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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): LA CAÑADA DE LOS CABALLEROS

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CAÑADA DE LOS CABALLEROS. RUMBO A LA LIBERTAD 

No es mía esta denominación, demasiado acertada, pero si es propia la emoción al recorrer esta GRAN CAÑADA, y por eso recupero y me permito compartir el lema que tan acertadamente describe la ruta que hoy nos ocupa.








Hace años que persigo la idea. La primera vez que penetré en esta cañada se me clavó la idea de poder recorrer la umbría y la solana de esta maravillosa porción de terreno de una tacada. Subiendo por la pista de los Trevejiles, cuando por las Morrillas asoma grandiosa, siempre me fijé en aquella lancha del fondo, límite sin continuidad porque la Quebrá sesga bruscamente el horizonte.





Cañada de los Caballeros. Desconozco el origen del topónimo, tal vez aluda a la existencia de rebaños de rocines por esta amplia pradera y a sus jinetes o tal vez a la zona de paso que probablemente supuso entre el valle del Guadalquivir y las tierras de Beas. 

Situada ex profeso como ventanal a lo más abrupto e impresionante de la sierra de las Villas, tuvo que pasar el mal trago de ver como se consumió en una par de días. 

Estremece mirar de frente y casi tocar con las manos las casas de la Ermita de la Hoz y todo lo que las circunda y protege por las alturas, solo nos distancia un par de cientos de metros, una distancia sutil pero a la vez rotunda determinada por el cañón que el río Grande labra a su paso.








La cañada cobija en su lecho las aguas de una de las cascadas más contempladas del parque con las que comparte nombre. Antaño buenas tierras de labor que se sustituyeron con el éxodo por tradicionales olivares serranos.





Recorrer este recóndito pedazo de tierra serrana es una invitación a una sensación de libertad y asombro, tanto su interior  como su periferia, especialmente al regreso, cresteando en bajada la lancha que circunda la cañada por el W donde es difícil compaginar el avance por el abrupto terreno y no dejar de mirar a uno y otro lados para no perder detalle de una de las vistas más fascinantes que he podido contemplar.






LA RUTA

Como las dos rutas descritas son en días consecutivos y tienen un inicio y fin común las relataré en una misma vez. 

La entrada natural a la cañada desde el Guadalquivir se realiza por los cortijos de los Trevejiles, sin embargo tenemos prisa por alcanzar las Morrillas desde donde accederemos a la cañada propiamente dicha, por ello partiendo del puente de los Agustines, llegados al área recreativa del charco del aceite, podemos elevarnos hasta la carretera por el barranco desde donde están las mesas y la fuente, la cruzamos y nos introducimos en el carril del olivar que tenemos enfrente. También podemos llegar a este mismo lugar transitando por la carretera.





Salvamos un buen desnivel en una corta distancia, zigzagueando por entre las olivas hasta que el carril muere en un llanete. Aquí tenemos la opción de buscar un jorro que sale por detrás de una gran piedra por el W que nos llevará justo a una de las torretas de alta tensión que conduce la electricidad del Tranco a Villanueva, o de arrancar derechos hacia arriba buscando un paso que se adivina donde asoman unos pinos. El primer día tome el jorro y el segundo el sincamino más derecho.





Una vez arriba, si queremos realizar la primera opción buscaremos una traza que se dirige hacia el cortafuegos en busca de la torreta de alta tensión.





Cruzado el cortafuegos encontramos la senda que nos llevará al cortijo de enmedio, localizado precisamente en esa ubicación de la cañada. Tendremos en cuenta que debemos atravesar junto a agrupaciones de colmenas junto al camino por dos veces antes de llegar al empalme del carril que baja de la pista.








Tenemos que vadear el ramal izquierdo del arroyo de la Cañada antes de llegar al cortijo en el que se distingue una parte nueva arreglada y lo antíguo en estado ruinoso.





Bonito lugar para colocar un cortijo, lo que hay enfrente es una deliciosa vista de un amplio frontal de las Villas.














Abandonamos el cortijo y tomamos el carril que desciende por el lado de la solana. tenemos que abrir y cerrar un par de puertas fácilmente accesibles y cruzar la vertiente derecha del arroyo de la Cañada. El camino desciende vigorosamente junto a los olivares, salteado asoma algún espléndido cerezo delatado por  la exhuberante flora que alberga.





Por la derecha saludamos un viejo cortijo derruido, pura ruina, con la particularidad de estar construido con toba.





Los dos arroyos, el de la umbría y el de la solana se van aproximando conforme la cañada se estrecha confluyendo progresivamente. Llego a la altura de la torreta de alta tensión, donde la lancha se aproxima al carril, se que por ahí está la escalera que me trae pero antes quiero ver por donde los arroyos se precipitan hacia la carretera.





Para ello debo bajar aún unos 500 mts de carril hasta un olivar que se encuentra vallado por la parte en que el agua comienza a precipitarse en vertical. Lastima que no veamos nada de nada, solo podemos imaginar la caída en tres ramales divergentes que es como acabamos viéndolo desde abajo.





Regreso por mis pasos hasta dar con la torreta, unos metros más abajo se encuentra la puerta de acceso a la escalera que salva esta espectacular Quebrá.












La segunda opción, más grandiosa, nos va a ocupar toda la cañada. Desde las Morrillas, excelente mirador que separa la loma de la Hoya de los Trevejiles de la Cañada avanzaremos por la pista en perfecto estado. Tras kilómetros que solo se harán pesados si no llevamos en mente la ansiedad e incertidumbre del remate.





Sube la pista por la umbría dejando a la izquierda, en la hondonada, las tierras de cultivo y los olivares. Para ser una cañada, no se aprecia sensación de agobio, se respira libertad, solo al final, cuando esta se va estrechando y la pista se viene hacia el centro se nota que quiere ganar altura y salir del atolladero. Desde nuestra altura vamos pasando por el cortijo de enmedio, otro que hay más arriba perfectamente operativo y, finalmente por los cortijos de la Cañada, ya ruina.





Por allí se encuentra la fuente de la Cañada, a pie del camino, no muy abundante para lo que ha caído. Delante, al otro lado de la pista, una tapuela facilmente reconocible sitúa el asentamiento humano más elevado de la cañada. Buscando una sombra, buen lugar para un descanso y reponer fuerzas.







Como no llevábamos rumbo claramente definido, decidimos alargarnos a la cima de la zona, Natao. Continuamos la pista hasta que esta se bifurca, en este punto abandonamos el trazado principal que se dirige a Fuente Pinilla y tomamos el desvío a la izquierda, el carril se empina decididamente para elevarnos a las navillas??? rasos??? de Natao. Por allí nos cruzamos y nos incorporamos al GR-144 que desde Rambla Seca hasta Beas de Segura supuso una gran vía pecuaria para invernar en, como se decía para referirse a Sierra Morena, las Andalucías.








Lo tomamos y seguimos hasta que nos deja a los pies de Natao, una humilde elevación de estas sierras pero paisajisticamente perfecta ya que nos permite divisar además de los montes de Beas, las estribaciones N de la Sierra de Segura, la campiña y una buena panorámica de la sierra de las Villas.


















Regresamos sobre nuestros pasos cruzando de nuevo las navillas o rasos de Natao hasta dar de nuevo con el carril que dejamos.





Este se dirige en dirección W con intención de volcar sobre los olivares que se sostienen sobre la risca de las Palomas y aparecer en la carretera del Tranco cerca del cortijo del Nolo desde donde probablemente partía la antigua senda que dejaba el viejo camino del Tranco para meterse en la Cañada por la escalera del mismo nombre. Lo seguiremos entre pinos hasta que se deja caer para el olivar, poco antes sale a la izquierda una rodada que acaba unos metros más adelante en un pradete. Desde allí hay que dejarse llevar por una tenue senda que cruza según el mapa del IGN el POYO DEL AÍRE, o el RASO, según el Alpina. Por lo que pudimos experimentar al salir al abismo más le vale el primero, le hace más justicia al lugar.





¡Majestuoso! el panorama que se nos presenta delante. Un mirador sobre el valle del Guadalquivir frente a ese salpicado de abruptos picos que representa la sierra de las lagunillas y primeras estribaciones de las Villas.








Además, tenemos por delante un suculento cresteo descendente por el filo del abismo que la Quebrá con esta panorámica donde cuesta trabajo no embobarse y acabar rodando por el lapiaz.





Paso a paso, mirada a mirada, vamos dando cuenta de lo que la naturaleza nos presenta. Agradecidos, asombrados, porque ninguno lo esperábamos, incluso quien suscribe que lo soñó mil veces. Ninguna de las fotografías que hicimos plasma el lucimiento del lugar.

















Poco a poco descendemos los 250 mts de desnivel que nos separan de la escalera de la Cañada de los Caballeros.



















Tenemos que recomponernos del complicado descenso antes de afrontar la última parte donde la mano del hombre ha permitido, de nuevo, que disfrutemos de uno e esos recónditos lugares por los que se abría paso.





Con dos pinos como pórtico, la escalera se descuelga en varias tongas para perder altura y después faldear pasando por la fuente que probablemente está detrás del desprendimiento que ocasionó el corte en la carretera.







Me contaron que esta fuente solo sale los años muy lluviosos y este no ha salido, ha reventado.  





Pronto, sin previo aviso, tras un enmatojamiento de romeros que nos obliga a rectificar salimos al olivar, aún se reconoce en este, el trazado del camino. Salimos al carril olivarero que nos dejará en la misma carretera a la altura del kilómetro 19 de la antígua señalización.










Desde allí, se nos apetece ver las cascadas que no hemos podido disfrutar desde arriba. Cruzamos por el puente de Saro al carril que acompaña el Guadalquivir por su margen izquierda y cómodamente alcanzamos el puente de los Agustines desde donde partimos en la mañana.












EL VÍDEO











DATOS TÉCNICOS


Denominación
CAÑADA DE LOS CABALLEROS-1
Fecha
14 /04/2013
Itinerario
Puente de los Agustines - cortafuegos del tendido eléctrico - cortijo de enmedio - cascadas de los caballeros (tramo superior) - escalera de la Cañada de los Caballeros - carretera del Tranco - Puente de los Agustines.
Acceso
Desde Villanueva del Arzobispo tomaremos la carretera del Tranco y aproximadamente en el pK 19 (de la nueva señalización) se encuentra el desvío hacia el Charco del aceite y puente de los Agustines.
Inicio
Puente de los Agustines
Fin
Puente de los Agustines
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista, Sendero y sin él
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
13,56 kmts   
Dificultad
 Moderada  
Tiempo  estimado
 5 horas  30 minutos 
Cota mínima
 532 mts  
Cota máxima
 898 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 497 mts.    Bajando: 497 mts.
Perfil

Sugerencias
Se puede alargar la ruta subiendo a la Hoya de los Trevejiles y alcanzar las Morrillas empalmando con la ruta propuesta.
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar en casi todo el recorrido 
Mapa



Referencias
Cañada de los Caballeros. Camino a la libertad. Gran libro de la Sierra de las Villas. JGM






DATOS TÉCNICOS


Denominación
CAÑADA DE LOS CABALLEROS-2
Fecha
15/04/2013
Itinerario
Puente de los Agustines - cortafuegos del tendido eléctrico - Morrillas - umbría de la Cañada - rasos de Natao - alto de Natao - rasos de Natao - lancha de la ¿Quebrá o de los Rasos? o Poyo del Aíre - escalera de la Cañada de los Caballeros - carretera del Tranco - puente de Saro - puente de los Agustines
Acceso
Desde Villanueva del Arzobispo tomaremos la carretera del Tranco y aproximadamente en el pK 19 (de la nueva señalización) se encuentra el desvío hacia el Charco del aceite y puente de los Agustines.
Inicio
Puente de los Agustines
Fin
Puente de los Agustines
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista, Sendero y sin él
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
20,60 kmts  2ª 
Dificultad
Dificil
Tiempo estimado
8 horas     
Cota mínima
539 mts 
Cota máxima
1.273 mts
Desnivel acumulado
 Subiendo: 820 mts.    Bajando: 820 mts.
Perfil

Nota
El perfil tiene un error al inicio por ligero fallo del Track
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar en casi todo el recorrido 
Mapa



Referencias
Cañada de los Caballeros. Camino a la libertad. Gran libro de la Sierra de las Villas. JGM




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SIERRA MORENA (JAÉN): EL CENTENILLO - El PUNTAL - EL MONTÓN DE TRIGO

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ASALTO A EL PUNTAL


Y digo asalto porque emotivamente fue eso. 








Contemplar la silueta de ese macizo, conocer los tesoros que esconde,  y no ver hueco va  creando gradualmente un run – run ... 

He mirado y remirado mapas, he buscado tracks, he consultado bibliografía ..., finalmente abandone mi suerte a algún conocedor de la zona que me andaba dando largas hasta que se presentó el día de asaltar por la tremenda la inexpugnable fortaleza pétrea , al menos por su vía directa. 





No tuve que buscar mucho el acompañamiento, sabían de mi interés, conocían que la recompensa era suculenta.




Cuando me levanté, mientras preparaba el petate, no daba un duro por el éxito de la empresa. La única vía que conocía que no fuera el cansino camino de la cuerda era una senda que marcaba el mapa del IGN. A priori sabía que sería difícil de encontrar y, si lo lográbamos, penosa de andar por la dificultad que entraña en esta sierra domar al paso a la jara pringosa (cistus ladanifer), dura de atravesar, no se aparta ante tu empuje sino todo lo contrario, te repele. 




Por tanto, la única vía de entrada plausible era el cortafuegos que nuestro Pepe Cabrera quiso en su día atacar y no le dejamos en aras aquél día al sentido común y a nuestras piernas. Pero hoy tocaba, no había más salida.

Efectívamente, el arranque de la senda se encontraba ocupado por un intenso jaral por lo que decidimos ascender por el cortafuegos para intentar dar con ella más arriba. Pues allí estaba, dicen que la fe mueve montañas y en nuestro caso no la movió pero nos dio la llave para conquistarla. Una senda, una de las pocas de esta sierra Morena plagada de pistas forestales, que atraviesa la ladera primero y después nos mete por un barranquete hasta la misma cuerda del macizo. 





No fue fácil, pero con las expectativas que llevábamos desde el inicio nos resultó pan comido... No se si me gusto más alcanzar el Puntal y sus magníficas panorámicas o recorrer esta senda que me permitió hacerlo.





Después el poyaqué. Como no habíamos tenido bastante, a por el Montón de Trigo, son los riesgos del entusiasmo y de no llevar una ruta definida. El Montón de Trigo es la segunda elevación de la Sierra Morena andaluza después del cerro de la Estrella.




El zapatazo de regreso fue inevitable. Lo único que le remedió en parte fue lo exuberante de lo que nos rodeaba.




Por fin, ganamos El Centenillo rematando la ruta con una preciosa entrada de rocines pastando los ahora verdines prados en la cuesta de los pabellones de solteros.





Nos queda alguna cosa por allí, principalmente las cuevas y sus pinturas, así como buscar un trayecto más lógico, si se puede. Todo se andará. 

A pesar de las emociones vividas en el día de hoy, no fueron superadas por lo mejor de la ruta... LA COMPAÑÍA.



LA RUTA

Partimos del poblado de El Centenillo, enclavado en plena Sierra Morena.




Descendemos por la antígua senda romana que se dirigía al cerrillo del plomo y a la fundición que allí existió.














Visitamos un bello paraje, el de la "bomba", estación elevadora del agua a El Centenillo, dominado por recios eucaliptos








Aquí tendremos que pasar una puerta que impide el trafico de vehículos. Continuamos por la pista hasta vadear el río Grande.








Por el camino, a la izquierda en nuestro sentido tendremos la antígua conducción de aguas que proveniente del embalse existente más arriba, abasteció durante años a El Centenillo y a Linares.





Rozamos la casa de los Camarenes





Y llegamos a la serena explanada donde se encuntra ruinosa la CF de El Puntal. Allí tomamos un bocado y planificamos la estrategia del ascenso.








Comprobado que la senda que pretendíamos se encuentra cubierta de jara, tomamos los derroteros que nos quedan, el cortafuegos





A un poco más de medio recorrido nos salimos a buscar la senda y ¡eureka! allí está, aunque aún somos escepticos por su recorrido. Sin embargo, se deja, con algún enmatojamiento por el abandono se recorre bien, pasando por un par de pedreras, rodenado un saliente rocoso y metiendose por un barranquete que nos alcanza hasta la ladera más agradable del macizo. ¡Estamos casi arriba! Allí alcanzamos las primeras panorámicas.











Continuamos hasta dar con la pista, lugar en que giramos a la izquierda para alcanzar la cima de El Puntal. Soberbias sensaciones.
















Dejamos su recorrido y desmenuzamiento para otra ocasión ya que hemos consensuado alcanzar el Montón de Trigo, los coleccionistas de vertices lo quieren para el albúm...















Alcanzado fácilmente por la pista que cabalga buen rato por la cuerda, tenemos otras inmejorables vistas de Vilches, La Carolina, Santa Elena, Miranda del Rey, y más lugares que el día brumoso y la lejanía impiden plasmar.











Nos encontramos en la segunda cima de la Sierra Morena andaluza, la primera la tenemos enfrente, el cerro de la Estrella.





Empapados de mirar nos dejamos caer a la pista que tenemos bajo nuestros pies y no la soltaremos hasta llegar a El Centenillo. Cansino y largo regreso pero felices de alcanzar los objetivos que veíamos inciertos en la mañana.




























EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
EL CENTENILLO - EL PUNTAL - EL MONTÓN DE TRIGO
Fecha
04 /05/2013
Itinerario
El Centenillo - cerrillo del plomo - la "Bomba" - vado río Grande - CF El Puntal - senda antígua a El Puntal - El Puntal (1099 m) - El Montón de Trigo (1210 m) - camino de la cuerda - CF. El Puntal - El Centenillo
Acceso
Poblado minero de El Centenillo
Inicio
El Centenillo
Fin
El Centenillo
Tipo de trayecto
Circular en sartén
Tipo de firme
Pista, Sendero y sin él
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
30 kmts   
Dificultad
 Díficil  
Tiempo  estimado
 10 horas   
Cota mínima
 466 mts  
Cota máxima
 1.208 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1.297 mts.    Bajando: 1.297 mts.
Perfil

Sugerencias
No hay garantías de encontrar agua potable por el camino. Llevar manga larga para atravesar las zonas de jara.
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar en casi todo el recorrido 
Mapa

Foro
La RUTA en el FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Pinturas rupestres de la "Cueva grande de El Puntal". El Centenillo (Jaén). Lopez Payer, M; Soria Lerma. Revista Zephyrus nº 30. 1980.
Por tierra de minas: El Centenillo. Sánchez Bustos, M. Ed El Olivo. 2012
Experiencia propia.



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SIERRA DE SEGURA (JAÉN): SUBIDA A EL YELMO POR SU UMBRÍA

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EL YELMO DE SEGURA. EL GIGANTE DERROTADO DESTRONADO


Últimamente me estoy luciendo con los titulares, pero es que cuando algo está bien definido hay que reconocerlo. 


En algún momento leí el entretenido artículo de Javier Broncano sobre el Yelmo en su magnífico blog "Segura en Verde": D-E-M-O-L-E-D-O-R







No le faltan razones ni argumentos para expresar el sentimiento de alguien que vive tan cercano. 







Creo que es opinión mayoritaria entre los entusiastas de esta sierra que el Yelmo ha perdido interés debido al deslucimiento de su cumbre y el asfaltado de sus accesos. Y seguro que tampoco les faltan razones ni argumentos.







