blancos. Pero bueno, esto si que es subjetivo y a gusto de quién lo disfruta.


    La Carolina desde Paño Pico


    Comienzo en la colonia de la La Cruz, suelo dejar el coche junto a las zonas comunes de la urbanización que aquí hicieron. Salgo a la calle que le pusieron Radio Faro, frente a la torre de perdigones de la fundición donde se proyecto un centro de interpretación minera, de echo, se arreglaron en gran medida algunas naves e incluso de grabó en algunos indicadores, pero como muchas cosas,..."agua de borrajas". Al menos compensa ver como muchos de los elementos que vamos a recorrer tienen un código para poder realizar el recorrido de forma audio descrita y como otros elementos del patrimonio se han marcado y mejorado disminuyendo por ejemplo los riesgos mediante el cercado de los pozos.


    Calle Radio Faro. Urbanización La Cruz. Estado actual de las instalaciones de fundición


    Fundición La Cruz. Torre de perdigones rehabilitada (vista desde el exterior)


    Fundición La Cruz. Torre de perdigones rehabilitada (vista desde el interior)


    Fundición La Cruz. Torre de perdigones, imagen antígua


    Inscripción en la puerta de acceso de la Cia. La Cruz


    Ruinas de las instalaciones de la Cia. La Cruz


    Detalle de construcción en la Cia. La Cruz


    Pasada la chimenea que dejaron formando parte de una rotonda, abandono la calle por la derecha y me voy por el camino de tierra, el antíguo camino a La Carolina, por el que circulaba la acequia que traía agua a la fundición desde Las Cadenas. Aún quedan vestigios de aquél pequeño acueducto que le dio sentido al pozo después del cierre. Por la derecha, montones de escombros delatan los restos de la galería de deposición de humos, conducto demolido que se dirige inexorablemente buscando su chimenea, la gran Chimenea, de la que tantas bocas dependieron pero también la que durante años "escupió" a la atmósfera toneladas de contaminación. La galería, ahora ruina, generó riqueza, como siempre a unos más que a otros, de allí se extraía una o dos veces al año un material asesino, el albayalde , un carbonato de plomo que en forma de polvo podía provocar una temida intoxicación: el saturnismo, en este caso de manera aguda por lo que los recolectores del albayalde no podían permanecer mucho tiempo dentro del conducto o se condenaban.


    Urbanización La Cruz. Chimenea en la calle Radio Faro.


    Pilares para el acueducto proveniente del pozo Las Cadenas


    Escombrera del conducto de eliminación de humos


    Pensando en estas miserias alcanzo el pozo conocido popularmente como Las Cadenas, rincón minero encantador que me evoca el más puro estilo de Cornualles (Cornwall), tanto la chimenea adosada como la techumbre casi perdida en la sala de maquinas. Robusta estructura de mampostería que ha permitido poder reconocer impecablemente sus elementos, incluso el que le falta, el que le arrancaron en una perversa decisión que no debía haber quedado impune, el rodaje de  la infame película (si es que puede llamarse así) Noches Andaluzas en la que "graciosamente" se "merendaron" de un plumazo una chimenea y se quedaron tan panchos. Aún se aprecia la base de la misma con la que no pudieron, testimonio para recordarnos lo que podemos perder si continuamos con el eterno grado de desidia. La última palabra que se escucha en el fragmento de la película donde es demolida la chimenea es la que le dedico a los ejecutores y a los que lo permitieron, sin pretenderlo, ellos mismos sé auto definieron.


    Pozo Las Cadenas


    Pozo Las Cadenas. Casa de extracción y  chimenea de humos adosada


    Imagen antigua del pozo Las Cadenas


    Pozo Las cadenas. Casa de maquinas


    Pozo Las Cadenas. Secuencia de la caída de la chimenea dinamitada. "Noches Andaluzas"


    Pozo Las Cadenas. Base de la chimenea dinamitada


    Abandono este rincón con el "run run" en la cabeza y pronto debo "tirar de cervicales" para comprobar que las cosas bien ejecutadas perduran a pesar del abandono a las que lo sometemos. La Chimenea de la Cruz, insignia de la mesa de Valdelloso, marca un punto de referencia en todo el Distrito, como si hubieran querido hacer aquí el centro del mismo, bueno algo lo fue. Lástima el recorte que hubo de sufrir después de casi tocar el cielo con sus cien metros de altura, pero el sentido común permitió probablemente evitar una tragedia y que hoy podamos seguir admirandola. Tuvieron que desmontarle la mitad y, aún así, se muestra majestuosa y solemne.