Pero amigos, el YELMO sigue siendo el Yelmo. EL YELMO NO ES SOLO UNA CUMBRE, sino una MONTAÑA, CON MAYÚSCULAS, única, categórica, singular y que ahora, por moda del afeamiento no somos capaces de ver más allá de nuestras narices y ponemos en relevancia un trozo del gran contexto, de la magnitud de sus laderas, donde se esconden auténticos tesoros, fuentes, sendas de piedra, covachones y cuevas, tornajos, cenajos, en fin ...







¿Y la CUMBRE? ¿Acaso estorban las antenas para mirar el horizonte y divisar la Sagra, las Lagunillas, Espino, ...? ¿Acaso molestan los parapenteros que han encontrado un paraíso para el vuelo silencioso? ¿Acaso no es emocionante sentarse y ver el delicado despegue de estos amantes de lo etéreo? ¿Y que decir de la riqueza que el Yelmo, ahora abandonado por los serranos, aporta a la comarca solo por permitir su acceso asfaltado?






Dejemos de rasgarnos las vestiduras,  rescatemos lo bueno de estos denostados colosos, benévolas montañas olvidadas, DESTRONADAS, que no derrotadas: Yelmo, Almadén, Pandera... En nuestra mano está, entre otros, la posibilidad de que vuelvan a reinar.    






Como bien remata Broncano, con quién comparto la idea final ".../... aún con repetidores, despegues y asfalto, El Yelmo debe seguir siendo, como siempre, ese lugar adonde uno conduce con orgullo a sus amigos y, sobre todo, uno de los signos de identidad más compartidos por los serranosegureños.../..."

Y también,como no, la extraordinaria silva que Quevedo le dedicó. 


"El Yelmo de la Sierra de Segura (Monte muy alto al Austro)" 

O sea que olvidado, 
o incrédulo del caso sucedido, 
o mal escarmentado, 
¡Oh peñasco atrevido!, 
llevas a las estrellas frente osada 
de ceños y de carámbanos armada;

debajo de tí truena, 
que respeta tus cumbres el verano,
y allá en tus faldas suena 
lluvioso y tierno caño; 
y donde eres al cielo cama dura, 
das a Guadalquivir cuna en Segura.


Por de más alto vuelo
te codiciara el águila gloriosa,
pues arrimado al cielo,
lo que no pudo él, osa;
sobre Olimpo nos muestras por momentos
las determinaciones de los vientos.


Escondes a la vista
el Yelmo con que Júpiter Tronante,
armado en la conquista,
si no te vio triunfante,
te vio valiente y animoso, y vemos
que hoy le arriman escalas tus extremos.


Coronado de pinos,
el cerco blanco de la luna enramas,
y en los astros divinos,
que son etéreas llamas,
te enciendes por turbar antiguas paces,
y al cielo vecindad medrosa haces.


Son parto de tus peñas
Mundo y Guadalquivir, famosos ríos,
y luego los despeñas
por altos montes fríos,
de tan soberbios y ásperos lugares,
que parece que llueves los que pares.


Baja recién nacido
Guadalquivir, y llega tan cansado,
que le ve encanecido
en su niñez el prado,
con la espuma que hace y con la nieve,
por duros cerros resbalando leve.


Ceñido en breve orilla,
llega a tomar el cetro de los ríos,
y en cercando a Sevilla,
le coronan navíos;
por ser tan noble su primera fuente,
que es de los cielos alto descendiente.


Con pasos perezosos,
al mar camina, como va a la muerte,
y en senos procelosos
por tributo se vierte;
donde yace del golfo respetado
por lo que en él Belisa se ha mirado


O sea que olvidado
  (Las tres últimas Musas castellanas: 
segunda cumbre del Parnaso Español, 1626)



Tras mi montaña favorita, el Yelmo, y su satélite el Yelmo Chico, ha sido la altura que más he visitado, y nunca lo he acometido por asfalto. Siempre que he subido he descubierto algo nuevo pero hay un rincón que en mi opinión y corta experiencia serrana es una delicia: la casa - fuente de los Ganados. Lugar donde se respira una paz singular, enclave a caballo entre la campiña serrana representada por el valle de Hornos y Segura y la Garganta que da paso a la sierra profunda. Territorio de paso, cruce de caminos, cuyo concluyente topónimo no deja lugar a dudas de su pasado.

Nunca había alcanzado la cumbre de El Yelmo por la cara W, por la umbría. Tal vez la existencia de la cansina pista me hizo desisitir más de una vez de tomar la decisión. Tampoco conocía ni imaginaba la red de sendas que guarda en su interior, razonablemente explicable, fruto naturalmente del trasiego ganadero del pasado más reciente.

En esas nos vimos, gracias al trabajo de indagación de Pepe y Paco Úbeda diseñaron una ruta integral y circular a esta mole pétrea pasando por la cumbre la cual se alcanza desde la vertiente W. No pude hacer la ruta completa por cuestiones que llamaban al orden ese día pero di cuenta de buena parte de ella, quedándome un jugoso postre para otra ocasión, la cara N, la más abrupta e inaccesible. 

Ahí seguirá El Yelmo, estoico, impertérrito, esperando a que descubra ese gran ombligo que no pude disfrutar. 

YELMO, seguro que algún día recuperarás tu honrosa corona.



LA RUTA


La ruta comienza donde comienza la pista asfaltada recientemente, junto al camping de El Robledo. Allí podemos dejar cómodamente los vehículos y arrancar por una senda que nace al final del aparcamiento. En su inicio acompaña al arroyo del Robledo y más arriba lo abandona para evitar el angosto barranco que este origina.










Ganamos una poca altura que nos va dejando buenas panorámicas del valle del Segura y montes de Beas







Alcanzamos la remodelada fuente del Tejo (otra de tantas de estas sierras), a pie de pista asfaltada. Hacemos la foto de grupo antes de que el personal se desbande y la abandonamos retrocediendo unos metros 



















En la subida divisamos uno de los destinos intermedios, los Castellones por cuyo collado pasaremos. Rozamos el cortafuegos del tendido eléctrico y pasamos por una curiosa oquedad pétrea hasta que alcanzamos la curva más norteña de la pista asfaltada que mencionamos anteriormente. Toca reagrupamiento porque el pecho es lapidario.






















Tomamos por unos metros el impresionante cortafuegos abandonándolo poco más arriba. Bueno casi todos porque al levantar la vista ya comprobamos que los que pensábamos se han decidido por el camino más corto.







Sendas de piedra seca, cruces de caminos nos encaminan al collado donde realizaremos un descanso y merecido avituallamiento.



















Un resiego advierte que esta zona fue un frecuente lugar de paso










Ganamos altura muy rápidamente lo que nos otorga unas panorámicas inconfundibles del valle de Hornos ahora ocupado por el gran charco y la sierra de las Lagunillas de frontón















Notamos que la cumbre está cercana. La senda no obstante nos lleva antes a la vertiente N, a enseñarnos la cuna, la madre de todo esto, la que le cedió el nombre, la pila bautismal de esta bendita sierra, SAQURA.































Tras empaparnos de mirar, giramos en sentido opuesto, al S para dirigirnos directos al VG












Asomados al balcón, !Que balcón¡ 











Recogiendo que queda camino.







Un poco más abajo abandonaría al grupo para dirigirme en dirección sur hacia el Yelmo Chico por un tramo de la pista asfaltada y donde está la unión de la que sube del Robledo con la que lo hace del Campillo, comenzar el descenso por una antígua senda hacia la encrucijada de la Fuente de los Ganados. Hay que agradecer a la amiga "Caperucita" y al amigo "Sansón" el detalle de acompañarme por si no encontraba el camino de regreso,...




























De aquí, cómodamente tomamos el PR-A 147, circular a la fuente de los Ganados, que nos llevará por la parte alta del barranco del arroyo Matasnos hasta el Robledo.
















VÍDEO





DATOS TÉCNICOS

Denominación
EL YELMO POR LA UMBRÍA
Fecha
11 /05/2013
Itinerario
El Robledo - Fuente del Tejo - jorro del tendido eléctrico - collado del Castellón - mirador N - El Yelmo (VG) - pista asfaltada - cruce del Campillo con el Robledo - Fuente de los Ganados - El Robledo
Acceso
Desde el Tranco, Beas de Segura o La Puerta de Segura, podemos alcanzar la lacalidad de Cortijos Nuevos en el valle del Segura, desde aquí nos dirigiremos a la aldea de El Ojuelo y continuaremos hasta la de El Robledo. Cruzamos la aldea y donde comienza la pista asfaltada que sube a El Yelmo, junto al camping del Robledo dejamos el vehículo, es el punto de partida.
Inicio
El Robledo (camping)
Fin
El Robledo (camping)
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Sendero, jorro y pista
Estación
Primavera/Otoño/Invierno 
Distancia
14,31 kmts   
Dificultad
 Moderada-Alta 
Tiempo  estimado
 6 horas   
Cota mínima
 863 mts  
Cota máxima
 1.806 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 863 mts.    Bajando: 863 mts.
Perfil

Sugerencias
Agua en la Fuente del Tejo a la subida  y en la de los Ganados en la bajada. Protección solar. 
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar en casi todo el recorrido 
Mapa

Foro
La RUTA en el FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Ascenso y cresteo diseñado y guiada por los foreros PepeÚbeda y Paco Úbeda
Descenso experiencia propia.



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Hace unos días, un DUENDE, de tantos como abundan por nuestras sierras, me comunicó que este blog estaba inscrito en un concurso. 



Como nadar contracorriente es absurdo y poco divertido, pues “PALANTE-COMO-LOS-DE-ALICANTE”

Durante diez días, del 20 al 28 de mayo, se podrá votar el blog que más guste de los inscritos. Hay que entrar haciendo click sobre la imagen de arriba y siguiendo las instrucciones

Para los visitantes de este blog puede ser una oportunidad para conocer otras partes de nuestro territorio nacional menos frecuentadas, así como la forma en que otros amigos de las montañas expresan sus vivencias

Si después de ello te sigue gustando EL COCHE DE SAN FERNANDO  vota por él, en caso contrario se consecuente con tus gustos y apoya a quién lo merezca más según tu opinión.

DIVIERTETE MIRANDO,LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR 

¡¡¡GRACIAS!!!

NOTA: LOS PARTICIPANTES TAMBIÉN ENTRAN EN UN SORTEO Y PUEDEN OBTENER UN PREMIO. VER LAS BASES AQUÍ 




 
"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos, 
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos y, otras, están pendientes de poder dedicarles un ratico. Espero os sean de ayuda si decidis realizarlas. Si encontrais algún error, os ruego me lo comuniqueis para subsanarlo.



Los track referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, no sustituyendo a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrian haber cambiado.




Photobucket





TIEMPO DE PRIMAVERA
















SIERRA DE CAZORLA Y EL POZO (JAÉN): TRIO DE ASES, AGUILÓN DEL LOCO, PICÓN DEL GUANTE Y RAYAL

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CAPRICE DES DIEUX

Allí estaba, escondido tras el último pináculo, tras el Aguilón de la Ventana. Aparición fantasmagórica, paredón enhiesto, talud abismal. Sobrecogedora visión del Picón del Guante coronado por diminutas figuras que caminan por el filo desafiando al precipicio. No creo que pueda olvidar jamás esta imagen. Dicen que la primera vez nunca se olvida, este primer encuentro cara a cara con el coloso, con este erecto picacho fue, sin duda, una visión pasmosa y, como no, hermosa.





Ganas había, algún que otro intento infructuoso nos había dejado por el Garbanzal con la miel en los labios, sobre el papel todo estaba estudiado y cuidádamente precisado. Este día, a pesar de la incertidumbre de las primeras horas, era el día perfecto,... si escampaba.





Cabalgamontañas diversos, gente incomparable de lugares distantes y distintos, algunos con muchas horas de vuelo por estas crestas, otros primerizos, todos con unas ingentes ganas de disfrutar recorriendo los precipicios y abismos de esta montaña, cuerda para unos, cordillera para otros, magnánima montaña al fin y al cabo.





Agrios[1], el Agreal le otorgaron los serranos. Vil topónimo que no hace sino resaltar la difícil marcha que supone transitar este abrupto lapiaz. Por ello, por aquí no hay senda que valga, solo el paso firme nos permitirá disfrutar del recorrido, sobrevolar los barrancos del moro y de extremera por el filo de la navaja, por una áspera cresta,  alcanzar tres cumbres emblemáticas y descender  todo lo subido en un santiamén por un cuasimposible plano inclinado... 








Y en ello, un trío de ases. Una terna de colosos verticales que destacan en el horizonte. Tres mellizos, y como buenos mellizos bien diferentes, rotundamente reconocibles. En el centro, si miramos desde Quesada, su mirador natural y presidiendo, el dedo que señala el cielo, el picón del Guante, arista de belleza descomunal, casi impenetrable. A la izquierda, Villalta (en los mapas escritos)o Aguilón de la navilla (en los mapas no escritos), al fin y al cabo aquél cerro del que cuentan los que le contaron que un día un quesadeño del Garbanzal se quedó extasiado de la belleza con que la luna aparecía por su cumbre, y quiso acariciarla. Allí subió y allí se quedó envuelto en su romántica locura, desde entonces, merecidamente, se le conoció como el cerro del loco, el Aguilón del loco. Finalmente, a la derecha el cabezón, la mole, el peñón del Rayal que abre (o cierra) la cañada de Tiscar .





Caprice des dieux al fin y al cabo...








[1] A propósito del topónimo Agrios: Cuerda de los Agrios o Agreal parece hacer referencia al tramo que abarca desde puerto Lorente o más precisamente desde el nacimiento del Guadalquivir allí por la Cañada de las Fuentes hasta el cerro Villalta o Aguilón del loco. El resto hasta los Picones, recibiría el nombre de cuerda del Rayal. Sierras de Cazorla Segura y las Villas. Guía del excursionista. Martín Fernández, E. Toponímia y etnografía serranas. Comarca Sierra de Cazorla. Nieto Ojeda, R.


LA RUTA


Partimos de la explanada existente en los Picones, entre el torreón del puerto de Tiscar y el Rayal. Antes la fotografía del grupo presintiendo que no volveríamos a estar al completo en el resto de la ruta, como así fue.










Tomamos buen camino por la pista que se entrecruza con el cordel que podemos seguir hasta el Gilillo. Ganamos rápidamente altura dejando a nuestra izquierda los “volaeros” primero y los calares de la bujea después. Al llegar al tornajo de la fuente de las tres pilas comienza a envolvernos un acogedor pinar por donde aparecen y desaparecen con la niebla los "frailes" serranos que hoy cuidan nuestro rumbo.

















Bajo la corona del Rayal, alcanzamos la Bujea donde el camino se desdobla, instigados por Mingo tomamos el Cordel para calentar las piernas. Tras una exigente subida por la loma de los Robles, alcanzamos una meseta, estamos justo bajo el picón del Guante, en la morra de los Arenales. A pesar de impedirnos la niebla el poder contemplarlo se presiente su grandiosidad. Una breve bajada nos deja de nuevo en la pista que abandonamos con anterioridad, de aquí a collado Valiente un salto














Descanso y ruegos subliminares a los dioses de estas montañas para que nos permitan completar nuestros propósitos. Allí, bajo el peñón del “contaero” con vistas a nuestro cerro del Loco, tomamos fuerzas e ímpetu para afrontar decididamente la conquista de los tres colosos. El cielo empieza a dar buenas noticias.









Continuamos un suave descenso durante unos trescientos metros por la pista que, de seguirla, nos llevaría hasta Puerto Lorente y en un barranquillo a nuestra derecha (hito) tomaremos una senda bien visible que nos dejará a los pies de nuestro primer destino, en la morra de la navilla. Intentamos sin fruto obtener una panorámica del valle, las nubes circulan deprisa levantándose, pero aún son muy densas. Arriba la caballería ligera ya ha tomado posiciones.













No hay más que pensar y arreando  por donde aquél loco valiente, o solamente loco, quiso pero no pudo conquistar su deseo. Unos directamente, otros colándose por la raja, alcanzamos las últimas crestas del Agrial llegando con esfuerzo los 1954 metros que lo coronan. Por fin el AGUILÓN DEL LOCO.





La celebración estaba servida, los alborotadores murcianos y poceños animaron decididamente la conquista.








Pasada la algarabía, cada uno pudo reflexionar sobre lo admirable de lo que nos rodeaba, lo que podía alcanzar nuestra mirada difícilmente tendría cabida en estos párrafos, pero si que se respiraba un feeling unánime: ESTO ES GRANDE.






Pico Cabañas



Collado Trabino



Cañada de Tiscar a la altura del collado Trabino



Lo que nos quedaba...


Poco a poco, renqueantes, no se si pensando en lo que nos esperaba o por lo bien que allí se estaba, comenzamos a conformar la serpiente multicolor que adornaba el horizonte y que producía un contraste sublime entre lo diminuto de sus componentes y lo grandioso del entorno. Ahora tocaba caminar por los filos. Nuestros ruegos se habían hecho realidad: escampaba a buen ritmo.















Una rotunda bajada paralelos a la cañada de Tiscar nos aleja progresivamente del collado de Trabino a la altura del mismo Aguilón. Por allí enfrente, la loma de Cagasebo y los Callejones. Al fondo el estoico Cabañas, el Buitre, la Tableta,... Pero poco más porque hay que mirar constantemente donde se pisa, duro y tortuoso camino.


















Por fin el colaero para la Navilla, en realidad el Contaero (probablemente se destinaba esta buena y amplia nava para contar el ganado). En la bajada unos laricios portentosos, castigados al rastreo como defensa por las condiciones climatológicas que soportan en este portillo. Atravesamos la Nava y nos encaminamos hacia la segunda corona del día, para mi la más sorprendente y asombrosa.















Aguilón del Loco visto durante el ascenso al Picón del Guante



Recorrido realizado





Antes deberemos alcanzar el Aguilón de la Ventana, preludio a la sinfonía montañera que nos espera. Allí, al coronarlo, una abismal visión se nos aparece, acrecentada por los claroscuros del día. Una sucesión de hormigas multicolores lo surcan y rematan. Grande PICÓN DEL GUANTE. Solo por encontrarse esta representación merece repetir cien veces.



La ventana de la que toma el nombre el Aguilón que preludia el momento más emocionante de la ruta









La cresta impensable e imposible...








Pero, ¡por fin! esto también se puede. 





El cabezón, la mole pétrea, el más pequeño de los mellizos pero no por ello más imponente y bello nos espera desafiante








Antes, un nuevo filo, el del Rayal, que nos llevará por encima de las Torcas y el collado del Buje hasta el rotundo peñón















El Rayal a tiro de piedra



Atrás lo que hemos dejado por el camino...





Y otra vez la fiesta. Se lo merecía, sin duda






Los tres...

A poco de volcar el Rayal en dirección a los Picones, ya divisamos donde dejamos los vehículos, pero para conseguirlos aún nos quedaba una última prueba de fuego, descender por el Atochar primero, visitar las simas de la zona y posteriormente por el descarnado pecho de las ardillas alcanzar la pista que en la mañana nos condujo a esta exquisita e inolvidable tournee


¡S-A-T-I-S-F-A-C-T-I-Ó-N!!!!!!!!!!

















TODO FUE MARAVILLOSO, PERO LO MEJOR... 
¡LA COMPAÑÍA!!!!!!!!!!!!!!!

GRACIAS A TODOS.


VÍDEO







DATOS TÉCNICOS

Denominación
TRIO DE ASES: AGUILÓN DEL LOCO - PICÓN DEL GUANTE - RAYAL
Fecha
08 /06/2013
Itinerario
Los Picones - los volaeros - Barranco extremera - las bujeas - collado Valiente - Villalta (Aguilón de la navilla o del Loco) - Navilla alta - Picón del Guante - Las torcas - Rayal - pecho de las ardillas - simas - los Picones
Acceso
Desde Quesada en dirección a Pozo Alcón por la C-323, pasado el puerto de Tiscar, a 500 mts sale un carril que tras un kilómetro nos dejará en la explanada de los Picones, punto de inicio y finalización de la ruta.
Inicio
Los Picones
Fin
Los Picones
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Sendero, jorro, pista, lapiaz
Estación
Primavera/Otoño/ 
Distancia
 15 kmts   
Dificultad
 Alta - Muy Alta
Tiempo  estimado
 9 horas   
Cota mínima
 1.155 mts  
Cota máxima
 1.959 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 1.244 mts.    Bajando: 1.244 mts.
Perfil

Sugerencias
Agua solo al inicio en los tornajos del barranco Extremera. Usar protección solar. Buen calzado, domado. Es recomendable el uso de dos bastones. En algunos puntos concretos hay que usar las manos para realizar pequeñas trepadillas.
Mapa


Track
Movil
Cobertura Movistar y Vodafone baja en todo el recorrido.
Mapa

Foro
La RUTA en el FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Ruta multitudinaria dirigida y planificada por Angel del Barrio (Sansón).
Sierras de Cazorla Segura y las Villas. Guía del excursionista. Martín Fernández, E. Toponímia y etnografía serranas. Comarca Sierra de Cazorla. Nieto Ojeda, R.

SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): CUENCA MEDIA DE ROYO CHILLAR CON EL CS EL CAMINO (II)

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"ROYO CHILLAR" Y SU HERMOSA CUENCA

Repetición casi exacta de la realizada el pasado mes de agosto con miembros del CS El Camino y otros foreros por la cuenca del Chillar en la sierra de las Villas. No voy a repetir las maravillas que esconde la porción más pequeña del parque, pero si recordaré el tópico de que la esencia se guarda en frascos pequeños.

La cuenca y sus recorridos están perfectamente descritos en los siguientes enlaces de este Blog para aquellos que quieran revisarlos.


CUENCA DE "ROYO" CHILLAR

CUENCA ALTA DE "ROYO" CHILLAR

CUENCA MEDIA DE "ROYO" CHILLAR



En esta ocasión, los miembros del club que no pudieron disfrutarla con anterioridad (y algún encantado repetidor) quisieron disfrutarla, seguro que animados por los comentarios de los compañeros. Fue un placer acompañarlos, además me recompensaron con una jornada bien, bien divertida.



LA RUTA

Está perfectamente descrita en el siguiente enlaces. La única variante es que no termina donde comienza ya que decidimos acortarla unos kilómetros por la hora que era y la elevada temperatura que hacía quitándonos el "alpargatazo" por carretera hasta el punto de inicio. Igualmente, en lugar de alcanzar la CF de Carrales desde los cortijos del morro como el año anterior, acortamos por el cortijo de la Lancha hasta la laguna de Carrales.

RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA

Pongo algunas fotografías de la actual.


































































































EL VÍDEO









DATOS TÉCNICOS


Denominación
CUENCA MEDIA DE ARROYO CHILLAR CON EL CS EL CAMINO (II)
Fecha
29/06/2013
Itinerario
Collado agua los perros - cortijo agua los perros - cortijo de los abuelos - cortijo del del Puntal - escalera del puntal - los Vadillos del Chillar - cuesta del Chindo -  cortijo de los Contreras o del Chindo - collado del Chindo - cortijo de la Peraleja - fuente de los Nerpeños - cortijo del Cuco - pasá del Cuco - "prao"  borde - cortijos del Morro - cañada de Carrales - cortijo la Lancha (de Carrales) - Laguna de Carrales.
Acceso
Carretera transversal de la Sierra de las Villas
Inicio
Collado Agua los perros
Fin
Laguna de Carrales (se puede terminar en el lugar de inicio, distante dos kilómetros)
Tipo de trayecto
Circular (cuasi). El trayecto estaba diseñado circular pero dado el calor decidimos acortarla tres kilómetros al final.
Tipo de firme
Pista / Senda 
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
13,5 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
5 horas   
Cota mínima
956 mts
Cota máxima
1.222 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 593 mts.    Bajando: 616 mts.
Sugerencias
Llevar agua para el recorrido, en el trayecto en vehiculo hay varias fuentes. Eln el trayecto a pie encontraremos agua en el tornajo del Chindo y  en la fuente de los Nerpeños. Evitar las horas centrales del día, especialmente en el estío  No abandonar basura. No encender fuego. Hay que vadear varios arroyos.
Track
Movil
Cobertura Movistar ausente en todo el recorrido a pie. Hay cobertura en el inicio de ruta, en el collado Agua de los Perros. 
Mapa
Bibliografía
Experiencia propia. Anotaciones de Manuel R. y José Gómez

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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos, 
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos y, otras, están pendientes de poder dedicarles un ratico. Espero os sean de ayuda si decidis realizarlas. Si encontrais algún error, os ruego me lo comuniqueis para subsanarlo.



Los track referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, no sustituyendo a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrian haber cambiado.




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TIEMPO DE PRIMAVERA
















SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): ESCALERAS Y CUENCA ALTA DE "ROYO" CHILLAR

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LAS ESCALERAS DEL CHILLAR...Y OTRAS COSILLAS DOMÉSTICAS...





Tiempo ha, cuando uno comenzaba a asomarse a este ventanuco serrano, asistí pasivamente como mero espectador (como no podía ser de otra manera), a un cruce de comentarios que no me pudo pasar desapercibido. Lo cierto es que lo he buscado para enlazarlo y no lo encuentro, pero aseguro que no lo he soñado. La cosa venía a razón de los lugares señeros y emblemáticos de esta gran sierra. Concretamente el hilo refería una ruta por el Gualay, no recuerdo si por la cerrada del Pintor o por la Canaliega, y el comentario en cuestión que llamó mi atención equiparaba el lugar como si de la Capilla Sixtina de la sierra de tratara: “el templo o el santuario” venía a referir. Desde entonces, como no, aquello despertó mi interés y he conseguido conocer parte de esa oculta y escondida maravilla. Igualmente conocí que aquello es una de las zonas más protegidas administrativamente catalogado como zona de reserva administrativa A.

No, no creáis que desvarío. Pasado el tiempo, he tenido la fortuna de conocer algo la Sierra y aunque aún me pueden perder en ella, he conseguido obtener criterio propio y opino que es excedido localizar un punto, un lugar en esta inmensa sierra como el súmmum… Quién se aventure, fuera de lo que sea mostrar preferencias personales por unos lugares o el comentario por la emoción que el descubrimiento de alguna zona singular deja, o peca de atrevimiento al otorgar una calificación tan categórica o de ignorancia al no conocer otros lugares de similar calado.





Con la misma subjetividad de quién entonces defendió aquél lugar, sigo opinando y opino que royo Chillar, en la sierra de las Villas (o para los puristas geográficos, sierra de Cazorla, vamos que me da igual estas tontás…) es merecedor igualmente de la categoría administrativa reserva A, aunque si lo expreso con vehemencia lo referiría de manera similar a como se catalogan los electrodomésticos de ahorro energético: reserva AAA+++.

Ahí queda eso.





Sin embargo, matizo el símil enfatizando la invitación a que se recorra y visite, quién no lo haga, quién no de un cómodo paseo al menos desde los cortijos de los Vadillos hasta la cerrá-pasá del Cuco, se está perdiendo un auténtico SANTUARIO de paz, de belleza, un SANTUARIO botánico y etnográfico, un rincón en definitiva como pocos en nuestro extenso parque.

Y todo esto tomaba forma en mi cabeza mientras recorría este grandísimo paraje, magníficamente acompañado.




Comprendo que nuestro GR Bosques del Sur busque un trazado “para todos”, sin entrar en los parajes más montañeros, pero obviar tramos como este (y otros similares próximos al trazado oficial) ha sido una decisión lamentable a mi parecer.

Hace varios años me sucedió el descubrimiento, el pasado verano pude por fin delimitar y entrelazar varias partes ahora fácilmente reconocibles. El actual está siendo el del disfrute, el del gozo de compartirlo con amigos y familia y reconocer sus sensaciones seguramente más imparciales y menos pasionales que las mías (aunque algunos también se dejan llevar de estas “tontás” serranas…).





El planteamiento de la ruta incluía recorrer la cuenca alta del Chillar, accededer a uno de sus orígenes, royo Cucharas, que toma el nombre de los magníficos útiles para comer, duros y compactos que aquí de confeccionaban con las bujeas (madera de boj…) de buena calidad que da el terreno. De hecho, uno de los cortijillos más recónditos de este barranco cucharas lo habitaba quién pasó al recuerdo popular no por su nombre de pila, sino por su mote: Tío Cucharas.

Para cansinear al Chillar y disfrutar nosotros hemos combinado esta zona poco transitada, con entrada y salida por unos sobresalientes accesos serranos, la escalera de Amador (entrada) y la del Puntal (salida), empapándonos en el trayecto, como no, de ese SANTUARIO natural, encajonada cerrá, zanjada y surcada por torrenciales royos de corto recorrido, y medio artificiosa, una genialidad etnográfica para salvar el escollo natural representado por una coqueta pasá labrada en la toba por donde ellos se comunicaban, la del Cuco, amen de numerosos vestigios de que estuvieron por aquí dando vida entonces a estos rincones apacibles y solitarios.



LA RUTA

La noche anterior fue sonada, una de esas tormentas que estremecen cuando te cogen en plena sierra, vivimos su furia aunque protegidos en el vehículo e intuimos que la mañana siguiente sería radiante, como así fue.








En el camino pudimos comprobar que aún a estas alturas las cascadas de los caballeros fluyen alegremente ¡insólito!!!!!








El río Grande emanaba un vapor mágico a esas horas allá por las milpiedras...





Las covachas de los nenes, bajo las ermita de la Hoz, se mostraban misteriosas...









JJ nos tenía preparado un alto en el camino. Tantos años visitando ese rincón de la fuente de los cerezos allí donde royo Martín deja un terreno llano, entonces huelga y hoy campamento y final de la sexta etapa del GR bosques del sur, y al remate nos enteramos casi simultáneamente, por él mismo y unos días antes por la lectura del libro de Rufino Nieto de la existencia de la mierera mejor conservada de todo el parque.





¿Qué? ¿Qué no sabes que es una merera? ¿Ni para qué servía la miera? Pues amigo necesitas urgentemente leerte el libro de Rufino (o darte una vuelta por la sierra con JJ). No obstante, adelantaré que la miera se extraía del enebro y los serranos daban buen uso para curar la roña (sarna) del ganado, aunque las aplicaciones generalmente se extendían más allá de eso, incluso se trataban afecciones dérmicas humanas(a falta de pan…).




Aunque el objetivo a la hora de la extracción era el mismo, el ingenio se diferenciaba claramente de las más conocidas pegueras (de donde se extraía el alquitrán vegetal), básicamente en que la peguera se enterraba y la merera se construía sobre nivel. Fue una delicia la visita matutina a esta mierera.








Según supimos más tarde, en su buena conservación tuvieron algo que ver un grupo de voluntarios que la rehabilitaron recientemente. 

Pues allí está el monumento, donde lo construyó junto a su padre el antiguo pedáneo de Bujaraiza, allí está pidiendo ser admirado por las gentes que se dignen a detenerse a beber agua en una de las fuentes emblemáticas del parque, la fuente de los Cerezos








Tras el grato “impasse” mierero continuamos el camino hasta llegar a la altura del cortijo del Puntal, más allá del collado y fuente agua de los perros. A unos ochocientos metros del cortijo, poco antes de llegar a la curva que emboca en Carrales, hay un espacio donde dejar los vehículos. De ahí partimos y llegamos.

Tomamos un carril que sale unos metros más adelante para dar servicio a los cortijos de Carrales y de la Lancha. Lo abandonamos a la altura de la laguna de Carrales, amplia planicie parcialmente inundable donde hay marcado un círculo para los helicópteros. Atravesamos la laguna acercándonos al filo de la lancha, al terminar la misma andaremos atentos porque de allí mismo sale y entra claramente la escalera (hito) por la que Amador se comunicaba con el mudo.





Está muy perdida en su tramo central aunque en su inicio y remate es claramente aún reconocible. Iremos buscando las parejas de mojones que hasta las puertas del cortijo nos irán marcando su trazado. Se alcanza pronto este cortijillo situado en un morrete con unas vistas únicas. Frente a este, el cortijo de Qintín, con quien voceándose casi podía darse recados.




Por la derecha y abajo, pegado al royo, quedan los Vadillos que no se ven desde aquí pero si su delator morro.





Delante del cortijo la chiquera, desde donde vemos abajo la pista que camina junto al Chillar y una de las pantanetas de este. Por la derecha del cortijo tuvo huertos este Amador, y por la izquierda también, aún lo delatan las paratas de los bancales ganados al monte, y una fuente modesta pero suficiente para sus necesidades. Si miramos a la izquierda del morro la estampa mágica, el encuadre del collado flanqueado por los dos morrones de Santa María, allí donde ve la vida royo Cucharas e iremos en su busca.





No nos entretenemos demasiado por aquí así que nos vamos por la izquierda del morrete y cortijo siguiendo ahora una traza tenue que nos cruza el royete de los huertos y comienza a descender por la umbría buscando los huertos que tenían junto al Chillar el cual cruzaremos, hoy viene crecidete y me lleva a la metedura de pata (en el charco) del día.

Tomamos la buena pista paralela al royo que pronto nos conduce a la buena fuente de los 
Nerpeños (Enerpeños en aquellos mapas que la sitúan bien)ahora bien restaurada, con dos apetitosos caños de agua y rebosante por la derecha.






Por allí nos entretenemos admirando como se derrama el Chillar por el dique que le hicieron, a la altura del corrimiento de tierra que hubo tras un incendio por la zona, y que deberemos a travesar para buscar la senda que continúa royo arriba.





Un precioso bosque de ribera nos acompaña hasta la misma puerta de la cerrá-pasá de Cuco, por donde estaba el viejo molino y la fuente del Avellano que nos enseñó Manuel, a pie del royo. Repasamos los pocos restos casi irreconocibles en obra del viejo artefacto.














En un momentico, con tres zancás, tras cruzar royo Cucharas que por aquí se entrega a su hermano mayor, nos situamos tras un recoveco en ese disimulado lugar de apariencia humilde pero de descomunal belleza: la cerrá del Cuco y sus sucesivas cascadas, este año abundantes hasta el punto de no dejar a la vista claramente la piedra musgosa que a mi se me antoja a la faz de un indio.








Para quién desee más detalles, en otras entradas describo la múltiple conjunción acuífera que aquí se da, así que no me repetiré. Tras embelesarnos con el lugar ascendemos a contemplar la otra genialidad, la etnográfica, la trazada a pico y cincel en la generosa toba para superar la barrera de la incomunicación que la cerrá imponía. La combinación de la severa naturaleza y la superación de la misma por ellos, sin alterar el entorno es lo que hace grande al lugar, único.













Tras encaramarnos en el primer tramo, el más vertiginoso, en el que hay que abrazarse bien a la pared que nos protege a la izquierda y pasar el trasto de mojón que aquí colocaron (¿a posta?), nos queda otro fugaz aturdimiento tras cruzar royo Carrales que abajo veíamos que se volcaba sobre el del Hoyo-Ojuelo para formar esa conjunción mágica de saltos, al fondo este arroyo que desde todo lo alto de Carrales toma brío, se descuelga en otra bella cascada, delicia veraniega para tomar un refrescón.








De aquí, cruzamos el canalón labrado en la toba que nos permite avanzar y tomar la trocha a los cortijos del morro.





Desde allí se nos adivina la hermosa cañada del Ojuelo que tendremos que ascender buscando el camino antiguo,  el que había antes de que hicieran la carretera transversal no muy lejos de este.





Para conseguirlo debemos bajar hasta prao borde o huertos del cortijo del Hoyo, y de ahí subir intuitivamente ya que la antigua senda está completamente destrozada e invadida por la vegetación. Tenemos que cruzar el cauce seco del royo del Ojuelo para encontrar la vieja senda que nos eleva a las puertas del cortijo de Casporra (Sopalmo bajo en los mapas). Antes de visitarlo, nos vamos a la derecha para ver algunas tapuelas cercanas y una vista frontal de la cañada de Carrales con los cortijos que recientemente hemos visitado, los del morro.











Dejamos el viejo Casporra que sucumbió en un voraz incendio allá por los años sesenta y continuamos ascendiendo por la cañada del Ojuelo, ahora por donde va ensanchando para llevarnos por tramos de la antigua senda perfectamente reconocible hasta el antiguo cortijo del Ojuelo.











A la salida de este, dirección a la tiná y ahora arreglado cortijo (nuevo) del Ojuelo, junto al collado del que toma el nombre, nos topamos con un buen ejemplar "trabajado" de sabina, buena y resistente madera. Ya en la tiná buscamos reponer liquido aunque el hilillo de agua nos decepciona. Ahora no está el pastor, parece que se ha ido antes de tiempo, el año pasado, el mastín me mantuvo a raya sin dejar acercarme a la casa, hoy podemos ver sus alrededores y tomar la senda desde donde nace, a espaldas justo de la nueva construcción que allí hicieron.











Buena senda que asciende por la lancha Limas, un pedregal difícil de andar si no fuera por este trazado que nos acerca casi a tocar el cerro de Santa María allá por el borde de la loma de la Cruz desde donde tenemos a la vista nuestro próximo objetivo, el cortijo Terrones.














Estamos en pleno barranco Cucharas, el que se inicia justo en el collado de los morrones para el lado del Chillar. En el cortijo Terrones visitamos la peguera, su entorno, esos chopacos delatores en otoño, cuando se encienden intensamente, de la casa que aún guardan, por si volvieran. Dentro una coquetería empotrada en la pared ¿imaginas su uso...?














Buscamos la senda que ellos trazaron para bajar a royo Cucharas, se anda mejor de lo que pensaba tras las intensas lluvias primaverales. El camino se intuye junto al cauce donde encontramos abundantes nogueras y un buen tejo. Casi al final, cuando aparecen los pinos de repoblación que pusieron "inteligentemente" en medio de la senda por algunos tramos, la cosa se enmatoja un poco, no obstante debemos estar atentos para no pasarnos el viejo cortijillo del Tío Cucharas





A partir de allí por camino bueno ascendemos un colladete, para abandonar nuestro royo Cucharas que se descuelga en busca del Chillar allí por el Cuco. Continuamos por el jorro pues buscamos otro tesorillo serrano, el cortijo del Tío Luciano. Un buen cortijo inmejorablemente situado, con extraordinarias vistas al caballo del Torraso y a la lancha del Agua los Perros. Desde allí casi se divisa toda la cuenca del Chillar. Para llegar a este hay que intuir el caminillo que abandona el jorro que llevábamos, atravesar un buen chortal y dejarnos caer por la parte trasera, donde encontraremos a pie del camino la vieja peguera.







Como reliquias serranas, vestigios del pasado, nos deja este buen cortijo la pintura bien conservada en la parte del hogar, donde la lumbre iluminó muchas noches y calentó los estómagos. A su derecha la cantarera en una alacenuca y fuera los machones que seguramente sujetaban la parra con que dar sombra en los veranos.