    Chimenea de la fundición La Cruz en la actualidad


    Chimenea de la fundición La Cruz. Imagen de la construcción original


    Chimenea de la fundición La Cruz. Galería de depósito de humos


    Chimenea de la fundición La Cruz. Galería de depósito de humos. Interior


    Tras rodear este enfático monumento de nuestro reciente pasado retomamos el camino y llegamos a una bifurcación. Por la izquierda, pasando junto a las antenas bajaremos al valle de Majada Honda y al rincón del Chantre, por la derecha nos introduciríamos en el pinar que a menudo sirve de expansión a locales y, por el centro, continuaremos nuestro periplo no sin percatarnos de la solemne advertencia del uso de armas de fuego por la zona, un camino por el que los que advierten deben cumplir lo que la ley de montes estipula, teniendo además en cuenta que se trata de un camino permanentemente transitado por ciclistas y senderistas, un camino por donde circula un sendero de pequeño recorrido, reclamo para en turismo de naturaleza. Seguimos sin entender nada,... sería, en todo caso, más ecuánime la siguiente imagen, pero...


    Bifurcación del camino de La Carolina










    Bien, pues por allí me adentro, con el olivar a mi derecha y un agradable bosque mediterráneo a la izquierda hasta llegar al emblemático lugar del paraje de las tres encinas, donde tres enormes carrascas ofrecen un manto protector del rubio elemento que por estas suertes se ofrece en todo su esplendor. Desde allí, por la derecha, podemos atisbar y alcanzar atravesando el olivar el VG de Paño Pico. Pero lo alcanzaré por otra parte, dando un rodeo por el frente N de la meseta, donde el talud queda magníficamente rematado por la mina  La Mejicana, aún sobre el filón de la Cruz, la alberca, el pozo y su pequeña y sencilla chimenea de mampostería me saluda donde se abre la panorámica sobre el cerro del Chantre en primer plano, el hoyo de San Bartolomé plagado de chimeneas, el collado del lobo, rematado en el horizonte por sierra Morena. Le han puesto a la Mejicana unos bancos de madera que hay que aprovechar para hacer un descanso antes de que los expolien o los quemen, como viene siendo costumbre. 


    Paraje de las tres encinas


    V.G. de Paño Pico desde el paraje de las tres encinas


    Pozo La Mejicana


    Pozo la Mejicana


    Rincón del Chantre y Majada Honda


    Tras el “ratico” que queramos dedicarle a este bonito rincón volvemos sobre nuestros pasos hasta el lugar donde existe una señalización de PR que indica Paño Pico, entramos en un recoleto embrujo de bosque mediterráneo entremezclado con labores de saca-géneros que hacen extremar las precauciones al caminar y... ¡voila!!!! alcanzamos el extremo de la meseta.


    Paño Pico. Extremo más septentrional


    Aunque gran parte de la panorámica la hemos podido divisar anteriormente desde la Mejicana, es en este lugar desde donde mejor se disfruta. La cuerda de Sierra Morena tiene continuidad con la sierra de las Villas gracias a los montes que circundan el embalse del Guadalen, Jarabancil, Mortero y la loma de los Donceles, detrás de esta se asoma, si el día está claro Villacarrillo y sobre este  el perfil curvo del Caballo de Torraso, más a la derecha Pedro Miguel, conocido como Blanquillo en el valle del incipiente Guadalquivir, luego una sucesión de colinas que se continúan con la cuerda del Gilillo ya por la sierra cazorleña. Delante, en un primer plano la Loma o también conocido como los cerros de Úbeda tapizado del olivar que no cesa. Ya en la más cercana inmediatez, el Coto de la Luz, el valle de las Lagunas, las placas solares y los plásticos que afean el bucólico paisaje, el cerro de las Mancebas ya en el término de Guarroman, con su historia visible (si se sabe mirar) desde el altozano que ocupo. Bajo mis pies los restos del pozo San Arturo o El Porvenir Oscuro, extremo más septentrional del filón de La Cruz y para la derecha, al pie de la loma de la posición que ocupo, en el "ladero" el pozo Zuloeta, extremo norte del otro gran filón, Arrayanes, como todo lo que veremos en adelante. Pueblos blancos, olivar, montañas, minas, una rica diversidad del paisaje que en pocos lugares como aquí pueden disfrutarse. Seguramente en alguno de estos lugares fue donde Tomas Shopwith quedó impresionado de este paisaje, seguramente por entonces las Lagunas eran eso y no casas de recreo o instalaciones deportivas, solo el grupo de Ntra. Sra. del Carmen bajo el cerro Abadejo eran las únicas construcciones por aquí existentes.