Hace calor, el medio día se nos ha echado encima y vamos pensando en lo que tercia a estas horas, así que abandonamos con presteza el lugar por un senderillo que arranca por detrás de la casa y que en un santiamén nos deja en el barranco de la Peraleja, por debajo del cortijillo. Como es camino conocido arreamos el paso solo pausado en la fuente de los Nerpeños con el correspondiente refrescón y pista de los Vadillos abajo, acompañando el apacible caminar del Chillar por esta vega. Lo cruzamos pasada la segunda pantaneta que le hicieron y ahora vamos por su lado derecho hasta llegar a los huertos de los cortijos de los Vadillos, allí donde se le unen los royos Agua los Perros y el del Chindo y ahora ya si es Chillar, el que chilla briosamente y de despeña por ese angosto cañón camino el Gran río, pero esa será otra historia. Ahora abandonamos la pista por la cuneta de la derecha antes de que terminen los huertos y se bifurque el camino. Al inicio hay que tener fe e intuición, pronto daremos con la senda que ellos trazaron para bajar y subir al cortijo del Puntal desde los Vadillos y viceversa. Entre romeros va ascendiendo con brío buscando situarnos justo bajo el Puntal, donde comienza la otra genialidad del día, esta escalera que en un plis plas, bueno sudando la gota gorda por las horas, el calor y la distancia acumulada nos encarama al cortijo del Puntal.





Lo visitamos brevemente, solo para resollar un poco y alcanzar los vehículos que distan escasos ochocientos metros.



















EL VÍDEO








DATOS TÉCNICOS


Denominación
ESCALERAS Y CUENCA ALTA DE ARROYO CHILLAR
Fecha
10/07/2013
Itinerario
Lancha de Carrales-laguna de Carrales-escalera y cortijo de Amador-royo Chillar-pista de los Vadillos-fuente de los Nerpeños-cortijo, cerrá y pasá del Cuco-cortijos del morro-prao borde-cortijo de Casporra-cortijo del Ojuelo-cortijo-tina del Ojuelo (nuevo)-lancha Limas-loma de la Cruz-cortijo y peguera de Terrones-royo Cucharas-cortijo tío Cucharas-cotijo del tío Luciano-barranco y royo de la Peraleja-royo Chillar-fuente Nerpeños-pista de los Vadillos-los vadillos-escalera del Puntal-cortijo del Puntal-lancha de Carrales.
Acceso
Carretera transversal de la Sierra de las Villas
Inicio
Lancha de Carrales, a 800 mts del cortijo del Puntal dirección a Carrales
Fin
Lancha de Carrales, a 800 mts del cortijo del Puntal dirección a Carrales
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Pista / Senda 
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
15,8 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
6 horas   
Cota mínima
970 mts
Cota máxima
1.255 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 596 mts.    Bajando: 596 mts.
Perfil
Sugerencias
En el trayecto en vehiculo hay varias fuentes. En el trayecto a pie encontraremos agua en la fuente de los Nerpeños y en la de Amador (más econdida) . Evitar las horas centrales del día, especialmente en el estío  No abandonar basura. No encender fuego. Hay que vadear varios arroyos.
Mapa
Track
Movil
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LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
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Experiencia propia

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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos, 
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos y, otras, están pendientes de poder dedicarles un ratico. Espero os sean de ayuda si decidis realizarlas. Si encontrais algún error, os ruego me lo comuniqueis para subsanarlo.



Los track referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, no sustituyendo a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrian haber cambiado.




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DESPEÑAPERROS (JAÉN): LOS ENIGMAS DE PIEDRA GALANA

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PIEDRA GALANA: DE TABERNÁCULO PALEOLÍTICO A COVACHA DE BANDOLEROS


Como musiquea la cantilena... 


¡Ahí está, ahí está...¡






Desde que Carlos Lemaur trazó el camino por el desfiladero, millones de personas han pasado bajo sus pies y pocos han reparado en ella.












Siempre ha estado formando parte del paisaje, destacando como proel en el monte de los Órganos, erguida y altiva avisando que hemos llegado al estrecho desfiladero que separa la meseta de Andalucía. Estuvo cuando los primeros humanos se atrevieron a buscar refugio en estos impenetrables farallones. Testigo muda del estampado pétreo de símbolos indescifrables. Impávida mientras el río le labraba su herida. No se resistió a que rasaran su peana para trazar uno de los caminos más transitados del mundo (¡quién se lo iba a decir...!). Cobijó, sin rechistar, a buscavidas y forajidos llamados bandoleros románticos... Albergó los fríos inviernos de pastores venidos a las Andalucías desde las sierras profundas. Finalmente ha tenido que soportar a los curiosos que hemos pretendido, en un lapso de fruición, empaparnos de sus tesoros, de sus insuperables horizontes, de mirar cara a cara a un buitre o asistir imperterritos a esa maravillosa pinacoteca que ha merecido ser considerada patrimonio de la humanidad. Pero también ha tenido que mostrarse generosa con los estúpidos, con aquellos pintamonas que han querido y logrado al asalto, obtener notoriedad CON NOMBRES Y APELLIDOS, hay que ser estúpido, necio, malapersona y soplapollas para venir nada menos que hasta aquí con un spray, y embadurnar las paredes donde otros lo hicieron con otra intención y mejor gusto hace miles de años.
Esta calaña de vándalos terminarán por lograr que enrejen y cierren estos lugares. 












Templado el ánimo, descargada la vehemencia y la rabia contra los indocumentados que suben allí nada más que a marear la perdiz, toca disfrutar contando lo visto y lo imaginado.


Desconozco 
el significado del topónimo, aunque no hay que ser un genio para intuirlo. La encontré ya denominada de esta forma en un entrañable artículo de principios de siglo pasado firmado para Blanco y Negro por el naturalista linarense D. Mariano de la Paz Gómez y Rodriguez del que extraigo un párrafo, pero recomendando encarecidamente la lectura completa del artículo por el valor de la descripción de lugares perdidos para siempre en ese fantástico paraje de Despeñaperros.


"Hacia poniente se levantan los Órganos, 
presididos por piedra Galana, 
a unos mil metros sobre el nivel del mar; 
en dicha roca cumbre, dando la cara al Norte 
y descubriendo soberbio panorama sobre la llanura 
manchega, se abre la cueva del Retamoso, 
abrigo prehistórico hoy ocupado por los pastores, 
que lo ennegrecen con sus fogatas, 
y cuyos ganados cubren el suelo 
con una alfombra poco grata."


ABC/ByN Página 01



A pesar de lo abrupto del terreno, Piedra Galana es generosa y se entrega. Con dificultad puede accederse a sus entresijos ciclópeos, puede encumbrarse e incluso rodearse. Todo está en el riesgo que quiera apostar el visitante.





Si que advierto que todo lo que sea traspasar la gran cueva debe medirse con fino talento ya que los escarpes son de órdago.





PRIMERO (y no por ello principal...)


Bien pues, por la cueva comencemos. De pequeño escuchaba historias de lobos, de cisqueros, de furtivos que buscaban la vida en la sierra. Viviendo en la frontera que le hemos trazado, estas historias junto con los sobresaltos de la mina eran las leyendas que corrían. También escuche historias de malvados, de villanos que vivían en la dimensión de la ilegalidad pero que no todo el mundo los condenaba. Eran los bandoleros de finales del XVIII y primera mitad del XIX, los que se echaban al monte por diversos motivos, ilegales para la justicia y muchas veces comprendidos (y ayudados) por el pueblo llano. Recuerdo bien las historias de Luis Candelas, Diego Corrientes y Jose María Hinojosa "El Tempranillo". De este último, se decía que anduvo por Despeñaperros. El Rey de Sierra Morena lo llamaban.




El angosto desfiladero era un lugar propicio para que bandoleros acecharan y asaltaran diligencias, postas y todo bicho viviente que por allí pasara. Esto se comprenderá con solo echar un vistazo desde la llamada cueva de José María y que
en adelante, como se comprenderá, preferiré llamar Cueva de las Vacas del Retamoso.





Justo debajo de ella pasaba el camino a la Corte y lo que se atisba desde aquí, bien hacia el Norte, bien hacia el Sur es un mundo. Daba tiempo a escudriñar el horizonte, planear la escaramuza, bajar, apostarse donde eligieran y en un plis plas dar un golpe y desaparecer con la misma presteza.






De "El Tempranillo" , (apodo proveniente de lo temprano que se echó al monte), hay fábulas que lo sitúan en toda Andalucía. Su leyenda traspasó fronteras y sus "modus actuandi" se conocieron incluso en países de nuestro entorno. Por tanto, no es de extrañar que por aquí tenga una cueva con su nombre reconocida en los mapas oficiales (aunque con una ubicación desplazada varios cientos de metros, intuyo que Hernandez Pacheco tuvo algo que ver en todo esto), una Venta donde dicen frecuentaba para recabar información y abastecerse, biografías prestigiosas que lo sitúan en la zona e incluso quién ubica su muerte en Despeñaperros en labores de escolta tras recibir su indulto de Fernando VII. 













No seré yo quién cuestione a eminentes historiadores, biógrafos y algunos cuentistas. Otros, con argumentos inversos cuestionan que este "elemento" asomara por estos lares. El hecho es que la cueva tomo su sello y la cartografía ha terminado de cerrar la leyenda. Una vez me contaron, que le habían contado a alguien que hace años, muchos años, un vecino de la localidad de Santa Elena llamado José María, de la familia de los Merinos tuvo que echarse al monte. También se admiten correrías de la partida de los "Botijas" por Despeñaperros. Puede, si nos decantamos por otras opiniones de cronistas e historiadores sobre que "El Tempranillo" no llegó tan lejos, que nuestro bandolero romántico, José María,hasta sea autóctono y paisano, y otro le ha suplantado la "gloria". 

PERO VAMOS QUE SI LOS MAPAS DICEN QUE ESA ES LA CUEVA DEL TEMPRANILLO, NI UNA PALABRA MÁS, HASTA EL TIZNE DE LAS PAREDES ES DE CUANDO ELLOS ECHABAN LUMBRE!!!!






SEGUNDO (entrañable...)

Otros recuerdos de infancia son de cuando nuestros padres nos aerotransportaban algunos Domingos en Seat 600 a una aventura increíble en Despeñaperros, bien al Jardín, bien al Chorrillo. La caterva escolar disfrutaba como indios asaltando un fuerte. También recuerdo que súbitamente, el que mejor oído tenía gritaba: ¡UN COCHEEEEEE! Con lo cual todos al unísono, perfectamente advertidos y entrenados por los progenitores (y por la cuenta que nos traía...) nos orillábamos disciplinadamente en el casi inexistente arcén hasta que el veloz bólido cruzaba delante de nuestras narices, y de paso otro juego, adivinábamos la marca. 

Y cuento esto a razón de que hablo de los años sesenta y me refiero nada menos que a la Nacional IV. En pocos años, el tránsito se desbordó y hubo que desdoblar la carretera. Aquello supuso un avance hacia la modernidad pero también la destrucción de un valle que no volveremos a conocer. El movimiento de tierras fue tal, que la ribera del curso del río Despeñaperros desapareció para siempre como la conocíamos. Afortunadamente quedaron los impenetrables barrancos de los Arcos, de la Niebla y ese grandísimo Valdeazores para significar la joya botánica que estos lugares encierran. Lentiscos, quejigos, alcornoques, alisos, brezales, arces,... suponen un aliciente más para encaramarse y recorrer estas laderas.  

Naturalistas y botánicos eminentes eligieron Despeñaperros para sus estudios de campo. A ello se refiere por ejemplo el Dr. en farmacia y botánico D. Salvador Rivas Goday en el discurso de contestación al del Dr Francisco Bellot para su ingreso en la Real Academia de Farmacia en 1967.




"En nuestras primeras campañas por 
Sierra Morena, guiados por la singular 
denuncia del ilustre botánico, 
ya fallecido, Dr. Pío Font Quer, 
la existencia de un verdadero 
Paraíso Botánico en el Valle 
de Valdeazores, fue sin duda 
una de las localidades botánicas 
que más impacto nos hicieron. 
Ya en las alturas del valle, 
ela cúspide de Piedra Galana, 
al contemplar desde lo alto 
la fragosidad del tajo 
de Despeñaperros, la apacible 
vallonada del Collado de 
los Jardines, el Barranco de Santa Elena 
y en lontananza los alcornocales
y  brezales de La Aliseda, 
en fin, los dilatados jarales; 
en aquel país histórico, 
testigo de batallas a 
favor de la verdad de la Cruz, 
nos hizo aclamar al unísono, 
la belleza del paisaje y 
la realidad del Paraíso Botánico."



Afortunadamente aún queda donde hubo. Esos barrancos se visten de multiespecies botánicas, son aún sobrevolados por azores, buitres, aguilas,..., un paño multicolor cubre la vegetación en el otoño tardío y , entre otras maravillas, un ejercito de duendes siembra de setas el suelo cada temporada.


















TERCERO (grande, grande, grande,...)

En tercer lugar, acompañado en mi run run particular por el gran Mussorgky, escuchando de fondo cuadros para una exposición, me dispongo a recorrer y recordar los fabulosos paneles de arte rupestreque comienzan a mostrarse sin solución de continuidad nada más alcanzar el nivel de la cueva.














Uno tras otro voy plasmando con la cámara hasta llegar al
gran panel de la cueva de las Vacas del Retamoso, una mezcla de barras de simbología para mi indescifrable, pero que el curioso puede indagar en la bibliografía propuesta. La pinacoteca remata con el, por mi bautizado, panel de los estupidos donde el ímbecil mayor, el pinturero del spray, dejo su huella. Desde que elAbate Henry Breuil anduvo indagando y describiendo el arte esquemático de Despeñaperros progresivamente se han ido sumando nuevos descubrimientos. Los especialistas describen bajo Vacas del Retamoso - Los Organos trece conjuntos de pinturas, cada uno engloba varios grupos. No es lugar para describir aquí pormenorizadamente los "cuadros" que la roca nos muestra, es mejor que quién por allí se acerque vaya descubriendo meticulosamente cada rincón, agudizando la percepción visual. Desde la perspectiva del profano, visitante e intruso hay tres lugares donde es recomendable detenerse pausadamente. 

Uno de fácil acceso, junto a la cueva para contemplar el gran panel del Conjunto IV.











Siguiendo la pared, unos metros más arriba se abre un covachón que alberga el que particularmente llamo panel de los estúpidos con las pintadas en spray y grabados que se sobreponen a las originales. Sirva para reflexionar y concienciarnos de como en ocasiones nos ganamos lo que no merecemos.









Finalmente la más inaccesibles, icono del parque, llamadas por unos "los gatos", por otros "los brujos" una maravilla al aire libre, inexplicablemente bien conservadas por miles de años, contemplando el horizonte y dando la bienvenida a quién nos visita desde tierras castellanas. 
 












Y CUARTO (¡vaya remate...!)

Finalmente, la panorámica, tanto desde los poyos que se precipitan sobre el desfiladero frente a la cueva, como la que obtenemos si decidimos andorrear por las crestas cuarcíticas y pizarrosas hasta la cumbre son soberbias.







































Al otro lado del desfiladero se alza el cerro del Castillo que 
también atesora un mundo que fue, con sus farallones verticales que caen casi desde la cumbre hasta el río.





  Si nos fijamos, uno de ellos tiene una pifia en la base subsanado con un postizo de hormigón. Ya nos contó en su día el santaelenero Gabriel T., criado en este barranco, la historia de como su padre pudo detener un convoy ferroviario justo antes de que se encontrara con el desprendimiento que se había producido sobre la vía. Para sostener el entramado de pizarra le hicieron el postizo que podemos ver en la actualidad. !Curioso¡







El collado de los Jardines se intuye tras el cerro del Castillo. más abajo la conocida como cueva de los Muñecos por los exvotos allí encontrados y también saqueados. El peñón del Corzo se yergue altivo vigilante de la carretera sinuosa que lleva a Aldeaquemada, cuando esta brinca en el collado de la Ginesa también nos esconde otro tesorillo pictórico de tantos como por aquí abundan.










Al Norte la llanura manchega se difumina a lo lejos mientras que al Sur la bonita localidad de Santa Elena se alza por encima del cerro de las Baterias forjando por si misma el horizonte y abriendo paso como balcón, que lo es, a Andalucía.





Más al Este, si el dia está claro, podemos atisbar la villa de Vilches y sus inconfundible y señeros cerros de Jarabancil y Mortero.





En fin podemos gastar el tiempo hasta el aburrimiento siguiendo el ritual de los buitres al tomar una corriente 
térmica para elevarse hasta los riscales o escuchando el estruendo del ferrocarril al cruzar el puente de hierro ocultándose por el túnel que le hicieron. 









Allí, uno se siente volátil,  se confunde con el paisaje, vuela con el buitre que pasa frente a nosotros, se descoca intentando transformar las eternas pinceladas en claves comprensibles actuales y hasta planea un asalto a la diligencia que se aproxima desde Venta de Cárdenas. 









Allí, uno, es otro...





Erratas:

(1) La fotografía que muestra la posible venta de José María el Tempranillo, el error al que hace referencia el texto está relacionado con La Carolina y no con Miranda.

(2) La fotografía en la que se aprecia Vilches, creo que el embalse que se aprecia es Guadalén y la localidad en el horizonte Navas de San Juán y no Ibros. Cuestión de perspectiva...



LA RUTA


Desde la descuidada área recreativa al inicio del barranco de la Niebla, junto a la carretera y túnel ahora con poco uso, podemos iniciar la marcha por un senderillo ténuemente marcado junto a la embocadura del arroyo, desde aquí cruzando el arroyo ascenderemos la ladera continuando las marcas de spay azules y rosas que alguien se ha encargado de de detallar.








Igualmente podemos ascender de manera más directa por las escalerillas que arrancan en la curva del primitivo camino de Lemaur que el túnel evitó al ponerse en servicio.








De cualquier forma ambas rutas coinciden encima del túnel, junto a unos resaltes rocosos. Desde aquí continuaremos las marcas de colores o los hitos existentes hasta alcanzar por una sutil senda la explanada que precede al abrigo de las Vacas del Retamoso.



















Encaramados a la primera planta de esta Galana podemos movernos libremente, con las precauciones contenidas en las sugerencias. 




EL VÍDEO







DATOS TÉCNICOS


Denominación
LOS ENIGMAS DE PIEDRA GALANA
Fecha
31/07 y 10/08 de 2013
Itinerario
Barranco de la Niebla (Túnel) - Cueva (abrigo) de las Vacas del Retamoso - Abrigos rocosos y pinturas rupestres.
Acceso
Desde la descuidada área recreativa al inicio del barranco de la Niebla, junto a la carretera y túnel ahora con poco uso, podemos iniciar la marcha por un senderillo ténuemente marcado junto a la embocadura del arroyo, desde aquí cruzando el arroyo ascenderemos la ladera continuando las marcas de spay azules y rosas que alguien se ha encargado de de detallar. Igualmente podemos ascender de manera más directa por las escalerillas que arrancan en la curva del primitivo camino de Lemaur que el túnel evitó al ponerse en servicio. De cualquier forma ambas rutas coinciden encima del túnel, junto a unos resaltes rocosos. Desde aquí continuaremos las marcas de colores o los hitos existentes hasta alcanzar la explanada que precede al abrigo de las Vacas del Retamoso.
Inicio
Barranco de la Niebla
Fin
Abrigo de las Vacas del Retamoso
Tipo de trayecto
Lineal 
Tipo de firme
Senda  
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
01,13 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
30 min   
Cota mínima
675 mts
Cota máxima
812 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 137 mts.    Bajando: 137 mts.
Perfil
Sugerencias
No encontraremos agua en el trayecto, podemos abastecernos a un par de kilómetros, en la fuente del Jardín. Evitar las horas centrales del día, especialmente en el estío y usar crema solar pues la ruta está desprotegida de sombra en gran parte.  Si se decide continuar más allá del abrigo de las Vacas del Retamoso se debe ir acompañado de alguien conocedora de la zona ya que el entorno es abrupto y muy peligroso. Riesgo de precipitación al vacío  Riesgo de desprendimientos. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. Evitar encarecidamente con humedad, al haber zonas de umbría se torna resbaladizo. 
Mapa
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Movil
Cobertura Movistar en casi toda la zona, salvo lugares de abrigos o pliegues que impidan alcanzar una correcta señal.
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LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
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ignorando lo que nos puede ofrecer
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RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos y, otras, están pendientes de poder dedicarles un ratico. Espero os sean de ayuda si decidis realizarlas. Si encontrais algún error, os ruego me lo comuniqueis para subsanarlo.