    Pozo el Porvenir Oscuro


    Loma de los Donceles y Arquillos


    Villacarrillo y sierra de las Villas


    Vilches. Cerros Jarabancil y Mortero


    Rearmado el ánimo tomamos el senderillo que camina al filo del "Ladero", inconfundiblemente, contrastando con el olivar que nos roza por todo el camino, circulamos por un preciosista bosquete que en algunos tramos nos transporta diferentes lugares. Primero encontramos los restos de una casa a la derecha, más tarde la "Rafa (2)" de San Ignacio, afloramiento de mineral explotado en la antigüedad, a continuación una gran alberca donde podemos entretenernos jugando con la transmisión del sonido en su interior. Seguimos por el interior del bosquete hasta encontrar un puente metálico, construido para salvar una importante "hundición(3)" en una galería de sacageneros.


    Ladero de Paño Pico


    Arrayanes. Pozo San Ignacio


    "Rafa" de San Ignacio


    PR A-260


    Alberca con eco


    puente para salvar una "hundición"


    Galería al descubierto tras la "hundición"


    Más adelante el bosquete se abre y el sendero se transforma en un camino minero que se dirige derecho a nuestro siguiente destino, el complejo minero San José.


    Arrayanes. Pozo San José


    Se trata de uno de los pozos mimados de la concesión que ahora llevamos, Arrayanes, la importancia fue tal que cerca, en el "ladero" le construyeron el lavadero mecánico, junto al pozo construyeron una Central Eléctrica, al parecer un gran derroche (Arrayanes tuvo gran parte de su vida productiva carácter estatal) que salvo para la puesta en marcha anual, poco uso dio; el Hospitalillo, adosado a la Central Eléctrica para la realización de las primeras curas en los frecuentes accidentes que la mina producía y un elemento que aunque no llegó a usarse, su construcción y no-utilización están llenos de mitad connotaciones históricas, mitad leyendas, relacionadas con conspiraciones, la monarquía, el republicanismo emergente de finales del XIX y la masonería. El caso es que se construyó una bajada a pie a la primera galería del pozo para una anunciada visita de la reina Isabel II, que no bajó porque nunca se produjo tal visita, parece que alertados los servicios secretos de S. M. de una posible encerrona-conspiración. Pero con "la bajada de la reina " se quedó. Por aquí debemos andorrear para apreciar las diferentes perspectivas de este complejo minero dominado por una robusta y orgullosa chimenea.


    Pozo San José. Central eléctrica y hospitalillo


    Pozo San José. Chimenea y casas de maquinas y bombeo


    Panorámica de San José








    Continuaremos el camino por terrenos de Arrayanes, rodeado de olivar joven y algún eucalipto de buen porte así como de bellotares de agradable degustación.





    Llegamos a un cruce importante, si seguimos derechos, recorreremos el PR 260 hasta su inicio en la barriada de Arrayanes, a la izquierda entraríamos en terrenos de San Miguel, pero optaremos por la derecha, no sin advertir los impresionantes diques de áridos del grupo Arrayanes que tenemos al frente.


    Bifurcación del camino. Seguimos por la derecha


    Otro dique encontraremos más adelante, pero no de áridos sino de escoria, negro, resultado de la producción de los hornos de la fundición a la que nos aproximamos y después bordeamos, las montañas negras se combinan con el bosque de eucaliptos de la izquierda y algún charcón de dudosa potabilidad. Coronamos la cuestecilla del antiguo tranvía de San Roque para salir al asfalto, a la puerta principal de la Cia. La Cruz, al frente podemos "olisquear" las ruinas del pozo de la Unión que alberga la capilla de la compañía y la cabria metálica movida de su emplazamiento original.


    Escorial de La Cruz




    Cia. La Cruz. Puerta de acceso


    El resto son los escasos doscientos metros que nos quedan para llegar al inicio de la ruta y darla por finalizada, como dije al principio, corta de recorrido pero intensa de contenido.




    (2)  El término Rafase utiliza para nombrar a antiguos trabajos mineros en superficie. 
    (3)   Hundición: Hundimiento del terreno de superficie al ceder las estructuras que sujetan una galería subterránea.



    EL VÍDEO





    DATOS TÉCNICOS


    Denominación
    CIRCULAR CORTA A PAÑO PICO
    Fecha
    30/03/14
    Itinerario
    Urbanización La Cruz - Pozo Las cadenas - Chimenea La cruz - Mina La mejicana - Paño Pico - Complejo San José-Central Electrica - Urbanización La Cruz
    Acceso
    Desde la carretera de Linares de Guarroman, tomaremos el desvío a La Cruz. Llegados a la urbanización, dejaremos el vehículo al comienzo de la misma.
    Inicio
    Urbanización La Cruz
    Fin
    Urbanización La Cruz
    Tipo de trayecto
    Circular 
    Tipo de firme
    Pista - Senda  
    Estación
    Primavera/Otoño/Invierno/
    Distancia
    6,53 kmts
    Dificultad
    Facil
    Tiempo estimado
    2 horas   
    Cota mínima
    491 mts
    Cota máxima
    550 mts
    Desnivel acumulado
    Subiendo: 66 mts.    Bajando: 66 mts.
    Perfil
    Sugerencias
    La ruta puede hacerse en ambos sentidos. Precaución en los alrededores de la mina Mejicana, existen numerosas hundiciones. No recomiendo salir de los caminos, el territorio minero puede entrañar peligros si no se conoce. No existe agua en todo el recorrido.  No abandonar basura. No encender fuego. Por el sendero es frecuente la circulación de ciclistas, precaución en los lugares estrechos.
    Mapa
    Track
    Movil
    Cobertura Movistar en todo el recorrido.
    Mapa
    Earth
    Referencias
    Sendero de Paño Pico. Colectivo Proyecto Arrayanes. 2005
    Las chimeneas en el paisaje minero de Linares y su comarca. Mañas Masmol, F. IEG.2009
    Las minas de Linares. Gutierrez Guzmán, F. CMAO.
    Historias y leyendas de una ciudad de comenzaba a despertar. Mañas Marmol, F.Entre libros.2013
    Accidentes y conflictos mineros en Linares. Belinchón Sarmiento, P. Gráficas Disa
    Mineralogía topográfica Ibetica (MTI blog)
    Experiencia propia


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    SIERRA DE SEGURA (JAÉN): PEÑALTA DESDE EL PILARILLO (PR A- 180)

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    EL RASPÓN DE PEÑALTA


    Deliciosa ruta primaveral que busca y alcanza un raspón rocoso que planea sobre el gran valle del Guadalimar y los pequeños "peazos" interiores ganados a la montaña, allí donde esta se dejaba. Coherentemente con lo que le rodea, Peñalta no se arruga. La majestuosidad de El Yelmo y la parsimonia de Navalperal y Navalespino surcando apaciblemente la sierra segureña, se ve advertida por la altivez de esta raspa calcárea que pretende hacerse notar entre tanto coloso. 


    Raspón de Peñalta



    Sin llegar a constituir un calar, debe albergar un gran potencial acuífero, contribuyendo a la riqueza que aquél "hoyón" del terreno alberga delatado por su hidrónimo de Linarejos. Cabecera de arroyos que alégremente buscan el Guadalimar antes de que este se pierda por La Puerta, que se abrió expresamente para salir del extenso valle. Escollo pétreo para que Orcera y Siles no se encaren. Pues enmedio de todo esto, llamativamente visible, se alza Peñalta.