Los track referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, no sustituyendo a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrian haber cambiado.




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SIERRA DE LAS VILLAS (Jaén): CUENCA BAJA DE "ROYO" CHILLAR

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Rematando "royo" Chillar

Toda espera obtiene su recompensa, suelen decir. De esta forma podría condensar esta ruta que ha esperado casi dos años en completarse desde que pude delimitar, para mi entendendimiento y a resultas la sorprendente cuenca de "royo" Chillar. Tras la maraña de los orígenes  y la remansada zona media, quedaba circular la ruidosa zona baja, la que chilla y se queja, la que cae escalonadamente por ese asombroso cañón que labra desde los vadillos hasta su entrega en el río Grande.





Tramo salvaje y abrupto, pero también ganado, como el resto de su trayecto, para el hombre. Cortijos y vestigios de huertos en zonas casi inaccesibles lo refrendan, tramo misterioso donde incluso los sarracenos se instalaron en una estratégica atalaya en los altos que lo circunda y que dio pie a enigmáticas  leyendas serranas de tesoros perdidos que los más confiados creyeron al pie de la letra dejando parte de su vida horadando la tierra en su búsqueda .





No es difícil imaginar el recorrido virtual siempre y cuando se conozca la manera de cruzar el Chillar. Como suele suceder, trazando la ruta por partes, en incursiones esporádicas, dio pie a imaginar al menos dos alternativas más para el mismo fin, circular la cuenca baja de este afluente del Guadalquivir

La que hemos realizado es sin duda la más amigable, casi sin dificultad ahora que la hemos recorrido en su totalidad pero que inicialmente tenía su incertidumbre en dos tramos que no había completado y que han resultado, al fin y al cabo, una de las mejores satisfacciones del recorrido.





Las otras dos posibilidades están próximas a caer, sobre todo si algún amigo correcaminos y todoterreno pone el empeño, la puerta ya la tiene abierta. Se tratan de un salvaje cresteo por los altos del Chillar, una abrupta lancha que se eleva entre este y el Guadalquivir, donde los agarenos construyeron la atalaya que domina el valle de Chincolla. Desde el cortijo del Tamborcillo hasta el collado de la carrasca de la seña o viceversa, pasando por la lancha del pueblo y el exiguo paño de piedras, vestigio de la atalaya arabe y preludio de las Correderas,hay una sucesión de cimas que rondan los 1000 mts con dos laderas imposibles, acantilado vertical en la que da a donde se pone el sol, al río Grande, y con una pendiente vertiginosa  hacia el lado de donde sale, por donde labra su cañón el Chillar. 






La segunda, recorriendo una labrada acequia de toba, ahora ocupada por esas negras gomas que todo lo inundan, intrigantemente visible desde el mirador del “Topaero”  y que al menos llega hasta donde se toma el agua de un manantial junto al arroyo, por debajo de los rasos, antiguos huertos que hay a los pies del cortijo de los Riberas. Allí, cerrado el lugar por la vegetación crecida ante tanta exuberancia de agua y el abandono de la acción del hombre, es posible que exista otro paso ya que vimos desde arriba, una sucesión de antiguos huertos en la ribera del royo, seguramente aprovechará alguna “garita” próxima par elevarse en altura y ganar el camino que nosotros completamos. Bien, terreno queda pues para los indagadores más arrojados.







LA RUTA

Tomando la carretera de Villanueva del Arzobispo al embalse de El Tranco, desde cualquiera de los puentes que nos permite cruzar el Guadalquivir (Ortega a la altura de la Venta del Pino, Rompecalzas a la de la Venta de Melquíades o Cardaor y el de Saro, a la altura de la venta de Paquete) podemos trazar la ruta. Tomamos en esta ocasión como punto de inicio y final la segunda opción dejando los vehículos junto a la Venta Melquíades, entre los kilómetros 13 y 14 de la nueva señalización (cuando realizaron la circunvalación de Villanueva del Arzobispo, cambiaron el Kmt 0 a la rotonda por la que se accede desde la N-322 persistiendo junto a la carretera la antigua y la nueva señalización representada por mojones de piedra la primera y por postes con chapa verde la segunda).






Bajamos al puente por un senderillo que parte detrás del panel de ruta que han puesto en el lado derecho del cortijo, por una pendiente entre olivas alcanzamos esta descuidada pasarela que cruzaremos con precaución ya que en algunos laterales se está desmoronando por falta de mantenimiento. Pasado el puente, a la derecha sube otra corta senda que enlaza con el carril que circula por la margen orográfica izquierda del Guadalquivir y que sirve para dar servicio a los numerosos cortijos existentes en esa orilla así como para las labores de los olivares. Llegados al carril giraremos a la izquierda para caminar cómodamente por este atravesando un bosque de pinos de repoblación. 

Avanzamos acompañando al Guadalquivir, contracorriente durante aproximadamente un par de kilómetros donde una amplia curva hacia la derecha nos comienza a dar vistas de los impresionantes cortados que la loma de la Be deja caer sobre nuestro Chillar. A esta altura, “royo” Chillar se une al Guadalquivir formando unos rápidos que son bien disfrutados por las canoas que durante el verano frecuentan la zona aprovechando la riada del embalse. Nos introducimos poco a poco en el cañón. Dejamos a la izquierda el vado para vehículos, de cruzarlo conectaríamos con el GR-247 y con el otro entrañable afluente de estas primeras rotundas cumbres de la sierra de las Villas, “royo” María, justo donde rinde vasallaje al Río Grande.

Rozamos el cortijo del Chillar, sus noguerones y sus detalles de otras épocas, una puerta serrana, genuina.





Ascendemos ahora con brío por entre olivares sin dejar de oír el rumor que asciende del fondo del barranco, algunas curvas nos siguen elevando dejando a la derecha el carril que conecta con el cortijo de Martínez y que tomaremos al regreso. Con la grandiosa loma de la Be a nuestra izquierda, llegamos a lo que queda del cortijo del Tamborcillo, estratégico lugar ya que aquí nos encontramos en una importante encrucijada. Por un lado, la senda que baja al Chillar a cruzar por debajo de la tapuela de la Grilla por donde organizaremos el regreso. Por otro, la senda – acequia que parte nada más completar la curva a la derecha que necesariamente tiene que hacer el camino para encontrar donde ir. La distinguiremos por una goma negra que viene de allí y si nos introducimos cincuenta metros en ella, llegaremos hasta un bidón que nos puede servir como referencia bien para tomar un jorro a la derecha en ascenso indomable buscando los altos del Chillar, la lancha del pueblo y el castillo de Chincolla o continuar la acequia hasta la toma del agua sobrevolando por la ladera que baja de la cueva del tesoro el cañón más angosto y misterioso que tiene este afluente. Finalmente, por donde nosotros seguiremos, el carril que por las olivas continúa buscando el collado que nos abra al grandioso valle de Chincolla


Llegados a este collado, sería interminable contar lo que desde aquí se ve. Numerosas manchitas blancas salpican el extenso manto de olivar que le ganaron al monte, desde los cortados de las Palomas sobre “royo” Natao, el de Corencia, las casas de Herrera, la Bandera, los Nevazos, el Fontanar, la dehesa de los barrancos y la loma subiendo con suavidad hasta Villanueva, todo del otro lado del Guadalquivir, de su margen derecha.





De la izquierda, de esta desde donde estamos mirando, el peñón de Chincolla domina el valle impidiéndonos ver por el momento todos los cortijos que junto al carril que sube del puente Ortega próximos al arroyo del mismo nombre buscan su protección.





Lograremos visualizarlos cuando lleguemos al collado, que gracias a la decisión de visitar el Peñón, pudimos descubrir un tranco por donde probablemente una senda antigua salvaba el collado que hace esta roca. Un deleite mirar para todos lados desde este solitario “ñusco”. 









Hacia el sol de levante el filo de los altos del Chillar nos revela el paso a lo que queda del castillo.





En nuestro sentido de la marcha, el cortijo del peñón o de los Bonicotes es la última referencia humana antes de introducirnos por esa cañada que tan bien se aprecia y distingue desde aquí hasta la Carrasca de la Seña. Más a la derecha, tirando para las Correderas, el solitario Peñón de Maza nos las delata.










Pues hacia el cortijo del peñón que nos dirigimos haciendo un alto para saludar al mastín que alertó a medio valle de nuestra presencia y que calló con nobleza cuando arribamos al cortijo a reponer liquido.








Tras descansar bajo las nogueras y moreras que por allí arraigan continuamos en una leve bajada para decir adiós al buen camino que se torna en una sendilla casi imperceptible desde el momento en que comienza a picar hacia arriba, ya dentro de la cañada.









Como podemos, intuimos el camino, a veces visible a veces por la toba que conforma el arroyo que baja de la cumbre y que nos permite toparnos con la fuente del Roble.








Un empujón más y coronamos el collado que nos mete de cabeza en el camino del Chindo, el que sube de los cortijos de los Vadillos a lo que fue el cortijo de los Contreras y que nosotros tomaremos en agradecida bajada. 













Cruzamos royo Chillar primero a la altura de los Vadillos y royo Agua los Perros después para situarnos en la conocida como pista de las vadillos que parte de la carretera transversal a la altura del “Topaero”.





Entre olivas musicales (hemos descubierto que ponen música en las olivas para que los rumiantes no ramoneen las oleaceas y las poden o cojan la cosecha antes de tiempo, casi sin darnos cuenta, estamos en el cortijo de los Riberas, el cual visitamos admirando las extraordinarias vistas que desde aquí se divisan, seguidamente habiendo encontrado unas buenas sombras en el camino, realizamos un alto para el avituallamiento. Esto ya es tomar las cosas en serio.













Tras el merecido e imperioso descanso, alivio para las piernas y otros recovecos orgánicos, emprendemos de nuevo la marcha diligentemente pues nos ayuda el desnivel en descenso del terreno, poco a poco iremos acercándonos de nuevo al Chillar para encontrar como vadearlo.




Antes, la lancha del pueblo y la cueva del tesoro nos invitan a soñar con accesos, pasos y cresteos futuros. Los tubos rocosos que caen al cañón fluvial me recuerdan a mi querido Despeñaperros, dos lugares tan distantes con elementos característicos similares.








Nos detenemos en recorrer el filo del raso del cortijo de los Riberas que ahora nos vigila desde arriba. Sabemos lo que buscamos pero no lo encontramos por allí, vemos los huertos abajo, junto al “royo”, y la maleza que detuvo días anteriores a Pepe C. cuando tomó la senda de la acequia a la que nos referimos al inicio. Pero no encontramos aquí la manera de bajar, tal vez por encima del cortijo, por entre su puntal, descienda alguna garita o vereda perdida…









Desistimos de mala gana de merodear este barranco y retomamos el camino que llevábamos, encontramos la vieja senda que comunicaba los Riberas con los Sesteros bajos o cortijo de “Matojo”, aún se encuentra practicable pero un par de años más sin pasar nadie y veremos quién la encuentra.





Entre romeros continuamos el descenso introduciéndonos en la parte baja de la umbría de Aguilar donde pronto divisamos los cortijos que buscábamos, arreglados, con sus huertos, se ve que vienen por aquí.





Nos entretenemos poco en el lugar y tomando como referencia el arroyo de los sesteros que busca derecho al Chillar seguimos el marcado descenso entre frutales hasta que damos con la tapuela de la Grilla, increíble que allí viviera una familia numerosa, un pedacico de tierra para sembrar y poco más, salvo el trasiego de esta mujer, Ramona, buscándose la vida de cortijo en cortijo, ayudando en las diversas tareas que le pedían a cambio de algo de matanza que llevarse para los suyos, en fin que esto del senderismo también da para pensar (bueno, el que quiera…). Bien, pues el cortijo de la Grilla tiene la clave, frente a su puerta sale una senda que en parte se encuentra labrada en la toba y que tras dos o tres revueltas nos aproxima al vado que buscábamos, que hace unos años encontré por casualidad y que aún permite un buen paso, está muy bien hecho, con su tronco reteniendo el terreno en forma de escalón donde se remansa el agua para permitir cruzar saltando entre un par de piedras estratégicamente colocadas. Sí señor, cosas bien hechas.








Al otro lado nos espera la continuidad de la senda que antiguamente les permitía subir y bajar en un periquete de aquí al Tamborcillo y viceversa. 


Una vez situados en el Tamborcillo solo nos queda regresar por donde vinimos en la mañana, aquí hemos completado el circular. Existe la posibilidad, poco recomendable, de recortar camino por una trocha que parte del cortijo de Martínez y cae directamente en la pista junto al Guadalquivir casi a la altura de del puente Rompecalzas. Mientras no la vuelvan a limpiar, no merece la pena pues lo que ganamos en el recorte, lo perdemos en el avance lento y “enmatojado” de vegetación.











EL  VIDEO





DATOS TÉCNICOS


Denominación
CUENCA BAJA DE "royo" CHILLAR
Fecha
31/09/13
Itinerario
Venta de Melquiades o "Cardaor" - Puente Rompecalzas - cortijos del Chillar - cortijo del Tamborcillo - peñón de Chincolla - cortijo del peñón (Bonicotes) - carrasca de la seña - camino del Chindo - cortijos de los Vadillos - cotijo de los Riberas - vieja senda a los sesteros - cortijo de los sesteros bajos ("matojo") - cortijo de la Grilla - vado del Chillar - cortijo del Tamborcillo - Venta Melquiades
Acceso
Desde la carretera de Villanueva del Arzobispo a El Tranco, aproximadamente PK 13,500 mts, Venta de Melquiades o cardaor donde podemos dejar los vehículos.
Inicio
Venta de Melquiades
Fin
Venta de Melquiades
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Pista - Senda  
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
19,83 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
9 horas   
Cota mínima
508 mts
Cota máxima
1.112 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 996 mts.    Bajando: 996 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en el cortijo del peñón y en la fuente del roble, subiendo a la carrasca de la seña.  No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. Durante el invierno o tras lluvias copiosas puede se complicado cruzar los vadillos y royo Chillar a la altura del cortijo de la grilla. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en gran parte de la ruta, salvo por la zona de los vadillos.
Mapa
Foro
LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Experiencia propia.El Gran libro de la sierra de las cuatro villas. Gómez Muñoz, J. Ed. Bubok


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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos, 
ignorando lo que nos puede ofrecer
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos y, otras, están pendientes de poder dedicarles un ratico. Espero os sean de ayuda si decidis realizarlas. Si encontrais algún error, os ruego me lo comuniqueis para subsanarlo.



Los track referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, no sustituyendo a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrian haber cambiado.




Photobucket

SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): NAVAZALTO

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¿ALTO DEL NAVAZO? o ¿NAVAZO ALTO?


¿Quién no se ha acercado en alguna ocasión a Navazalto? Visita obligada para cualquiera que se aproxima a la sierra de las Villas por la vertiente mogonera. Para la mayoría, Navazalto queda representado por una cima a la que se accede fácilmente, incluso en vehículo, por un carril que parte de la carretera transversal de la sierra, por encima de la Fresnedilla y donde existe en la cumbre una  de las casetas de fogoneros más conocidas, al igual que uno de los balcones más inmensos del Parque de Segura, Cazorla y las Villas.





Caseta de fogoneros de Navazalto


Dos de las cuatro Villas. Torafe (Iznatoraf) y Villacarrillo desde la cima del peñón de Navazalto


Guarhondo (embalse de Aguascebas) desde Navazalto

Seguramente, para quienes suben a mirar y disfrutar del paseo y del vuelo del buitre leonado, dueño, señor y oteador del paraje, la disquisición del título les queda excesiva. Ciertamente, sólo con subir y mirar se pueden cubrir ámpliamente las expectativas. Sin embargo, a quienes gusta "trastear", conocer y ubicar con la mejor precisión posible los lugares recorridos, saber como los llamaron y porqué, esto tiene su miga...



Buitreras de Navazalto

En el empeño no puedo olvidar a Gómez Muñoz, ese hombre que se paseó y pateó no hace tanto estos lugares, con la paciencia de Job, recopilando en más de setecientas paginas un compendio sin el cual sería imposible entender la orografía,  toponímia y etnografía de nuestro gran Parque. 

Si algo se echa de menos en esta soberbia lección de literatura montañera y serrana es la ausencia de ilustraciones, de esas imágenes con las que acostumbramos a acompañar nuestras descripciones, tal vez porque nuestra capacidad literaria es mucho más limitada, necesitando apoyar en la imagen lo que él describió literariamente, con una gran precisión plástica, son tan claras sus descripciones, tan precisos los detalles, que la mayoría de las veces tras su lectura y cuando te encuentras en el lugar, ya parece que hubieras estado allí con anterioridad.  



Peñón de Navazalto. Al fondo Villacarrillo

Navazalto, a pesar de los carteles con los que han llenado el recorrido turístico NO CREO QUE SEA UNA CIMA, NI UNA CASETA DE VIGILANCIA DE INCENDIOS. Navazalto es bastante más; aunque en su origen los serranos tal vez denominaran con este término a un punto específico de la zona, con el tiempo el topónimo ha superado lo concreto para comprender una demarcación mucho más amplia. Nava azul, Hoyos de la nieve parecen ser sinónimos originarios pero ha sido Navazalto el que con rotundidad se ha impuesto definitivamente.



Poyo angosto y el Bigarral


Torafe (Iznatoraf). A la derecha el puntal de las cuevas

Comprender y limitar Navazalto no es dificil. A pesar de los trabajos de roturaciones y plantación de pinares en la zona para disuadir a los autóctonos de continuar sus siembras, lo que allí es verdaderamente importante y cobra relevancia no es un pico, que apenas destaca del resto de elevaciones proximas parejas en altura, sino la gran llanura que ocupa la mayor parte del terreno. Por tanto, creo que NO ES el alto del navazo a lo que se refiere el topónimo, sino que estoy convencido de que Navazalto es “impepinablemente” una Nava , y me explico.





Solo hay que situarse en el lugar que muchos (incluidos mapas oficiales) ubican la cima del lugar y que designan como pico Navazalto o Alto del Navazo (1385 mts) y que en realidad, según recoge Gómez Muñoz, se llamó desde siempre Puntal de la Cuna. Desde esta atalaya, la más elevada de una cadena de puntales que se extiende en dirección NE, veremos claramente a nuestros pies mirando en dirección a Torafe (Iznatoraf) lo que nos interesa: una gran “porción de tierra (sin árboles) y llana, en ocasiones posiblemente pantanosa, situada entre montañas”. ESO ES NAVAZALTO. No hay lugar a dudas.



Navazo Alto desde la Cruz de Yescas. Al fondo Torafe (Iznatoraf) y Villacarrillo


Navazo Alto a los pies del puntal de la cuna (imagen Google Earth)


Llanos de Navazalto. Arriba el puntal de la cuna

Dicho y aclarado lo anterior y dado que el topónimo en la actualidad supera estrictamente el lugar para el que en su día se designo, sería justo emplear tan bonito nombre para demarcar (remarcar) un territorio que ya delimitó perfectamente Gómez Muñoz y que me gustaría aquí resumir para mi entendimiento fundamentalmente.




Nos referiríamos con el término Navazalto a una cadena montañosa, con una sucesión de cimas entre los 1.300 a 1400 mts, que se extiende en dirección SW – NE, delimitadas por el S por el gran barranco de la Osera y por el N por el de las Cebadillas o chorreón de las buitreras. Al W de desparramaría hasta el río Aguascebas Grande por los barrancos Martín Ruíz, por donde transcurre la preciosa senda de la cuesta de Navazalto y el gran barranco, el barranco perfecto, la simetría serrana por antonomasia, el barranco del Bigarral (o del arroyo del Toril, indistintamente). Por las cumbres, por el E, la lancha del lentiscar cae mansamente a la Nava del Vilano (Milano) y cañada del arroyo del Torno.



Cresta de Navazalto desde la caseta al puntal del filo (imagen de Google Earth)


Filo del Bigarral y lancha del lentiscar, abajo la fuente del Vilano (Milano)


Barranco del Bigarral o del arroyo Toril

La cresta cimera, un filo de aristas donde nacen varios jorros que caen hacia el lado más abrupto, el del Bigarral, cuenta con algunos puntales donde es preciso elevarse y detenerse, aunque la perspectiva sea similar en cada uno de ellos. 

A la caseta de fogoneros que ocupa un gran mirador, yéndonos para el barranco de las cebadillas (o chorreón de las buitreras), le sigue el puntal de la Cuna, el más elevado de todo el filo montañoso y al que se suele  suplantar con el nombre de Navazalto. Le sigue el puntal de la cruz de Yescas, casi a la mitad en la zona más baja de esta bonita arista encontramos el tranco o paso del Bigarral que comunica poyo angosto con la Nava del Vilano (Milano), después vuelve a subir hasta terminar con vistas a las Cebadillas y collado de los blanquizares, se trata de la segunda elevación mayor conocida por el Puntal del Filo que se encuentra coronando las casas de la Nava del Vilano (Milano)  por el E y el puntal del “ahijaero” por el W.





Visto lo visto y andado lo andado por estos lares, tengo que considerar Navazalto como un  lugar simbólico y emblemático en el laberinto montañoso de la sierra de las Villas, rescatarlo del circuito turístico al que se ha relegado involuntariamente y darle una presencia montañera de primera línea. Recorrer Navazalto por sus cuatro costados oferta desde un agradable paseo mañanero o vespertino para contemplar Guarhondo y su enigmático valle desde las alturas, una increíble panorámica aristeando el filo rocoso que cae por el Bigarral y hasta un destrozapiernas ascendiendo desde Mogón por la vieja senda de la cuesta de Navazalto, exponente de cómo podían para su interés meter un camino por un barranco imposible, salvando cuatrocientos metros de desnivel en dos kilómetros de distancia de la manera más airosa, inteligente y ocurrente que su conocimiento les daba y que era mucho por lo que podemos apreciar. Por Navazalto entraba y salía una de las “autopistas” serranas que comunicaban el valle de Guarhondo con los pueblos de Mogón y Villacarrillo que construyeron para su subsistencia y que quedó abandonada a la suerte de los elementos cuando hicieron la carretera transversal, que no pudo impedir el definitivo éxodo y el cierre casi total (salvo por la presencia de los Jipes) de esta maravillosa factoría de supervivencia autárquica. 



Barranco de Martín Ruíz. A la izquierda el puntal de las cuevas, a la derecha el peñón de Navazalto.


El monolito "contemplando" el Bigarral.




Surcaremos por tanto Navazalto escudriñando las antiguas sendas por las que ellos caminaron, conociendo las fuentes que arreglaron para calmarse la sed, hurgando en las cuevas y covachas donde encerraban el ganado y maravillándonos, en definitiva, en uno de los rincones más increíbles y accesibles de la siempre sorprendente SIERRA DE LAS VILLAS. 





Lástima, y ya termino esta introducción a las rutas que vienen, que Bosques del Sur haya pasado de largo por aquí, que haya encaminado sus pasos por la pista de Jabalcaballo en lugar de recorrer los vericuetos del gran valle de Guarhondo. De ninguna manera dejéis de patear la tierra que ellos eligieron, primero los que aquí se asentaron por necesidad, después los que lo hicieron por otras circunstancias. Por algo debe ser ...  


LAS RUTAS

Hemos realizado por la zona varios "trasteos" con el fin de preparar una ruta mayor que teníamos en mente desde hace tiempo y requería fundamentalmente comprobar la permeabilidad de la vieja senda de la cuesta de Navazalto que, desde Mogón, se introducía en el valle de Guarhondo donde se abría en muchas más, como las ramas de un árbol. Sin pretenderlo, todos han cumplido con los mínimos para considerar estas meras investigaciones en rutas factibles, por lo tanto, con la intención de que otros disfruten lo que nosotros, las publicaré por separado. 

Volver a mencionar que nos ha acompañado como libro de cabecera el "incunable" de Gómez Muñoz gracias al cual y a unos pocos conocimientos propios obtenidos "al merme", de aquí y de allá y de algún lugareño que en su momento me atendió y explicó lo que quería saber, hemos podido llenar de nombres este rincón. Muchos se nos han quedado, probablemente será difícil recuperarlos, por ello animo a cualquiera que pueda ayudar a completar el puzzle, bien aportando, bien corrigiendo errores que pueden haberse deslizado. 

1. Los antecedentes. Primera descripción para el Blog de Navazalto, por donde los turistas.LA FRESNEDILLA - NAVAZALTO

2. Primera investigación: Circundando el Navazo Alto.POR EL MACIZO DE NAVAZALTO.

3. Segunda investigación (a resultas de la primera, claro): VIEJA SENDA DE LA CUESTA DE NAVAZALTO (tramo de sierra) Y EL BIGARRAL POR POYO ANGOSTO

4. Tercera investigación (evidentemente, a resultas de la segunda): LAS CUMBRES DE NAVAZALTO.

5. Cuarta investigación (regomeyo que quedó de la segunda ...): VIEJA SENDA DE LA CUESTA DE NAVAZALTO (tramo de olivar)Y COLLADO DE LAS ALBARIZAS (o Almagreros en los mapas).

6. Quinta investigación (imprescindible para completar la ruta origen de todo esto): GUARHONDO A NAVAZALTO POR LA CAÑADA DEL ARROYO DEL TORNO Y LA FUENTE DEL VILANO (MILANO).

7. Sexta investigación (innecesaria para la ruta origen pero imprescindible para la curiosidad que nos mueve y consecuencia de todas las anteriores): Volad la imaginación, seguro que acertáis...





EL VÍDEO

360 º DESDE EL PUNTAL DEL FILO




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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (I). PERÍMETRO DE NAVAZO ALTO

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NAVAZO ALTO ELEMENTOS DEL PERÍMETRO


Aceptado, al menos para mi entendimiento, que Navazalto es sinónimo de NAVAZO ALTO y no la cima que por allí destaca, llega el momento de escudriñar sus rincones, de detallar y ubicar sus componentes, como si hicieramos un ensamblamiento por módulos hasta convertirlo en un aparato o sistema, el mismo que ya delimitamos en otra entrada de este blog y que hacía de introducción a todos estos, que a su vez, resulta ser otro módulo del gran parque.




Algo ya sabíamos, pero he de decir que NO ME IMAGINABA UN LUGAR TAN DIVERSO, en un palmo podemos encontrar casi todos los elementos que los ruteros / montañeros de media y baja montaña buscamos para el disfrute del camino, añadiendo sublimemente el factor sorpresa al toparnos con algunos o al tener una perspectiva inimaginable del lugar, y la satisfacción de dar con aquellos de los que sabíamos pero aún no habíamos ubicado.





En esta ocasión nos fijaremos en la parte noble del macizo, es decir, la zona que hizo que esto tomara interés por los serranos. Para nosotros actualmente el lugar cobra relevancia por las sublimes vistas que desde allí podemos contemplar, para ellos seguramente el provecho era completamente diferente, se fijaron en esa gran nava que se abre en un lugar sibilino, protegido por las montañas, bien aislado de casi todo, donde pudieron cultivar primero y, luego cuando no los dejaron, pastorear sus cabras y ovejas.





Tuvieron que trazar una salida, la autarquía serrana no daba para todo y debían trocar, lo que a ellos les sobraba por lo que les faltaba. El paso del aguardentero no era buena opción, tierra pegajosa y deslizante para las bestias, poca piedra donde agarrarse. Y lo trazaron por aquí, por la ladera de uno de estos barrancos imposibles que caen a plomo sobre la tierra más noble del olivar. Con una sabiduría innata, como acostumbramos a ver en las sendas que vamos averiguando para la creación de nuestra particular maraña serrana, echaron ladera abajo una senda hasta Mogón que parte o emboca desde la misma nava, justo al lado por donde se descuelga el arroyo que aquí nace y busca vertiginosamente al Aguascebas grande.





Mirado desde el puntal de la cuna, Navazo Alto me recordó a un gran teatro. Un precioso escenario, bien soleado, rodeado por un amplia platea que asciende hasta el "gallinero" o "paraiso" (en terminología gaditana-carnavalera) desde donde nos encontramos atisbando, con sus palcos preferentes, los puntales que lo rodean y protegen como atalayas guerreras, hasta bambalinas me parecen los pinares que pusieron para repoblar a ambos lados y, de telón de fondo... ¡buahhhhhhh! eso hay que verlo.






LA RUTA


Buscamos el camino más corto para situarnos donde queremos, el carril de Navazalto nos subirá en un plisplas a la caseta que es donde de verdad comenzaremos el recorrido que hoy buscamos. De un tirón, a paso rápido y haciendo estación en el prao de los fresnos para ver los viejos tornajos, nos vemos de chachara con el fogonero. Nos asomamos al barranco de la osera, como evitarlo. Este es uno de esos lugares en que parece henchirse el ánimo, aunque nos deje en apnea temporal. Los buitres esperan paciente y plácidamente en su lugar, en las buitreras de la osera, hace fresco y aún no se ha producido la térmica que los anime a lanzarse al vacío. Ha bajado el nivel del pantano, se aprecia el corte delator.










Los Vilchetes y la loma que se derrama hacia la osera, lo del polvorista lo llaman, parece tan cerca, ... afinando el zoom también percibimos la canalización de la loma.








Visto y repasado todo lo que la mirada alcanza, arreamos a lo que queremos. Comenzamos a bajar por el lapiaz que cae hacia los llanos. Al llegar al filo nos topamos con un pinar de repoblación, aquí ya vemos dos objetivos que queríamos ubicar, los castilletes guardianes del llano, el peñón de Navazalto y el puntal de las cuevas, este último tiene desde aquí una gran mirada, por la izquierda el inequívoco Torafe, por la derecha la muela, Roblehermoso y el Postre sobre las lomas de Bardazoso.














Atravesamos el pinar pisando la agradable y escurridiza pinocha y nos plantamos en el filo donde un escalón rocoso dio pie a que ellos lo llamaran los tranquillos de navazalto, porque son varios como pudimos comprobar. Caemos justo en el collado del peñón, y es así porque nos topamos con ese "pepino" que emerge de las profundidades del barranco, atalaya de buitres a los que gusta como a nosotros atisbar el horizonte "villano". Estudiamos y repasamos la zona comprobando las posibles bajadas al collado del hateril, el que queda a pie del peñón y nos puede aupar otro día. Al menos caben un par de posibilidades.





Comprobada la viabilidad, continuamos recorriendo el filo, parándonos en cada uno de los posibles tranquillos y datándolos para futuras incursiones. Llegamos a terreno de huertos, unos llanos con frutales y paratas de piedra que inequívocamente nos dan a entender su existencia. Algo más adelante lo que parece el rebosadero de todo esto, el inicio del arroyo de Navazalto y, por tanto, la cabecera del barranco de Martín Ruíz.





Recorremos unos metros más y nos topamos con una de las "joyas" que andábamos buscando, aunque la percibimos desde cierta distancia y se encuentra rodeada de vegetación, se ve nítida, la vieja senda de la cuesta de Navazalto se muestra tan clara y rotunda que nos hace emocionarnos por lo fácil que lo hemos tenido. Con una embocadura de no menos de tres metros de ancho, engancha cuesta abajo desde los pies del puntal de las cuevas por el lado del llano más llano. La seguimos un par de cientos de metros para estar seguros de que no se trata de un jorro. No hay lugar a dudas, en cuanto empieza a zigzaguear y aparecen los refuerzos estamos seguros de que es "ella". No es plan hoy de seguirla, nos conformamos con ubicarla.



embocadura de la senda de la cuesta de Navazalto

La senda, en una de las últimas tongas que realiza separa una sendilla menor que nos inspira a seguirla intuyendo su destino. Efectivamente nos sitúa en el puntal que buscábamos, el de las cuevas, casi llano y con una panorámica inefable donde sufrimos la segunda crisis de apnea. Por el lado del barranco de Martín Ruíz vemos lo que ya traíamos, el peñón de Navazalto pero ahora de nos abre la perspectiva y divisamos además el cortijo y collado de las Albarizas (Almagreros en los mapas) que caen justo por debajo del peñón. Parece claro que es aquí, el color diferencial de la tierra del olivar que cae para la osera delata el topónimo, es blanquecina, alba.






casa y collado de las Albarizas

Pero es del otro lado desde donde nos llaman las campanillas. Por el lado por donde se rasga la vista se abre un barranco que a mi entender roza la perfección plástica.  En el centro un puntalete sobre el que construyeron un cortijo.



cortijo de El Bigarral

A ambos lados, simétricamente, sendos jorros que se unen por debajo del cortijo conformando el arroyo del Toril que busca igualmente el Aguascebas grande.



barranco de El Bigarral

Arriba del cortijo un circo milimétrico rematado por una cadena de puntales tapizados por encima de tierra más o menos llana pero con vaivenes a todo lo largo que seguro aprovecharon para cultivar. Finalmente el barranco queda parapetado por una pared vertical, quebrado y abrupto acantilado que representa la continuidad del macizo de navazalto hacia el NE y que lo llamaron el Bigarral.





Nos volvemos para los llanos abandonando esta amigable balconada y algo nos llama la atención a los lejos. Es como un mehir.





Aliviamos el paso y cada vez es más claro, antes de llegar pasamos por una piedra donde hay una llamativa grieta, "peñón cortao" se llama aquello. Enseguida nos colocamos en el mojón (que es más serrano que mehir), situado en un collado que anticipa la cuesta de las carboneras por donde se podría bajar en un santiamén al cortijo del Bigarral.  Curioso ñusco hincado aquí inequívocamente por algunos que quisieron dejar alguna constancia a la que no llegamos a comprender. Nos conformamos con la foto de rigor.








Dejamos nuestro descubrimiento para introducirnos en otro bosquete de pinos repoblados, que nos saca a la parte alta de los llanos, cerca del lugar por donde subía la antigua senda rozando el cortijillo que por aquí hubo y del que quedan cuatro piedras amontonadas. 

Subimos la cuestecilla de Yescas que nos coloca en un coqueto colladete justo debajo del puntal del mismo nombre. Desde aquí, la perspectiva que ofrece el Bigarral impresiona, recuerda a los cintos de las Banderillas, la franja de terreno en continuo vaivén que surca los puntales que corona el barranco se conoce como poyo angosto pero bien podría llamarse cinto del Bigarral. Se ve que termina en dos puntalones más sobresalientes, puntal del filo el de arriba y el del ahijaero el de abajo. Algo más escorados, desde el peñón de Yescas otra atalaya prominente nos permite divisar como la lancha del lentiscar cae suavemente sobre la nava del Vilano (Milano).








Ni que decir tiene que las vistas incluyen el morrón de Santa María, Pedro Miguél, el ya comentado Barzazoso con sus cumbres...





Toca regreso, buscando y mirando se nos ha ido el santo al cielo y la hora no perdona. Hoy teníamos hasta medio día y hemos aprovechado bien la mañana. Aún nos quedan dos peritas, las dos cimas que tenemos por delante camino de la caseta, la primera, el puntal de Yescas fácil de tomar desde la posición que ocupamos ya que casi lo rozamos. A continuación sigue una depresión en la que se sitúa el corral de Bastián y más allá otro cercado conocido por los toriles, justo donde comienza la subida al puntal rey de la zona, el de la cuna, al que todos llaman (incluso los mapas) Navazalto. Desde aquí volvemos a volcar la vista al valle de Guarhondo, a lo que hay dentro y lo que lo circunda, la morra, piedra corva, ...



Corral de Bastián



Puntal de la Cuna (Navazalto en los mapas)








No llegamos a la caseta sino que nos dejamos caer directamente al carril que nos bajará en un plisplas al coche.





Corta pero disfrutada ruta que nos ha descubierto muchas posibilidades y que seguiremos investigando en siguientes excursiones.





EL VÍDEO





DATOS TÉCNICOS


Denominación
MACIZO DE NAVAZALTO (I). PERÍMETRO DE NAVAZO ALTO
Fecha
15/09/13
Itinerario
La Fresnedilla - carril de Navazalto - paro de los fresnos - caseta de Navazalto - collado del peñón - tranquillos de Navazalto - puntal de las cuevas - peñón partio - collado del mojón - cuestecilla de Yescas - peñón de Yescas - puntal de Yescas - corral de Bastián - corral de los toriles - puntal de la cuna - carril de navazalto - la Fresnedilla
Acceso
Carratera transversal de la Sierra de las Villas, a unos 22 kmts de Mogón, llegamos al Embalse de Aguascebas (Guarhondo). Unos 2 Kmt pasado el muro, encontramos el paraje de la Fresnedilla, la escuela, la casa forestal y la cafetería - restaurante "Los Lucas". Aquí, podemos dejar el vehiculo. Continuando la carretera, a 500 mts se encuentra la pista que nos subirá a Navazalto.
Inicio
Inicio del carril de navazalto
Fin
Inicio del carril de navazalto
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Pista, senda  y sin ella
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
8,75 kmts
Dificultad
Fácil
Tiempo estimado
4,5 horas   
Cota mínima
1.121 mts
Cota máxima
1.389 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 429 mts.    Bajando: 429 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en el tornajo del arroyo del torno y en el prao de los fresnos.  No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en la vertiente de la loma de navazalto. Vodafone por el inicio de ruta.
Mapa
Foro
LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Experiencia propia.El Gran libro de la sierra de las cuatro villas. Gómez Muñoz, J. Ed. Bubok


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SIERRA DE LAS VILLAS (JAÉN): POR EL MACIZO DE NAVAZALTO (II). SENDA DE LA CUESTA DE NAVAZALTO (tramo de sierra) - EL BIGARRAL - NAVA DEL VILANO

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LA VIEJA SENDA 

Allí estaba, escondida, esperando a ser descubierta. Borde, muy borde en la pendiente a salvar, generosa y atractiva en el trazado, maravillosa en el tránsito. La vieja senda de la cuesta de Navazalto ejerció de gran vía de comunicación entre el valle de Guarhondo, ese paraíso en miniatura que existe a los pies de la morra, y los pueblos de su término municipal, Mogón y Villacarrillo







Cuando no existía carretera, por aquí subían y bajaban cargados con sus mulos, con sus borriquillos, siempre acarreando algo. Por esta senda seguramente transitaban los recoveros a su negocio, y hasta los "migueletes" y los "rondines", cada uno a su empleo. Serranos que se fueron para siempre, tuvieron que hacer su último desfile por este camino, el campo santo quedaba lejos. 







Cuentan que tuvo dos fuentes, la de abajo y la de arriba, lugares de parada y fonda, donde resollar de una subida atroz, corta pero exigente. Refuerzos en la senda y canalizaciones para desviar el agua al barranco nos hace pensar que estuvo muy bien cuidada, mimada. Ahora, medio perdida,inútil, salvo para gratificar al caminante, al que se aventura a descubrirla. 







Limpia la hemos encontrado, en buen estado de tránsito. Dos tramos claramente reconocibles tiene esta senda, el de olivar,amigable, por el valle hasta el cortijo de la Fernanda y el de montaña, demoledor, por el barranco imposible de Martín Ruíz o del arroyo de Navazalto, que también podría llamarse.  