    El Yelmo, vigilante de Segura


    Navalperal en primer término, Navalespino al fondo.


    Bucentaina y la piedra del agujero (segureña)



    La he podido contemplar constantemente a lo largo de su perímetro y siempre con la idea fija de coronarla, pero nunca llegaba el día. Imaginaba que la perspectiva no defraudaría. Subiendo descubrí que Navalperal es otro "portaviones", le vi la cara oculta a Bucentaina, descubrí una solemne alineación de Segura y su Yelmo y comprobé que ya podía de nuevo con cuatrocientos metros de desnivel en poco más de cuatro kilómetros. Así pues me volví más contento que unas Pascuas.




    LA RUTA


    La ruta comparte en su totalidad el trazado del PR A-180, ahora también marcado como derivación 01 del sendero de gran recorrido Bosques del Sur (GR-248). Así mismo se cruza con otro clásico gran recorrido, el de la Sierra profunda (GR-147). Finalmente tiene concordancia con el sendero de pequeño recorrido Fuente de San Miguel a la cumbre de Peñalta (PR A-179). El que la zona esté tan bien comunicada y sea de interés senderista es completamente merecida pues las panorámicas y el territorio que por aquí llevaremos es rotundamente serrano. Partimos de la CF conocida como El Pilarillo que obtiene su topónimo probablemente por situarse al pie del cerro del mismo nombre, donde encontramos una hermosa pileta que no se corresponde con el caudal de la fuente que enseña, manando de ella, en las fechas que estamos, un tenue chorrillo de agua. Y es raro, ya que la zona se presta a intuir un gran depósito acuífero.


    fuente de Peñalta, CF del Pilarillo


    fuente de Peñalta


    El sendero no tiene perdida alguna, está perfectamente balizado en todo el recorrido, al igual que las intersecciones. Desde el inicio, que cuenta con un panel, el camino arranca con brío, recibiendo pronto por la izquierda el GR 147 que nos acompañará unos metros hasta el puerto de Siles donde encontraremos una bifurcación. El GR se marcha por la derecha y nosotros seguiremos en suave ascenso ahora por la izquierda.


    inicio del sendero





    puerto de Siles





    El pinar de repoblación nos acompañará durante todo el recorrido aportando una buena protección del sol en horas punta, de lo contrario sería imposible transitar por estas solanas en época estival. En una de las pocas umbrías que recorreremos encararemos nuestro destino, el crestón rocoso se muestra inexpugnable desde aquí, solo el avistamiento de la caseta de fogoneros en la cima nos reporta seguridad, intuimos que debemos salvar un apreciable desnivel en la poca distancia de recorrido lo que augura alguna rampa de considerable verticalidad. Por aquí ya recibimos las primeras panorámicas del Cambrón, Bucentaina y la cercana piedra del agujero. 


    crestón de Peñalta


    Cambrón y la Sarga


    cerro Bucentaina y piedra del agujero


    piedra del agujero


    Pasada la umbría, encontramos una bifurcación, el camino nos marca por la derecha, por donde va la pista, sin embargo por la izquierda va una trocha con aspecto de ser la antigua senda, podemos usarla en el descenso. Rodeado el puntiagudo cerro del Pilarillo atravesamos un amplio collado que nos permite tener vistas a la derecha, la zona de Siles y la sierra de Alcaraz en segundo plano destacando el picacho de la Sarga.



    piedra del Cambrón, al fondo el pico de la Sarga albaceteña


    Por la izquierda aparece el inconfundible castillo de Segura con su vigilante Yelmo pendiente de todo lo que sucede alrededor.