LA RUTA

Sorprendente e inesperada ruta por el macizo de Navazalto. Con un planteamiento similar al que hicimos hace unos días con el fin de compartirlo con los amigos Paco y Pepe Ubeda. Sin embargo el ejemplo de hoy demuestra que con una buena disposición y una excelente compañía se pueden abrir caminos a que a priori no estaban previstos.

Nuevamente buscamos el acceso rápido por el carril de Navazalto hasta la caseta de fogoneros. Situados en ella y tras paliquear un rato con el vigilante, que por cierto nos refirió a uno, conocido en algún foro (injustamente en mi opinión llamado belitre) que había llegado caminando no hacía mucho desde Jesús del Monte... Algo sabíamos de la "gesta".

Despachamos rápido porque aunque no te cansas de mirar desde aquél volaero, lo teníamos reciente y buscábamos otras cosas.





Desde la caseta nos dejamos caer hacía el filo de los tranquillos, siempre dando a la parte del barranco de la Osera, atravesamos el bosque de repoblación y fuimos a parar directos al collado del peñón. Ahí lo teníamos, de frente. El peñón de Navazalto nos invitaba descaradamente realizarle una visita.





Desde el collado, nos descolgamos fácilmente por un jorro que toma dirección al barranco de la osera, para girar más abajo a la derecha, claramente hacia donde quiere ir.





En un periquete estamos en el collado del hateril, a los pies del peñón de navazalto por la cara que da a quién le presta el nombre. En esta ocasión fui yo el decidido, hombre de pocas cimas, el que incitó a mis compañeros a tomar al asalto "la fortaleza". De lejos veo claramente una veredilla que encara primero por donde miramos y bordea posteriormente por el margen derecho el "ñusco" para colocarnos en una meseta desde donde ya se ve todo el barranco que tenemos debajo, pero la cima aún hay que ganarla, un poco más arriba y de momento, fácilmente estamos sobre ella disfrutando, ¡esto si que es un balcón! ¡Ea! Pués a sentarse y mirar ...








Un rato entretenidos por este "pipote" emergente, que en realidad es el mayor de los dos o tres que ascienden desde el collado de las Albarizas (Almagreros en los mapas), debajo queda otro más pequeño que a tenor de su hermano mayor lo llaman Peñón Chico. Igualmente vemos, además de la loma "villana" y más allá, el surco del Aguascebas grande y sus juntas con el chico por la huerta de los Rubiales. El cortijillo de la Fernanda, abajo, en el límite entre el olivar y la montaña, indicándonos por donde arranca el tramo más abrupto y rotundo de la senda que venimos buscando. También vemos desde aquí los picazos y su collado en la loma de enfrente, otra cadena de picos que termina arriba, en los llanos de Navazalto en el puntal de las cuevas.





Bajamos de la atalaya sin demasiado entusiasmo, solo nos motiva a ello que es la hora del almuerzo. Desde el peñón vimos varias trazas que se metían en el barranco, tratamos de seguir una que parece buena pero es un laberinto hecho por los animales, finalmente, un poco enmatojados por la broza y la leña que hay en la umbría encontramos una buena, ascendente que nos saca a uno de los tranquillos que el otro día marcamos en el GPS.









De nuevo en el filo de la llanura, por donde los huertos y dirección a la senda. De momento estamos sobre ella. Reconozco que no se me había pasado por la cabeza embocarla, pero hoy vengo acompañado por dos intrepidos investigadores que les puede el carácter, así que cuando me doy cuenta ya han "tirao pa bajo".











Pues a seguirlos y a disfrutar de la bajada, voy intentando no perder detalle pero estoy convencido que será subiendo cuando mejor podamos darnos cuenta de la dimensión e importancia de esta senda. En un plis plas nos topamos con un carril comprendiendo que estamos abajo, que hemos completado el tramo de montaña de esta bonita y limpia senda, se ve que la han repasado no hace mucho. Trasteamos un poco por el carril, localizamos el tramo que continúa hasta las olivas y regresamos, ahora con menos alegría.

Comenzamos a subir la cuesta de los romeros, un primer tramo que se empina con brío hasta alcanzar el collado de los Picazos, donde descansa cual rellano de escalera. Lo gana a base de trazar varias revueltas o tongas, algo destrozada en algunas de ellas pero se sigue bastante bien. Un kilómetro desde abajo y doscientos metros de desnivel, no está mal. Afortunadamente en el collado de los Picazos tenemos para un ratito, lo que nos permite empaparnos bien de lo que nos rodea. Estamos en la loma que cae del puntal de las cuevas, el collado es un lugar precioso y estratégico,  divisorio entre el barranco de Martín Ruíz y el del Bigarral. De aquí parte una sendilla que seguro lleva hasta el cortijo, ese que centra el barranco, arriba una cadena de puntales se asoman al mismo desafiando la gravedad. El del centro, el que cae encima justo del cortijo arruinado parece ser la cocota de Cerilo (Gómez Muñoz).








Del otro lado, por el barranco que llevamos se ve majestuoso, imperial peñón de Navazalto, desde aquí tiene un poderío que no le percibimos cuando estábamos en su cima.








Arrancamos con un ritmo sosegado, que nos permita rematar la mitad de subida que nos queda y no morir en el intento.




La senda ahora no sube tan decidida, incluso llanea en algún tramo, se pega a la parte baja del puntal de las cuevas por un lado y al arroyo por el otro y pica a "trompicones" hasta el punto en que cruza el arroyo. Creo que este es el lugar donde Gómez Muñoz sitúa la conocida como Fuente de arriba y que tal y como él la encontró así parece seguir, seca. Pero el lugar es sospechoso, algunos juncos, umbría, más vegetación, zarzas,... A partir de aquí comienza a caracolear para alzarse al tranquillo por donde tiene que entrarle al llano, justo en la base del puntal de las cuevas, aún conserva los refuerzos que le hicieron, esta fue una senda de categoría, se ve por la anchura que mantiene.





Entretenidos con las tongas y la mampostería, nos vemos arriba, con esfuerzo pero cómodamente.





En lugar de salir al llano, nos vamos por una traza que vimos el otro día y que nos coloca en uno de los muchos miradores maravillosos de este increíblemente redescubierto Navazalto, el puntal de las cuevas.








Merece la pena leer los pasajes en los que Gómez Muñoz conversa con los pastores de la zona, curiosas las disquisiciones de los últimos serranos. Dudamos entre elegir este lugar para reponer fuerzas o avanzar unos metros y situarnos más ventajosamente. Optamos por un pequeño esfuerzo suplementario y pasando por el curioso mojón subimos la cuestecilla de Yescas y nos aposentamos bajo el peñón de Yescas, un buen comedor con vistas ...

Desde aquí es donde mejor se aprecia este gran cordón o cinto conocido como poyo angosto que se extiende por encima del barranco perfecto, el del Bigarral y por debajo de un filo rocoso que cae a plomo y que separa nitidamente a este del plácida Nava del Vilano (Milano).





Terminado el condumio, advierto que desde aquí tenemos a tiro de piedra la caseta de fogonetos, levantamos campamento y sin pensarlo dos veces nos vamos en dirección contraria, de cabeza al cinto. No sabemos si será permeable en su totalidad pero, siendo tierra de pastores, alguna salida habrá.





Comenzamos a recorrer este poyo angosto por una veredilla que nos parece de animales. Nos baja al nivel de la primera torrentera que se deja caer para el barranco. Ahora toca subir hasta alcanzar la altura del primer puntal de los que se asoman ingrávidamente. No podemos resistir la tentación de separarnos de la senda y acercarnos al precipicio, una pared casi vertical cae en forma semicircular hacia el cortijo que se salva al estar sobre un puntalete que lo preserva de avenidas torrenciales de los arroyos que lo rodean.








Seguimos por una traza más o menos clara que sube y baja como las olas, en los puntales tierra llana donde seguro cultivaron, en algunos lugares se aprecian paratas de piedras para que la tierra no se deslizara.





A mitad del barranco encontramos otra fuente. Bueno, la fuente estará más arriba, aquí solo vemos medio bidón azul y un tubo de goma de donde no sale nada, ni gota. Esta fuente debería de llamarse fuente del Bigarral aunque así no la he visto en ningún lado. Puede ser coincidente con la que figura como Fuente de los Poyos de las Albarizas I   en el catálogo de manantiales y fuentes de Andalucía, aunque ni esos poyos los hemos visto así nombrados y la única referencia es la que Gómez Muñoz sitúa por allí como fuente de las Viboras.





Cerca de allí se sitúa el poyo de la "cocota de Cerilo" (Cirilo) y, por encima, por el filo rocoso que nos separa de la nava del Vilano (Milano) sospecho debe andar el tranco del Bigarral. A partir de la fuente el camino se torna, aquí viene al pelo la expresión, más abigarrado, seguramente estamos en el Bigarral propiamente dicho. Las paredes rocosas se amontonan y constriñen dando ese aspecto compacto del que probablemente le viene el topónimo.











De nuevo una asomadita al barrancazo (creo que nos encontramos en el puntal de la salud) y ya divisamos la resolución de este extenso poyo, otra cresta de ola tendremos que salvar para salir definitivamente, por el collado de los blanquizares, donde un manto de tierra "esgajá" delata el tono blanquecino que esconde debajo.













Aupados, al collado comprobamos que del otro lado lo que queda es el barranco de las cebadillas, abajo se divisa el cortijo de las cebadillas altas.








Decidimos asomarnos a este último puntal que tiene un nombre rotundamente serrano, "puntal del ahijaero" (ahijadero). Desde lo alto si que vemos toda la canal de las Cebadillas, hasta las Cebadillas bajas y el poyo sobre el que se asientan. Por encima de nosotros, coronando la arista que hemos traído desde los llanos de Navazalto, el puntal del Filo, el segundo más elevado después del de la Cuna, ambos en los extremos. Frente a nosotros la loma de Bardazoso coronada por la Muela, Roblehermoso y el Postre.














Necesitamos ahora alcanzar la nava del Vilano (Milano) para salir de este laberinto en el que nos hemos metido. Lo que sabemos es que enfrente va la senda del poyo del moro, pero para ello debemos bajar todo el barranco hasta las Cebadillas altas y desde allí enganchar con la senda, Vemos, no obstante, una traza que parte de los blanquizares, recto, para donde queremos ir y lo seguimos sin más y voila, un precioso y practico tranquillo nos vuelca a la gran nava que por aquí existe.








Nada más volcar se presenta enorme, sembrada de frutales, cercada para que los animales respeten lo sembrado y paralelo a la cerca la senda que nos dirige a las casas de la nava.








Las rodeamos por arriba y retomamos la senda para descolgarnos un poco más allá a la hermosa fuente del Vilano (Milano). Dos nacimientos a los que canalizaron hasta una alberca unos metros más abajo. Por aquí debe nacer más o menos el arroyo del Torno. Esta fuente del Vilano (Milano) fue en su día una encrucijada de caminos, aquí asomaba la senda de la cuesta de navazalto y conectaba con la que se iba hacia el norte, hacia las Cebadillas para salir de la sierra por el poyo del moro o hacia el collado del Pocico, para adentrarse, o bien hacia el sur, hacia Guarhondo cuyo fondo atravesaba antes de la construcción del pantano.







Desde la fuente, un paraíso, nos descolgamos hasta la carretera transversal donde dejamos el coche por la mañana e iniciamos la ruta, no sin antes rozar los cortijos de la fuente del Vilano (Milano).




Una ruta grande, que guardaré en el recuerdo porque aunque llevábamos una noción de lo que recorreríamos, no imaginábamos la cantidad de sitios y rincones nuevos que descubrimos para nuestra comprensión de la zona. La gran ruta que planeábamos comenzaba a cobrar sentido.







EL VÍDEO





DATOS TÉCNICOS


Denominación
SENDA DE LA CUESTA DE NAVAZALTO (tramo de sierra) 
Fecha
21/09/13
Itinerario
Carril de Navazalto - prao de los fresnos - caseta de fogoneros - collado del peñón - peñón de Navazalto - collado del hateril - tranquillo de Navazalto - senda de la cuesta de Navazalto (tramo de sierra) - puntal de las cuevas - collado del mojón - poyo angosto (Bigarral) - collado de los blanquizares - puntal del ahijaero - nava del Vilano (Milano) - fuente del Vilano (Milano) - carril de Navazalto
Acceso
Carratera transversal de la Sierra de las Villas, a unos 22 kmts de Mogón, llegamos al Embalse de Aguascebas (Guarhondo). Unos 2 Kmt pasado el muro, encontramos el paraje de la Fresnedilla, la escuela, la casa forestal y la cafetería - restaurante "Los Lucas". Aquí, podemos dejar el vehiculo. Continuando la carretera, a 500 mts se encuentra la pista que nos subirá a Navazalto.
Inicio
Carril de Navazalto
Fin
Carril de Navazalto
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Carril - Senda y sin ella  
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
14,6 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
9 horas   
Cota mínima
874 mts
Cota máxima
1.356 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 868 mts.    Bajando: 868 mts.
Perfil
Sugerencias
No recomiendo seguir el mismo trazado, es decir, bajar y subir la senda de la cuesta de Navazalto. Nosotros lo hicimos porque estábamos investigando su permeabilidad. Precaución al asomarse al filo de los puntales, existe peligro de precipitación.  No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en gran parte de la ruta, por la zona que da a la loma.
Mapa
Foro
LA RUTA EN EL FORO TURISMO EN CAZORLA
Referencias
Experiencia propia.El Gran libro de la sierra de las cuatro villas. Gómez Muñoz, J. Ed. Bubok


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SIERRA MÁGINA (JAÉN): DEHESA DE MATA BEJID

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MATA BEJID. CARA AMABLE DE SIERRA MÁGINA SUR


Mágina, imponente, angosta, abrupta, la más montañera de nuestras sierras, techo de la tierra del “ronquío”, referente de poetas andaluces, escaparate de nuestras sedes renacentistas, macizo referente de media provincia, silueta inconfundible desde la lejanía.





Mágina, montañera, sus peladas laderas caen desde la sucesión de dosmiles, los pedregales que en ellas se originan indican al caminante que esta es senda ardua, poco apta para solo disfrutar con el camino, con el avance entre la nada, a no ser por el disfrute de contemplar la lejanía desde la cumbre ganada, que no es poco.





Sin embargo, toda cruz tiene su cara. Los numerosos asentamientos existentes al abrigo de estas semialpinas prominencias, revelan que hubo quién buscó y encontró hueco y sustento a resguardo de estos gigantes de piedra, aún más en la tierra cruzada por el grato valle del río Grande. 

Toda sucesión de cumbres tiene sus valles, donde remansan las abruptas laderas, donde la vegetación encuentra condiciones generosas para desarrollarse y donde los pobladores hallan lugares de supervivencia.





Esta es la cara, para mi entendimiento, del lugar que el buen amigo JJ Frias nos propuso escudriñar, claro está a los ignorantes de la zona, porque él ya conoce cada recodo del paraje.




Por ello, creo justo que sea él quién defina nítida y magníficamente lo que nos vamos a “merendar”, una cara amable de Mágina. Los imponentes dosmiles que nos rodean, los cerriles barrancos que los separan, no pueden ensombrecer una dulce jornada por la dehesa de Mata Bejid, tierra de pastores, de carboneros, que han hecho que ese palabro que hoy tantos usan sin conocer realmente su alcance, sostenibilidad, encuentre en el paraje la demostración tácita de su significado.    


“.../ esta preciosa y sugestiva finca, cargada de historia, 
nos presenta una de las caras más amables de toda Sierra Mágina. 
Con un hermoso monte adehesado, encinas de imponente porte, 
formidables quejigos y áceres colosales. Acaricia, además, 
las más altas cumbres provinciales y posee, 
tanto sofocantes solanas y escurridizas pedrizas, 
como frondosas umbrías y amables laderas. 
Cuenta además, con numerosos y abundantes cursos de agua 
y una abundante riqueza micológica y faunística, 
con presencia de las rapaces más sobresalientes de la península, 
junto a pozos de nieve, sendas, cortijos y caminos antiguos, 
además de numerosas fuentes; dotándola, en su conjunto, 
de una belleza insólita.”


(Extraído del comentario de la ruta de JJ. Frías sobre el cuarto del Almadén en el foro turismoencazorla.com)




LA RUTA



La llamada de JJ me soliviantó, no puedo ocultarlo. Asistir desde la distancia a sus  andanzas por la orografía indómita de Mágina me inducían al sarpullido.  Sin embargo quería, necesitaba conocer el lado amable y humanizado de estas montañas, donde cortijos, pasos, fuentes e historias hablaban no de retos montañeros sino de la cotidianeidad de los seres humanos.





Allí está, la dehesa de Mata Bejid, lugar cargado de historia e historias, de portentosa vegetación, de riqueza acuífera, de covachos y bocas al centro de la tierra que abogan por el entramado kárstico de la superficie y de las entrañas. Impresionantes quejigos y encinas, rastras, arces, buenos cortijos que fueron centros ganaderos y hasta un castillo, el castillejo que centra todo el dominio, justo en el paso hacia la otra cara amable del norte, el valle de Torres.





Quedamos en el Centro de visitantes de Mata Bejid, en el paraje  del peralejo, un rincón especial en otoño, allí donde se abrazan los arroyos del Peralejo y el de la piedra del Águila. Junto a algunos habituales, la suerte de coincidir y conocer a otros que hicieron más agradable si cabe la ruta.





Tras los saludos y preparativos de rigor partimos en dirección al cortijo del Peralejo donde JJ ya estuvo departiendo con el pastor que temprano estaba ya en lo suyo.




Por la ladera que continua, paralelos a la carretera que comunica Huelma y Cambil buscamos la cueva de la solana, un covacho redondico, bien recogido, donde un artista anónimo ha plasmado algunas de las más representativas figuras del arte prehistórico, donde mayoritariamente coincidimos se debería buscar mejor accesibilidad y habilitación para el gran público, especialmente el infantil, por su proximidad al Centro de visitantes y por la curiosidad que supone contar en una cueva con tal diversidad de representaciones.







La boca se encuentra amesetada  con un refuerzo lateral que parte definiendo un camino en la dirección que llevamos, siguiendo su rastro nos damos de boca con un lugar entrañable, una construcción que increíblemente ha pasado al abandono más absoluto, el tranco de majá carnero, una exquisita de obra de mampostería para salvar un escalón del terreno con una accesibilidad impoluta y que lleva (o trae, como es el caso) a la cueva que acabamos de visitar.








Tras recorrerlo y comentarlo continuamos por la maja de la umbría, dando con la llamada vereda alta que nos va introduciendo en la dehesa, desde donde comenzamos a divisar algunos de nuestros destinos próximos en el cuarto del Almadén











poco a poco la vereda nos acerca buscando el Castillejo, pero antes, como por sorpresa, nos topamos con la cueva tocinos, una gruta-sima convenientemente explorada por espeleólogos con un impresionante atrio de donde no pasamos.











Salimos de lo hondo y ya en la superficie atisbamos por debajo el Castillejo. Unos disparos nos hacen pensar lo peor, afortunadamente nos cruzamos con el pastor que por aquí busca hoy lo mejor para sus corderos y nos tranquiliza, aunque a la vez nos solivianta con una exclamación al uso cuando JJ le relata el proyecto de recorrido, lo que levanta más de una carcajada nerviosilla... Descendemos algunas curvas de nivel hasta situarnos frente a Mata Bejid, el castillo que fue probablemente origen y centro de la hacienda que más tarde se configuró.





Alcanzamos por los prados las porquerizas, una nave ganadera a la que bordeamos para cruzar el arroyo de los prados y ascender por la boca del espinar hasta ganar la altura suficiente como para conseguir acceder al camino del valle del infierno (¡buff!).