    Yelmo y castillo de Segura de la sierra


    castillo de Segura y sierra de las lagunillas y las Villas


    Tras un largo y cansino repecho dando vistas al SSE llegamos a otra importante bifurcación donde, si continuamos la pista, enlazaremos con el GR-147.1, variante que desde Segura llega a Siles pero por Orcera y Benatae. Tomaremos sin embargo el camino de la derecha que se presenta con una rampa prometedora y que nos subirá sobre una antigua senda por la raspa de Peñalta hasta la cima.


    bifurcación Benatae - cima de Peñalta





    camino a la cumbre


    Algún Salgareño divisamos por aquí, acorde con la altura ganada y entre los claros que nos permite la vegetación podemos detenernos a divisar la fabulosas panorámicas que ya ganamos.


    valle de Linarejos cerrado al fondo con Navalperal y Navalespino


    Navalperal


    Antes de llagar otra bifurcación, encontrándonos con el Sendero de San Miguel y la Buitrera (PR A-179)que dejaremos a nuestra izquierda mientras resollamos por la fuerte pendiente que ahora acusamos.


    bifurcación a la Buitrera





    Por fin, un anchurón y el final de la pista nos anuncia la proximidad de la cima. Un senderillo asciende zigzagueando y elevándonos hasta las casetas de fogoneros donde solo nos queda dominar los impresionantes 360 grados que nos permite divisar.


    sendero final


    llegando a la cima


    cima de Peñalta. El Yelmo al fondo


    Benatae y el valle del Guadalimar


    Almorchón


    Linarejos


    La Hueta


    Siles. sierra de Alcaraz destacando el Padroncillo. El Cambrón queda tras la caseta


    la Sagra y Almorchón


    valle del Guadalquivir


    Benatae a los pies de Peñalta


    Siles y el Padroncillo albaceteño


    cumbre del Cambrón con las casetas andaluza y manchega en los extremos





    castillo de Saqura y El Yelmo




    EL VÍDEO






    DATOS TÉCNICOS



    Denominación
    CUMBRE DE PEÑALTA DESDE EL PILARILLO (PR A-180)
    Fecha
    01/05/14
    Itinerario
    CF El Pilarillo - puerto de Siles - cerro del Pilarillo (base) - cruce con pista a Benatae - cumbre de Peñalta
    Acceso
    Desde la localidad de Orcera, tomaremos la carretera en dirección a Benatae. Tras un kilómetro recorrido, frente a la plaza de toros parte una pista asfaltada en la que despues de siete kilómetros aproximadamente nos detendremos junto a la casa forestal reconvertida en escuela taller y yn pilar.
    Inicio
    CF del Pilarillo
    Fin
    Cumbre de Peñalta
    Tipo de trayecto
    Lineal (ida-vuelta) 
    Tipo de firme
    Pista - Senda  
    Estación
    Primavera/Otoño/Invierno/
    Distancia
    4,84 kmts
    Dificultad
    Moderado
    Tiempo estimado
    2 horas   
    Cota mínima
    1.032 mts
    Cota máxima
    1.406 mts
    Desnivel acumulado
    Subiendo: 381 mts.    Bajando: 11 mts.
    Perfil
    Sugerencias
    Llevar agua pues la del Pilarillo (Fuente de Peñalta) tiene un bajo caudal para la fecha en que hice la ruta (primavera). Precaución en la zona de la cumbre, especialmente en mijado o con nieva, riesgo de precipitación. Sendero bien señalizado en todo su recorrido.  No abandonar basura. No encender fuego. 
    Mapa
    Track
    Movil
    Cobertura Movistar en casi todo el recorrido.
    Mapa
    Earth
    Referencias

    SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): MACIZO DE LOS VÍLCHETES

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    Emocionante periplo por el macizo de los Vílchetes, tanto por las alturas, como el regreso por los antíguos túneles de conducción del agua desde el embalse del Aguascebas (Guarondo), hasta la loma. 


    DESCRIPCIÓN Y RUTA COMPLETA  EN EL COCHE DE SAN FERNANDO DOS PINCHANDO EN LA IMAGEN INFERIOR





     Descripción de la ruta completa




    EL VIDEO






    REFERENCIAS


    El Gran libro de la sierra de las Villas; Gómez Muñoz, José; ed. Bubok



    DATOS TÉCNICOS





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    "A menudo buscamos la belleza, 
    lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos
    ignorando lo que nos puede ofrecer
     nuestro medio más cercano"



    RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


    En la columna de la izquierda, puedes encontrar
     la relación de rutas realizadas por mi 
    que tienen track. Algunas de ellas tienen además
     la descripción completa de la ruta y los 
    datos técnicos, otras están pendientes de 
    poder dedicarles un "ratico". Espero sean 
    de ayuda si decides realizarlas. Las condiciones 
    en que se realizaron pueden cambiar 
    cuando decidas ir, por lo tanto recomiendo 
    un estudio exhaustivo con datos actualizados. 
    En caso de encontrar algún error, ruego 
    comunicarlo mediante la pestaña CONTACTO  
    con el fin de subsanarlo lo más rápidamente posible.


    RUTAS "OFICIALES Y SEÑALIZADAS

    PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE CAZORLA SEGURA Y LAS VILLAS

    PARQUE NATURAL DE DESPEÑAPERROS

    PARQUE NATURAL DE SIERRA MÁGINA

    PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE ANDÚJAR

    GR - 247 BOSQUES DEL SUR (TRACK DE LAS ETAPAS)

    PR - DE LA PROVINCIA DE JAÉN

    SENDEROS SANTIAGO - PONTONES




    Los  tracks y los comentarios  deben ser tomados como información adicional y de ayuda, derivado de la práctica de un deporte aficionado que nunca debe sustituir a la preparación minuciosa con mapas recientes e información actualizada y minuciosa obtenida de organismos oficiales, 
    ya que las condiciones de realización  podrían haber cambiado.




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    SIERRA DE SEGURA (JAÉN): CAÑÓN DEL BOROSA POR LOS CINTOS DE LAS BANDERILLAS

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    La sierra, repleta de formas picudas, 
    solitarias referencias en la lejanía, 
    compañía en la soledad de aquellas gentes, 
    convinieron, con acierto, en llamarlos "frailes". 
    Me atrevería en exclamar, sin errar demasiado, 
    que aquí se encuentra el convento ... 




    DESCRIPCIÓN COMPLETA DE LA RUTA, 
    CLICK EN LA IMAGEN SIGUIENTE


     Descripción de la ruta completa





    DATOS TÉCNICOS



    Denominación
    CINTOS DE LAS BANDERILLAS
    Fecha
    06.06.2015
    Itinerario
    Río Borosa (Piscifactoría) - cuesta del Topaero - Los Villares de Roblehondo - las asomadicas - Tornajos de Roblehondo - collado de Roblehondo - tranco del perro - cinto de los Frailes - castellón del Haza - cinto de las Higueras - cortijos del haza - picón del haza - embalse de la FEDA - nacimiento de Aguas negras - túneles - central eléctrica del Borosa - Huelga Nidillo - cerrada de Elías - Piscifactoría
    Acceso
    Desde el empalme del valle (acceso por cazorla) o desde el Tranco (acceso por Villanueva del Arzobispo), llegaremos al Centro de Visitantes de la Torre del Vinagre, enfrente dele dificio principan se desprende un ramal de carretera que lleva a la Piscifactoría en cuyo parking podemos dejar el vehículo.
    Inicio
    Piscifactoría del Borosa
    Fin
    Piscifactoría del Borosa
    Tipo de trayecto
    Circular 
    Tipo de firme
    Pista, Senda y sin ellas.
    Estación
    Otoño/primavera/verano (a horas tempranas/ En invierno las condiciones del medio cambian sustancialmente. 
    Distancia
    26,5 kmts
    Dificultad
    Dificil 
    Tiempo estimado
    9 horas 
    Cota mínima
    674 mts
    Cota máxima
    1.588 mts
    Desnivel acumulado
    Subiendo: 1.255 mts.    Bajando: 1.255 mts.
    Perfil
    Sugerencias
    Llevar agua suficiente según época del año. Fuentes al inicio (astilleros), en los Villares y en Roblehondo. Despues en el descenso hay varias, central electrica, fuente del Tejo, en la cerrada de Elías. No abandonar basura. Utilizar calzado específico de montaña. 
    Mapa
    Track
    Movil
    Cobertura movistar en varios puntos de la ruta.
    Earth
    La ruta en el FORO

    Fuentes y
    Referencias
    Lecturas y experiencias de otros ruteros



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