De reojo ya se deja ver escalofriante la Peña de Jaén (2.147).  El paraje, muy rico en vegetación , junto a las numerosas veredas que marcan las ovejas en sus múltiples recorridos, hacen que perdamos un poco el rumbo y nos metamos en un canuto pedregoso que durante cien metros nos pone en jaque.





ganado el buen camino, realiza un giro a la derecha dándonos amplias vistas a las estribaciones de sierra Sur y al barranco que buscamos, el del infierno, estremecedor “embudo” que da acceso al cerro Almadén (2.036) en una pendiente que, según relatan, hace honor a su nombre (por algo se lo pondrían).





Nosotros nos quedamos en el cortijo de la boca del cañaón desde donde se contemplan y casi  pueden tocarse con las manos las delatoras antenas de este coloso.





El cortijo, amplio para lo que se diseñó, para los animales, con un patio central inmenso, rodeado de las cuadras a las que se accedía por una coquetos arcos, pero insignificante para quién tenía que cuidar de aquello, apenas un par de habitaciones de 10 m2 y, al fondo, la cuadra del caballo del guarda que necesariamente tenía que pasar para entrar y salir por sus aposentos, como si buscaran que nadie pudiera llevárselo por la puerta trasera.








Abandonamos el gran corralón para visitar de regreso la casa del guarda, un magnífico mirador natural desde donde divisamos la otra cara de nuestro recorrido.








Volvemos al camino del valle del infierno que nos trajo y, dejando atrás la pedrera por la que subimos, nos introduce en un bosque encantado de quejigos y encinas principalmente que nos deja pasmados.








Atravesado este llegamos a otra construcción ganadera de igual planta que la visitada anteriormente, el cortijo de las Hoyas.





De allí continuamos por este magnífico bosque hasta cruzar de nuevo el arroyo de los prados y ganando la pista que sube al puerto de la Mata.





En una curva de la pista, le puede el carácter a nuestro guía y debe detenerse para arreglar la teja de la fuentecilla que por allí mana, resuelto con excelente peritaje, el chorro queda funcional y entonces continuamos el periplo.







Un poco más arriba, dejamos la pista y buscamos los restos del cortijo y el manantial de Los Prados donde se repite la operación dirigida en este caso por el amigo Cabañas que con similar pericia pero con diferente estrategia y elemento, un tubillo, remata la faena cum laude .




Repuestos de necesario fluido continuamos en ascenso, con el otoño más que evidente y con la peña de Jaén sobrevolando nuestro horizonte más elevado




damos rápidamente con la conocida como fuente de la Puta (según nos cuentan por la exclamación vertida por la esposa de uno de los titulares de la finca, el celebre matador de toros “Bombita”, al probar su fresco caño). Buen lugar para almorzar y hacer alguna foto del grupo ahora que anda sosegado.








Repuestos, completamos el ascenso que nos queda hasta la escaleruela que nos permite bajo la atenta mirada siempre de la peña acceder a las dolinas que guarda el Cerdón tras de sí, esta cañada del contadero es preciosa.














termina allí donde el topónimo le prestó el nombre, el contaero, una simple estrechez entre dos piedras que servía para que cada año los pastores contaran su rebaño, haciendo cuentas de las altas y bajas de una manera más objetiva, una hoja de cálculo poco virtual, netamente tangible








Rodeamos el cerdón y descendemos a la pista del cortijo de llano vaquero donde ejerció el guarda Juan, apodado”capullo” por los guardados de cometer imprudencias y fechorías y que, probablemente de manera impropia, bautizaron a este hombre que tuvo la ocurrencia de dejar escrito su estremecedor currículo dentro de una botella de vino, del corriente,  al que recientemente JJ le cambió el corcho para mejorar la impermeabiliadad de este impresionante testimonio gráfico.





Abandonamos el lugar donde el viento azota fuerte, empujado por la corriente ascendente del barranco y poco a poco nos vamos introduciendo en la cañá de los cornicabrales.








A mitad de la misma, allí donde dejamos de ver en la distancia una bonita estampa del Almadén se suscita la disyuntiva de continuar por la izquierda, por la senda de los hoyos de los nevazos u optar por la derecha  por otra senda de dudoso final. Una callada por respuesta hace optar a nuestro guía por lo “natural” (!a quién se le ocurre dejarle la opción tan fácil¡) y claro el remate era el temido y previsible, la senda acaba súbitamente y no queda más que continuar por una veredilla, que fue senda en su día, ahora reguero para los animales que nos lleva INEXORABLEMENTE  a un canutillo inefable por el que bajamos como pudimos. Afortunadamente teníamos esa zona blanda donde la espalda termina para ayudar a guardar el equilibrio y llegamos todos abajo con la compostura impecable. Otra para echarle cuentas al amigo JJ, pero que siendo justo nos la ganamos todos con la callada por respuesta.








Afortunadamente, al final del “canutillo” ya estaba el tranco de la maja del carnero esperándonos para hacernos regresar en un periquete al lugar de partida.














Ruta muy agradable, amena y entretenida con multitud de historias fruto de los años de asentamiento, no obstante recupero y antepongo mi habitual lema: LO MEJOR DE LA RUTA... ¡LA COMPAÑÍA!






Nota: Retoque fotográfico con Aviary

EL VÍDEO





DATOS TÉCNICOS


Denominación
DEHESA DE MATA BEJID
Fecha
09/11/13
Itinerario
Centro de Visitantes de Mata bejid - cortijo de El Peralejo - cueva de la solana - tranco maja del carnero - cueva tocinos - castillete de Mata bejid - porquerizas - arroyo de los prados - boca del espinarejo - boca del cañaón - cortijo del guarda - camino del valle del infierno - cortijo de las hoyas - cortijo y fuente de prados - fuente de la puta - escaleruela - Cerdón - cañá del contaero - contaero - cortijo del llano vaquero - caña de los cornicabrales - boliche - centro del visitante
Acceso
Carretera de Huelma a Cambil o viceversa. Aproximadamente a la mitad se encuentra el centro de visitantes a pie de asfalto.
Inicio
Centro de visitantes de Mata bejid, paraje del peralejo.
Fin
Centro de visitantes de Mata bejid, paraje del peralejo.
Tipo de trayecto
Circular 
Tipo de firme
Carril - Senda y sin ella  
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/
Distancia
17,44 kmts
Dificultad
Moderado
Tiempo estimado
9 horas   
Cota mínima
1.001 mts
Cota máxima
1.641 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 885 mts.    Bajando: 885 mts.
Perfil
Sugerencias
Agua en la fuente de los Prados y en la fuente de la puta. Es recomendable al llegar a la bifurcación existente en la cañada de los cornicabrales continuar por la pista de la izquierda que llevará directamente al centro de visitantes por el hoyo de los nevazos. Precaución en épocas de caza. No llevar perros, existe ganado pastando y ha habido ataques a los rebaños.  No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura Movistar en gran parte de la ruta.
Mapa
La ruta en el Foro
Referencias


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SIERRA DE CAZORLA (JAÉN): RÍO CAÑAMARES

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CAÑAMARES, EN OTOÑO




Cuentan que nace por Hoyo Redondo, pero no lo es de verdad hasta que confluyen un pilón de arroyos y, entre todos, arreglan a este delicioso cauce. Tendremos algún día que desentrañar el origen de este, una abrupta cuenca fluvial que promete esconder más de un tesorillo. Por el momento nos conformaremos con el amable trayecto de este soberano cauce que se entrega generosamente al río de Cazorla o del Cerezuelo para inundar y dar vida a la vega de Santo Tomé y acabar contribuyendo a enriquecer nuestro Río Grande.




Otro río más de vida. Desde que el fragoso terreno lo permite alberga los restos de tres buenos molinos harineros, el de arriba o de los Tobaletes, el de enmedio o de Gris y el de abajo o de Cañamares, poco antes de abrazarse al río del cerezuelo y discurrir vega abajo.





Además de los molinos, numerosos cortijos, casa forestal y hasta una pequeña y coqueta aldea o cortijada, los Tiscares, son vestigios de de su añejo bulle bulle




Hemos comprobado que recientemente el río Cañamares ha atraído la atención de los amigos del foro, no debe ser una casualidad que acudieran a fisgonear estos exiguos kilómetros si no hubiera algún duende en su interior.




tras releer las diferentes incursiones realizadas por este recientemente acondicionado sendero, comprobamos que estaban presentes las diferentes estaciones del año salvo el otoño, y no lo pensamos dos veces, fundamentalmente porque sabemos por experiencia que los ríos que transcurren por bosques de galería tienen un otoñar exuberante.




Finalmente, como no, un guiño al topónimo: CAÑAMARES. Con toda probabilidad, a lo largo de su trayecto, debieron sembrarse bastantes peazos con la planta del CAÑAMO que acabaron dándole la caracterización. No creo que los serranos de entonces estuvieran en las tontas en las que nos espiralizamos en la actualidad. El cáñamo representó durante la historia de la humanidad una fuente de aplicaciones que nada tiene que ver con la circunstancia que hizo que se abandonara, por prohibición, su cultivo: la marihuana. Los hilos de cáñamo fueron unas apreciadísimas fibras textiles ligeras y de gran resistencia que estuvieron presentes en el día a día de la vida de multitud de culturas, y como no, en nuestra querida sierra.  




LA RUTA



No tuvo un comienzo claro. Un desliz, otro más de los existentes en la sierra y del que probablemente, como es habitual, nadie será responsable.
En el foro presencié el panel de abajo y con él iba preparado. Sin embargo, en la cortijada de los Tíscares me encuentro el de arriba... No se, no se, algo me huele a una chapuza. Y lo rematan con la catalogación de dificultad, esto es para que alguien se ponga la medalla, pero con nombre y apellidos... Seguro que más de uno se ha dado la vuelta cuando han leido MUY ALTA ¡"Señol, señol"! o lo que es lo mismo ¡"Están locos estos romanos"!





Tranquilizados mis acompañantes, pues no podía ser "pa tanto" a la vista de la concurrencia que había tenido últimamente el camino, decidimos aventurarnos. llevábamos la idea de realizar el circular que proponía Abelardo de 13 km por el collado de las monjas una vez alcanzado el final del sendero en la pasá de Ortíz pero, fue tan agradable la ida, que decidimos realizar el regreso por el mismo camino.





Nos situamos como inicio de ruta en el puente existente junto al molino de Gris





Allí unas escalinatas y una baliza son delatoras de por donde arranca el sendero








Llegamos y sobrepasamos los Tiscares después de atravesar un olivar











Y comienza el festival de otoño...
































Alcanzamos el molino de arriba o de los Tobaletes donde hay un puente para colar a la otra orilla














Una zona de escaleras y pasarelas nos elevan de nivel comodamente, abajo el río en una angosta cerrada










Pasada la cerrá desembocamos en los huertos del guarda Pedro, por encima de su señorial casa, donde aún quedan vestigios del horno y alguna baranda de balcón, cosa inusual en las casas serranas, a no ser que tuvieran una predominante importancia.














Un puente nos cambia de orilla donde nos topamos con un hermoso cenajo medio oculto entra las higueras








Y de nuevo otro puente y cruce a la orilla izquierda orográfica para llevarnos en poco tiempo al agradable paraje de la pasá de Ortíz. Un rato de disfrute del entorno y vuelta por el mismo camino, a "redisfrutar" con el camino que de dificil no era pa tanto...










EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
OTOÑO EN EL RÍO CAÑAMARES
Fecha
03/11/13
Itinerario
Molino de Gris - Los Tiscales - Molino de Enmedio - C.F. del guarda Pedro - Pasá de Ortíz
Acceso
Se puede llegar desde varios puntos pero el más cómodo, incluso con turismo, se realiza desde el pueblo de Chilluevar. Saliendo de este por la carretera que accede a la sierra, a 1,5 km se desvía a la derecha una pista asfaltada que baja en fuerte pendiente hasta el molino de Gris (indicado) desde donde podemos iniciar.
Inicio
Molino de Gris
Fin
"Pasá" de Ortíz
Tipo de trayecto
Lineal
Tipo de firme
Pista, senda 
Estación
Primavera/Otoño/Invierno/Verano
Distancia
4,31 kmts
Dificultad
Moderada (en los indicadores dan dificultad muy alta; lo explico en sugerencias)
Tiempo estimado
1 h 15 min   
Cota mínima
514 mts
Cota máxima
733 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 237 mts.    Bajando: 69 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en la aldea de los Tiscares y en la fuente de Agustín y, a 1 km del inicio aproximadamente. La ruta es fácil de ejecución en cuanto al esfuerzo, casi sin desnivel acumulado, pero hay algunos pasos expuestos y un par de subidas cortas pero exigentes. Ojo con los niños en los lugares de riesgo. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Solo hay cobertura Vodafone en la aldea de los Tiscares. 
Mapa
La ruta en el FORO
Referencias


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"A menudo buscamos la belleza, 
lo exótico y lo espectacular en lugares lejanos, 
ignorando lo que nos puede ofrecer 
 nuestro medio más cercano"



RUTAS EN LA COLUMNA DE LA IZQUIERDA


En la columna de la izquierda, puedes encontrar la relación de rutas que tienen track. Algunas de ellas tienen además la descripción completa de la ruta y los datos técnicos, otras están pendientes de poder dedicarles un "ratico". Espero os sean de ayuda si decidís realizarlas. Puede haber errores, si encontráis alguno os ruego comunicarlo en galenoeoe@gmail.com para poder  subsanarlo.



Los track y comentarios referidos deben tomarse como información complementaria y de ayuda, derivadas de la práctica de una afición, no deben sustituir nunca a una concienzuda preparación de la ruta con mapas actualizados e información reciente obtenida de los organismos competentes, ya que las condiciones de realización podrían haber cambiado.




Photobucket














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VILCHES (JAÉN): POR LOS CERROS DE... VILCHES

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VILCHES Y SUS CERROS



NO SOLO ÚBEDA PUEDE PRESUMIR DE CERROS...



Tras la primera incursión en el milenario pueblo de Vilches, nos quedó la sensación de que aún guardaba alguna que otra agradable sorpresa. Lo pudimos descubrir recientemente, y fue por casualidad, como la mayoría de las sorpresas. No llevábamos un plan establecido, bueno, en honor a la verdad el rumbo que teníamos previsto era repetir la ruta que nos subió hacía un año al cerro Mortero que descubrimos y publicamos en el blog. Nuestro buen amigo PacoUbeda, recopilador de vértices, nos propuso repetirla para añadirlo a la colección.  





Y en esa nos vimos, una mañana tonta de domingo en la que por diversos motivos no salimos a la sierra, fue propicia para este relamido paseo. Gustosamente lo cederíamos a JJ Frias para su senderismo familiar si mitigáramos la fuerte pendiente de subida al cerro Mortero, aunque visto lo visto últimamente... 






Vilches es un pueblo de cerros, construidoy modelado entre cerros. Esto es fácil de apreciar desde cualquiera de las atalayas que lo rodean. Su urbanismo se ha ido gestando en torno a un collado existente entre los cerros de la Serrana, de San Sebastián y del Castillo. Allí, en el collado intermedio, se ubica la Iglesia, su plaza y el inicio y fin de nuestro periplo.




Pero no solo esto es Vilches. Dicen que es el pueblo con más litoral interior de España. Desconozco el alcance y certeza de tal aseveración, pero si no lo fuera sería por poco. Las cuencas hidrográficas del Guadalen, Guarrizas y Guadalimar han conformado tres sendos embalses, bien visibles desde las alturas que recorreremos dando un plus a las panorámicas que se nos presentan.

Y sus casas cueva. Los cerros que recorremos fueron horadados en su día en busca de un refugio, la roca caliza que los conforma ha permitido preservar un patrimonio etnográfico habitado hasta no hace muchos años.





Pues todo eso andaremos. Comenzaremos, como en su día, circundando y subiendo al vértice del peculiar cerro Mortero. De regreso a Vilches nos entretendremos por su urbanismo ganando los cerros de la Serrana o de los marteños como también se le conoce en las inmediaciones, por una familias originarias de la ciudad del aceite que allí tenían propiedades , o como los jóvenes lo describen, de las antenas, por los artilugios electrónicos allí colocados. Más tarde, atravesando el collado del que hablábamos pasaremos al cerro de enfrente, el del Castillo o de la Virgen para tras recorrer y visitar las casas cueva que allí se sitúan y la ermita, volver a la plaza de la Iglesia, nuestro punto de partida.





LA RUTA





No me entretendré mucho en la descripción detallada del recorrido ya que es muy simple y sin pérdida alguna. En todo caso, el de la primera parte, la del cerro Mortero se encuentra completamente descrita y desarrollada en otra entrada.









curioso bloque labrado existente en la cima del cerro Mortero y del que desconocemos su utilidad



La Carolina y el horizonte de sierra Morena 



la impertérrita chimenea de La Cruz marcando el paraje de Paño Pico



embalse de Guadalén, Arquillos y la loma de los Ronceles o Donceles, según fuente



Jarabancil al fondo, robusto, y los cerros de la Serrana (antenas), Castillos (ermita) y San Sebastián 
más próximo sin identificación característica



molino de viento en la fuente y cueva de la Atalaya



en la fuente de la Atalaya



la fuente del Algarrobo



y la fuente vieja, en la umbría invernal, a la que reza la coplilla

En las noches del invierno 
la fuente de la Atalaya 
a la fuente del Algarrobo 
le suele comentar 
que la fuente vieja 
tiene mucho frío de verdad 
porque el sol solo la besa en verano 
y nada más...








de regreso a Vilches, encarando la calle del zahorí, bonito nombre para una calle



Desde el cerro de la serrana o de los marteños o de las antenas...




casa señorial en en casco urbano de Vilches


San Sebastián en su coqueta capilla, en plena subida al cerro del Castillo





fachada de las casas cueva existentes en el cerro del Castillo






llegando a la cima
















tuvimos la suerte que nos abrieran la ermita de Nuestra Señora del Castillo




fauna local...


un gran deporte además de andar...MIRAR!!!!!!!



Una de las puertas de acceso al antiguo castillo



la Iglesia de San Miguel Arcangel. Llegamos tarde para verla. Dentro se conservan reliquias que dicen corresponden a la batalla de las navas de Tolosa, las cadenas que protegían el palenque de Al-Nasir, un pendón y la cruz arzobispal de Domingo Pascual.




y como no, rematando...







EL VÍDEO






DATOS TÉCNICOS


Denominación
POR LOS CERROS DE ... VILCHES
Fecha
17/11/13
Itinerario
Vilches (plaza de la Iglesia) - camino de la atalaya - cerro Mortero - fuente de la atalaya - fuente del algarrobo - fuente vieja - Vilches - cerro de la Serrana - cerro del castillo (cuevas y ermita de Nuestra Señora del Castillo) - plaza de la Iglesia.
Acceso
Todo el recorrido se encuentra muy cercano a la localidad de Vilches
Inicio
Plaza de la Iglesia
Fin
Plaza de la iglesia
Tipo de trayecto
Circular
Tipo de firme
Pista, senda y sin ella (en la subida al cerro Mortero)
Estación
Primavera/Otoño/Invierno
Distancia
10,24 kmts
Dificultad
Facil
Tiempo estimado
3 h    
Cota mínima
452 mts
Cota máxima
627 mts
Desnivel acumulado
Subiendo: 352 mts.    Bajando: 352 mts.
Perfil
Sugerencias
Abastecimiento de agua en cualquiera de las tres fuentes  del recorrido o en la propia localidad. Si encontramos la ermita cerrada, podemos pedirle a la santera que nos la muestre. Precaución en la zona de la fuente del algarrobo pues existe riesgo de precipitación al vacío. No abandonar basura. No encender fuego. Utilizar calzado específico de montaña. 
Mapa
Track
Movil
Cobertura movistar en toda la ruta
Mapa
La ruta en el FORO
Referencias
Experiencia propia


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